Asociación Provincial de Dueños de Taxibuses de Concepción: Trabajando por un servicio moderno

/ 25 de Julio de 2010

Los acontecimientos posterremoto y los actuales requerimientos del Sistema de Transporte Público Licitado de Concepción son temas que preocupan a una de las entidades gremiales más antiguas del rubro a nivel regional y que, a pesar de ello, mantiene una mirada de futuro

microbuseros_S109543.jpgLa calidad de la vida en una ciudad pasa por una serie de aspectos que la configuran, como el ordenamiento territorial, las condiciones de habitabilidad y el acceso a los servicios básicos. Entre estos últimos, el transporte público juega un rol central, pues incide en la percepción que tienen las personas de las ciudades en las que viven.
Tras el terremoto de febrero pasado, este fundamental servicio también salió perjudicado, según comenta Carlos Essmann Rojas, asesor económico de la Asociación Provincial de Dueños de Taxibuses de Concepción.
“Las principales consecuencias van por el lado de la conectividad”, dice el ingeniero comercial, refiriéndose a los desvíos -por daños- en las calles y puntos de accesos a los centros urbanos en las distintas comunas del Gran Concepción, que obligaron a reorganizar los recorridos para normalizar la circulación lo antes posible.
Agrega que el actual panorama del transporte de pasajeros está dominado por un mayor tiempo en los desplazamientos, lo que implica a su vez más costos, debido a la extensión de los recorridos para llegar a un mismo punto.
“El gremio ha tenido la disponibilidad necesaria para hacer frente a los inconvenientes producidos por el terremoto, pero hay temas por solucionar”, asegura. Entre ellos menciona la conectividad con Talcahuano o el paso 21 de Mayo, que es un pilar estratégico para el buen funcionamiento de los servicios.
“En la medida en que no esté operativo, dicho tramo genera importantes desviaciones que provocan que el público utilice más tiempo para transportarse, disminuyendo las horas de descanso, pues hay que salir más temprano o permanecer periodos más largos arriba de las máquinas”.
Los costos son compartidos, pues los pagan tanto la ciudadanía como los conductores y también el empresariado. “Nuestra voluntad es que en la medida de lo posible todo esto se vaya normalizando, pues los más golpeados son nuestros usuarios”, dice el representante de la entidad gremial.

INTEGRACIÓN CON EL BIOTRÉN

La Asociación Provincial de Dueños de Taxibuses de Concepción, la más antigua de las tres que existen, agrupa a 20 líneas de trasporte público que corresponde al 55 por ciento del sector. La entidad, acaba de renovar parcialmente su directorio, compuesto por siete miembros, y que está presidido por el empresario Miguel Mendoza.
“Esperamos que estos cambios sean positivos”, expresa el asesor económico, pues el ingreso de nuevos miembros permitirá la llegada de nuevas ideas, además son “dirigentes con bastante experiencia que tienen visiones, miradas y preocupaciones comunes con el resto de los representantes”.
Sobre la integración de los servicios de trasporte público con el Biotrén, el profesional manifiesta que dicha modalidad es un real aporte, pues se logra dar una alternativa de movilización más completa que tener sólo unos cuantos buses que acerquen al usuario a las estaciones de tren.
El sistema permite que por $360 el pasajero pueda combinar tren y bus, sin pagar un nuevo pasaje, y ha sido calificado como exitoso por las autoridades, aunque se espera que a medida que pase el tiempo, el público valore más los beneficios de la modalidad.
“Hoy los usuarios del Biotrén tienen prácticamente todo el parque de taxibuses licitados a su disposición sin encarecer su tarifa final”, señala Carlos Essmann.
“Es una oferta potente”, añade el profesional, y explica que esperan que el sistema siga mejorando y que se haga un buen uso de esta integración tren-bus con miras a un traslado más eficiente, pues afirma que en ningún caso dicha modalidad merma los ingresos del sistema licitado, sino que apunta a mejorar lo que ya existe y también a incorporar nuevos usuarios.

LA MODERNIZACIÓN QUE SE VIENE

En cuanto al sistema de pago electrónico, el representante gremial comenta que como organización están interesados en que se avance rápidamente en el tema, pues los beneficios son variados.
“No sólo significa sincerar los ingresos del sistema, pues se pierde la relación conductor-usuario, lo que se presta para que muchas veces se pague menos de la tarifa correspondiente, sino que además se les va a sacar un ´peso´ de encima a los conductores, lo que también tendrá un impacto en su seguridad, pues no portarán dinero”.
Aclara, eso sí, que no están por implementar este nuevo sistema de cobros “a mata caballos”, sino que planificadamente para evitar un impacto negativo entre los usuarios del sistema y en los empresarios del trasporte.
“La idea es que todos ganen, quienes usan el sistema, los conductores y los empresarios por que se disminuirá la evasión”. Agrega que es indispensable para ello la existencia de un “control de flota” supervisado por la autoridad competente. El propósito de la medida es que se vele por una regularidad en el trazado y que el público tenga algún grado de certeza respecto de la hora en que pasará el taxibús por su paradero.
“Entendemos que si este proyecto no cuenta con el respaldo de la autoridad, no tendría sustentabilidad en el tiempo, sería simplemente letra muerta”, puntualiza Essmann.
Un tema que les preocupa, explica el asesor económico, tiene que ver con la entrega de los dineros por concepto de subsidios del Estado al costo del pasaje, pues a la fecha registran un importante atraso en los pagos. Se les canceló sólo el 90% de lo que correspondía a marzo, el resto está pendiente: “El costo lo están soportando estoicamente los empresarios con todo lo que ello implica”, afirma.
Dice que además esperan que las actuales condiciones de la licitación vigente mejoren, pues actualmente cuentan con la prolongación del decreto 2.246, que rige hasta octubre del 2011, cuyos plazos no permiten el desarrollo del sistema que, por su complejidad, requiere de una mirada de largo plazo.
“Nos preocupa el deterioro de las máquinas entre muchos otros temas, por lo que necesitamos que la autoridad nos dé una señal concreta para trabajar con tranquilidad y modernizar el sistema. Para ello requerimos un plazo de cinco o seis años como mínimo, no de un año y medio como funciona hasta ahora. Tenemos que ser capaces de avanzar en esta materia si queremos un servicio moderno y de mayor calidad”, finaliza Carlos Essmann.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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