Pablo Longueira: En camino hacia la Moneda

/ 21 de Septiembre de 2006

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El senador UDI por Santiago Oriente está disponible para encabezar una candidatura presidencial siempre y cuando la derecha construya un proyecto con ideas y propuestas claras. De otra forma no le interesa ser candidato. Así lo dijo en la décimo primera versión de ACAN, donde aseguró que ya es hora que en Chile se desconcente el poder político y el económico.
El discurso de Pablo Longueira es evidentemente el de un presidenciable y no tiene problemas en admitirlo. Invitado a la décimo primera versión de los Encuentros de Actualidad y Análisis que la Revista NOS y Bío Bío Comunicaciones organizaron en Concepción, dio a conocer su idea de regionalización. Y aunque éste era el tema del encuentro, le resultaba inevitable en cada respuesta referirse a la realidad país: “a la pésima redistribución del ingreso”, a la “regulitis de la Concertación” y a la “situación que ahoga a los medianos y pequeños empresarios en Chile: esos que andan apurados pagando el IVA el 12”, repetía en su intervención. Argumenta que tan importante como terminar con el centralismo imperante, urge también hacer algo por la descentralización económica en Chile, la que, según dice: “está llevando a una inestabilidad social preocupante que se debe enfrentar con políticas públicas, para que esa inevitable concentración de empresas que requieren un tamaño de mercado, no sea incompatible con una red de pequeños y medianos empresarios”.
Eso, enfatiza, es tarea del Gobierno, al mismo que emplaza a tener la voluntad política de apoyar una regionalización efectiva con los costos que eso implica.
¿Cree Ud. que si la UDI fuera gobierno estaría dispuesta a asumir esos costos?
De todas maneras, la regionalización es un proceso continuo y fundamental. El 40% de los habitantes de Chile vive en el 2% del territorio nacional y eso nos ha llevado a generar un país muy concentrado, lo cual nos hace perder muchas potencialidades naturales. Por eso insisto que como la tendencia natural es a concentrarse, tenemos que estar siempre creando políticas públicas para descentralizar.
¿Su partido tiene alguna propuesta concreta de apoyo a la descentralización?
La UDI tiene la misma propuesta que tenemos todos. Lo que sí tiene es la voluntad política de hacerla efectiva, porque creemos en la regionalización. Las programas de gobierno de Piñera, de Lavín, de Lagos y de la Bachelet han incluido este tema y son prácticamente las mismas. Lo que ha ocurrido es que no las concretan, no las delegan, no las traspasan, porque es ceder poder y eso políticamente cuesta mucho hacerlo.
¿Cuál es el papel de la oposición en esta materia?
La misión es del Gobierno. La oposición no tiene ningún instrumento para avanzar en esa línea. Creo que la coalición gobernante es la que tiene que tomar esas decisiones políticas y no se trata aquí de crear más regiones o dividir administrativamente el país, pues no tiene sentido dividir más de lo mismo. La creación de nuevas regiones sólo tiene sentido en la medida que seamos capaces de acompañar esa división administrativa con la delegación y el traspaso de muchos servicios públicos a las autoridades regionales
¿De qué manera?
El gobierno central tiene 3 responsabilidades por llamarlo de alguna forma. Una es la responsabilidad redistributiva: maneja y recibe todos los recursos del fisco, pero la ejecución de la redistribución de la riqueza se tiene que delegar a regiones, porque ahí están las personas en las instancias más adecuadas para focalizar el gasto y para redistribuirlo en forma más idónea y, por cierto, siempre mejor que lo que se puede hacer centralizadamente. Los mismo también en la asignación de los recursos. Esa asignación también se hará mejor desde regiones. Ahora, la responsabilidad de la estabilidad política y económica, obviamente no es delegable y la que tiene que tener el gobierno central, pero las otras dos creo que hay traspasarlas y delegarlas lo más posible a las regiones del país.
¿O sea Ud. es partidario de aumentar el porcentaje de decisión de inversión regional como reclaman los consejeros regionales?
