Javier Maruri Vargas
Nutricionista, mención Gestión y Calidad.
Docente Nutrición y Dietética
UNAB Concepción.
Con el correr de los años, una de las tendencias alimentarias que ha marcado pauta en el mundo es la nutrición basada en plantas (Plant Based), una dieta que -aunque con orígenes que pueden remontarse, por ejemplo, al inicio del budismo o hinduismo, donde el llamado a no comer carne es por razones religiosas- se ha visibilizado crecientemente en los últimos años gracias a las redes sociales y el mayor acceso a información.
Es en los ’80 que aparece el concepto “plant based” ligado fuertemente a la nutrición, y asociado a la investigación sobre sus beneficios en la prevención de enfermedades crónicas, especialmente cardíacas, siendo a partir de 2010 cuando aparecen mayores publicaciones científicas respaldando esta tendencia.
Rápidamente, comenzó a aumentar el interés público por esta forma de alimentarse, lo que también trajo aparejadas múltiples creencias erróneas al respecto, las que paso a desmitificar.
-La alimentación basada en plantas solo sería recomendable para un cierto rango etario y determinadas condiciones fisiológicas: en este punto, la evidencia científica es variada. No obstante, en general señala que una dieta basada en plantas, bien planificada y equilibrada, es segura en todo el ciclo vital, incluido el embarazo, la infancia y la tercera edad. Sin embargo, se debe hacer hincapié en que aquellos bebés con madres que consumen una alimentación exclusivamente basada en plantas y que no se suplementan con vitamina B12, podrían estar en riesgo, pudiendo los lactantes llegar a una prevalencia de déficit de esta vitamina de hasta un 45%. Por ello, es clave asesorarse con un médico, nutricionista o nutriólogo.
-Con este tipo de dietas no puedo comer productos de origen animal: el comer obedece no solo a un concepto fisiológico, sino que hay una serie de factores que lo determinan. Así, puedes decidir llevar una alimentación basada en plantas por razones de salud, religiosas, ambientalistas, incluso por moda, y no debiera juzgarse el motivo… El plant-based busca disminuir el consumo de productos de origen animal, pero no es una imposición para dejarlos definitivamente. Esa decisión es solo tuya.
-Comiendo solo vegetales se pierde masa muscular: es una frase que escucho bastante. Se solía pensar que la carne era igual a proteína, y los vegetales, a carbohidratos. Pero hoy sabemos, y la evidencia lo respalda, que hasta los deportistas de alto rendimiento pueden llevar una alimentación basada en plantas, incluso vegana. Esto porque la proteína es considerada un nutriente crítico en personas que llevan este tipo de dieta, principalmente porque algunos aminoácidos esenciales (los ladrillos que construyen las proteínas) están limitados en ciertos alimentos. Sin embargo, si se lleva una alimentación variada es posible obtener estos aminoácidos de distintas fuentes, logrando complementarlos para construir así una proteína de alta calidad, que nos permita mantener nuestra masa muscular.
En esta línea, suelo comentar a mis estudiantes que el infaltable plato de lentejas con arroz que comíamos en muestras casas tenía una razón de ser. Más allá del sabor, es el mejor ejemplo de una excelente complementación de alimentos. Y en el caso de los deportistas de alto rendimiento que lleven una alimentación basada en plantas, existen suplementos en base a proteína vegetal que suponen una buena forma de ganar masa muscular.
-Tendré déficit de micronutrientes si no me suplemento: este es uno de los puntos que causa mayor temor. Que se va a caer el pelo, se debilitarán las uñas, se tendrá fatiga durante el día. Sin embargo, la evidencia señala que el único micronutriente necesario de suplementar en quienes llevan una dieta sin consumo de carnes de ningún tipo es la vitamina B12. El resto -como la vitamina D, o minerales como el calcio y el hierro- pueden perfectamente obtenerse en las dosis adecuadas con una alimentación basada en plantas.
En resumen, la conclusión que quiero dejarles es que este tipo de dieta es perfectamente aplicable en todas las etapas de nuestro ciclo vital, pero siempre acompañados de un especialista. Y, de paso, desmitificar algunas arraigadas creencias sobre esta materia, pero sin afán de intentar convencer a nadie, pues -como dije- la decisión de cómo alimentarse siempre será de cada uno.
