Alejandro y Viviana Navarro Brain: “Somos una dupla virtuosa para trabajar por la gente”

/ 23 de Agosto de 2016

Juntaron sus destinos para trabajar ”codo a codo por la gente”. Él como Senador de la Octava Región y ella como su encargada territorial en la provincia de Concepción y como presidenta de la Asociación de Defensa de los Consumidores de BioBío. “Nos apoyamos, compartimos luchas ciudadanas, pero sobre todo nos acompañamos en la soledad que se vive en la política”, dicen.

Navarro interior-2Cuando recuerda su historia familiar, el Senador por Biobío, Alejandro Navarro Brain, suele contar las anécdotas de la casi treintena de “pololos” y empleos más formales que realizó antes de llegar a la Cámara Baja, en 1994. Que vendió peinetas, electrodomésticos, hojas de parra, bicicletas, poleras, peluches y hasta lácteos en un carrito; que limpió vidrios, que fue aprendiz de mueblista y de joyero, y que incluso fue jefe de obra en la construcción de caminos y puentes. En lo que no se detiene tanto, eso sí, es en detallar su incursión en el radioteatro junto a su tía paterna, Julia Navarro, la voz de la querida Doctora Esperanza Paz, cuyo programa recreaba las desafortunadas historias de quienes escribían para que les ayudase a hallar una solución.

El ahora Senador no tenía más de ocho años cuando su tía lo llevó a la radio para que hiciera voces de niños en algunas de sus producciones. Allí Alejandro Navarro, fanático del Siniestro doctor Mortis, de Lo que cuenta el viento y de la Tercera oreja, se deslumbró al descubrir los secretos de ese mundo: que las voces de los “jovencitos” eran hechas por personas mayores, que los besos no eran tales, que el sonido de los cascos de los caballos se hacía con la yema de los dedos y los ruidos ocasionados por el fuego de los incendios, con un papel amuñado.

Recuerda que descubrir aquella ficción le ayudó a tener un plus frente a sus compañeros de curso, quienes admirados oían sus revelaciones sobre los secretos detrás del dial.

Sin embargo, su paso por la radio fue sólo un fugaz capítulo de su historia, pues tenía algunos problemas de dicción que resultaron ser incompatibles con las habilidades que requería el oficio.

Quien sí brilló en esa ambiente fue su hermana Viviana, la segunda hija del clan Navarro Brain, y tres años menor que el parlamentario. Desde los seis ella fue parte de los elencos de históricos programas radiales como Hogar dulce hogar o Historias de la vida real, protagonizado por la mentalista Shara.

El radioteatro fue el trampolín que llevó a Viviana Navarro al mundo de los doblajes de monitos animados, telenovelas y series extranjeras. Fue, por ejemplo, la voz de Teresa Tomasa, la hija de doña Beija y de su gran amor, el coronel Antonio Sampaio, y también  Peppermint Patty, la niña enamorada de Charly Brown, y hasta de algunos personajes de anime japoneses.

no-mas-afpAunque ella reconoce que lo que más la marcó fue trabajar en el programa de la Doctora Esperanza Paz, porque tras las grabaciones acompañaba a su tía Julia, la protagonista de ese fenómeno radial, a las poblaciones para llevar la ayuda solicitada al programa. Nunca va a olvidar la vez que entregaron una pierna ortopédica a una señora que con tanta fe había acudido a la “doctora”. La alegría de aquella mujer al recibir su “regalo” jamás se ha borrado de su memoria. Así, mientras ella hacía su vida en Santiago entre el radioteatro, los doblajes, la ayuda social y las protestas en contra de la dictadura, su hermano Alejandro comenzaba a ser conocido en Concepción como dirigente estudiantil en la UdeC y, posteriormente, como presidente de la Federación de Estudiantes de esa casa de estudios. Sin embargo, la Región del Biobío siempre fue su punto de encuentro. En Penco vivían sus padres y, además, era el destino de veranos y muchos fines de semana de Viviana, quien terminó radicándose en la zona.

 

No más pensiones “de hambre”

El 2008, ya estando en el Senado, Alejandro Navarro renunció al PS y lanzó su precandidatura a La Moneda. En esta aventura Viviana estuvo a su lado, tal como lo hizo durante la formación del Movimiento Amplio Social (MAS). Desde ese año, ella comenzó a colaborar en el trabajo territorial de su hermano senador, tarea a la que sumó la defensa de causas ciudadanas, una de las más importantes: la modificación del actual sistema de administración de los fondos de pensiones mientras, en paralelo, iniciaba sus estudios de Trabajo Social, carrera que ya está a punto de finalizar.

En el 2009 los hermanos dejaron los pies en la calle recolectando firmas para solicitar la creación de una AFP estatal como protesta hacia el sistema vigente. “Reunimos 30 mil firmas cuando nadie hablaba del tema y tampoco el Gobierno tenía mayorías parlamentarias para impulsar reformas profundas, así es que propusimos la creación de una AFP estatal para iniciar el debate, pero no fuimos tomados en cuenta ni por el Parlamento ni por el Ejecutivo. Hoy ya es tarde para una propuesta de este tipo, pues la ciudadanía exige cambios estructurales, y el Gobierno tiene el apoyo en el Congreso para avanzar en ellas”, sentencia el Senador, durante la preparación de la segunda marcha nacional en contra de las Administradoras de Fondos de Pensiones, y donde la Asociación de Consumidores, Adecon BioBío, que preside Viviana Navarro, tal como lo hizo en la exitosa manifestación del 24 de julio pasado, es una de las principales convocantes.

Navarro
Alejandro Navarro y su mamá Lidia, junto a Julio y Viviana, conociendo por primera vez la playa.

“Queremos decir de manera fuerte y clara que el sistema previsional no puede ser un negocio y que el Estado debe garantizar nuestro derecho a tener pensiones dignas y no de hambre”, manifiesta la hermana del parlamentario, quien comparte con él esa particular manera de marcar los énfasis de su discurso. Uno como el que se oyó cuando, junto a integrantes de Adecon, se tomó la sede de Cema Chile en el Parque Ecuador, para exigir que el Estado la recuperara para el uso de los vecinos. O como cuando se refiere a la demanda en contra del mall Plaza Trébol por el cobro de estacionamientos o para exigir “más médicos para Chile” con el fin de aliviar la lista de 1 millón 600 mil chilenos que espera la atención de especialistas en el sistema público.

Un tema que Alejandro Navarro califica como más grave que lo del Sename, por lo cual consiguió que 260 alcaldes manifestaran que están dispuestos a aceptar galenos extranjeros en sus comunas, mientras el Estado forma especialistas para atender la demanda pública de salud. “Viviana, desde Adecon, creó una especie de contraloría ciudadana para resguardar los derechos de  los consumidores de Biobío, donde también ha visibilizado temas de salud, educación y previsión que preocupan a la gente. Eso hace que me sienta más acompañado en esta lucha, y en este momento de larga reflexión y de extenso distanciamiento de la Nueva Mayoría. Dos Navarro a algunos les parece una fórmula peligrosa, pero para la ciudanía ha resultado ser una fórmula virtuosa”, asegura  el hermano mayor.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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