Claro. No sólo a nivel regional, sino también a nivel local. Creo que los municipios del país no tienen prácticamente ninguna facultad. El 90% de sus ingresos está absolutamente rigidizado y lo mismo ocurre a nivel regional. Por decirlo de alguna forma, lo único que se ha hecho en materia de descentralizar es aumentar los recursos del FNDR en la medida que hay más disponibilidad de recursos. Pero no se trata sólo del aumento de monto, sino también de incrementar las decisiones al interior de los gobiernos regionales y las decisiones de los gobiernos locales en los municipios.
¿Cree que la elección popular de los intendentes ayudaría al proceso descentralizador del país?
No, para nada. Chile es un Estado unitario y eso nos ha permitido tener un Estado eficiente con una administración política y administrativa del país en forma adecuada. La elección popular de intendentes manteniendo sus atribuciones actuales me parece más bien un factor de politiquería, que no se traduce en un avance de la regionalización. No veo que los intendentes nombrados por el Presidente entorpezcan la regionalización. En cambio, un intendente de la oposición del gobierno de turno, incluso podría ser castigado mediante el freno en la entrega de los recursos.
La UDI decide
Longueira dice que está preocupado. Le molesta la concentración de poder que hay en el país. “Creo que siempre la concentración de las cosas nos hace perder equilibrios. La coalición que nos gobierna tiene el Ejecutivo, tiene las mayorías en el Senado y en la Cámara de Diputados. Y más encima ahora quiere que el Contralor de la República pertenezca a sus filas”, sostiene. Además acusa que la Concertación tiene una influencia “enorme” en los nombramientos del Poder Judicial y que se “arroga el derecho” de criticar al Tribunal Constitucional “cuando actúa en derecho y en forma unánime como ocurrió en un fallo reciente”. Esas, dice, “son señales de una concentración política que empieza a vulnerar los derechos de las minorías”.
La Concertación emplazó a la UDI a manifestar su postura frente al cambio del sistema binominal. Lavín se reunió con algunos de ellos para hablar del tema. Él es para Uds. un interlocutor válido?
El siempre va a ser un interlocutor válido en el sentido que fue nuestro abanderado presidencial, pero los que dirigen y toman las decisiones en el partido son las directivas, los parlamentarios. Por lo tanto, el compromiso o los acuerdos a que se lleguen en esta materia van a depender de las instancias internas del partido
¿Y personalmente cómo evalúa estos encuentros?
No les veo nada de malo. Una cosa es dialogar, conversar, pero otra distintas es asumir compromisos que se deciden en otras instancias. Insisto, los que votan finalmente son los parlamentarios y será en el partido donde finalmente se va a decidir cuál es la conducta sobre esta materia
Evelyn Mathhei dijo que no veía a Lavín nuevamente como presidenciable, sino más bien como un candidato a senador. Sí en cambio lo nombra a usted y a otros personeros de la UDI
Yo creo que Joaquín es un presidenciable siempre. Creo que se ganó el cariño de la gente y considero que mantiene un cariño popular enorme. Creo que lo peor que nos puede ocurrir es que no se mantenga como una opción presidencial. He sostenido que la UDI debe tener la capacidad de apoyar todos los liderazgos presidenciales que existan y llegará el minuto, el 2009, que tendremos que resolver. Por lo tanto lo importante es que todos levanten sus proyectos.
¿Ud. lo hará?
Sí y estoy trabajando para ser presidente, para que seamos capaces de construir un proyecto país. Yo lo he dicho siempre: a mí lo que más me interesa es defender ideas, defender una ciudad que queramos construir y si yo logro que ese sea el objetivo y quieren que encabece un proyecto, lo hago feliz. Pero no tengo ningún interés en ser candidato por ser candidato: me interesa un proyecto institucional, con ideas, con mística y con propuestas claras
Al interior de su partido se nombra a la alcaldesa de Concepción como candidata “fuerte”. ¿Estaría dispuesto a apoyarla y a dejar de lado su proyecto de candidatura?.
Sí por supuesto. Si algo he hecho durante mi vida es justamente asumir que estamos en política por ideas y por un proyecto y si finalmente ella es la mejor abanderada para defender nuestras ideas en una carrera presidencial la voy a apoyar y voy a trabajar de la misma forma como lo hice con Joaquín Lavín en las opciones pasadas.

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