La Organización Mundial de la Salud recomienda a los adultos sanos mayores de 65 años que dediquen 150 minutos semanales, en cinco sesiones de 30, por ejemplo, para realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o algún tipo de actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas. Estas rutinas ayudan a mejorar las funciones cardiorrespiratorias, musculares y la salud ósea y funcional, y reducir el riesgo de depresión y deterioro cognitivo.