Una gran estructura, de 7 metros de alto, que representa a escala real y hasta el último detalle el módulo lunar que en 1969 llegó a la Luna, es la protagonista de esta nueva muestra del CICAT.
El hecho que marcó el término de la carrera espacial, protagonizada por EE.UU. y Rusia, llegó hasta el Centro Interactivo de Ciencias, Artes y Tecnologías (CICAT) de la Universidad de Concepción, con una réplica a escala real del módulo lunar de la mítica misión Apollo 11.
La estructura, de siete metros de alto, está construida con todos los detalles del módulo que el 20 julio de 1969 llegó hasta la superficie lunar con Neil Armstrong y “Buzz” Aldrin a bordo, y permite a los visitantes observar la pieza desde diferentes ángulos.
“Cada muestra del CICAT es una oportunidad de llevar a la comunidad, como Universidad de Concepción, contenido de calidad que alimente el espíritu y curiosidad de niños y niñas, y que se convierta en un panorama imperdible para las familias y los colegios”, comenta Juan Carlos Gacitúa, Director del CICAT.
El Rector de la UdeC, Carlos Saavedra, destacó la importancia de celebrar este hito. “Es valorable el esfuerzo y el desafío científico y tecnológico, pero también la construcción de voluntades, el trabajo en equipo, la capacidad de resiliencia y de sobreponerse a las dificultades que se vivieron durante el programa espacial norteamericano”.
La muestra, denominada Apollo 11, el Gran Salto de la Humanidad, se realizó en colaboración con el Departamento de Astronomía, la Facultad de Ciencias Físicas y la Facultad de Ingeniería de la UdeC, además del Instituto Milenio de Astrofísica, el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA); la Corporación Corcoronel y Lotería.
Los 16 paneles que acompañan la exposición muestran más información, datos curiosos, textos en braille, juegos y detalles relevantes de este proceso, que tenía como objetivo llegar a la Luna antes de finalizar la década, tal como prometió John F. Keneddy en su discurso de 1962.
El astrónomo y asesor científico de la muestra, Ricardo Demarco, comentó: “Este proyecto es un gran ejemplo de que la palabra imposible no debiese existir. Esta era una meta inalcanzable al principio, pero que se pudo lograr gracias al compromiso, dedicación y esfuerzo de un gran número de mujeres y hombres trabajando en pos del mismo objetivo… Es que cuando hay voluntad y se hacen las cosas correctamente, se puede lograr casi todo”.
De martes a viernes, entre 9 y 16 horas, el CICAT recibe a delegaciones escolares. Sábado y domingo, en tanto, está abierto a todo el público, de 13 a 19 horas, y el valor de las entradas es de $ 2.300 para niños y $ 2.800 para adultos.