Colegio Gloria Méndez Briones, de Penco: El espíritu de educar con alegría e innovación

/ 30 de Mayo de 2010

A 21 años de la puesta en marcha de su proyecto educativo, el Colegio Gloria Méndez Briones, de la comuna de Penco, continúa dando muestras de solidez y crecimiento con un equipo visionario y enfocado en la formación integral de sus casi 600 alumnos, desde prekinder a octavo básico.

Enfocarse a la formación integral de sus 600 estudiantes desde prekinder a octavo básico es el acento que ha querido poner a la educación de sus alumnos el sostenedor del Colegio Gloria Méndez Briones, Patricio Martínez Llanos, quien se siente orgulloso de compartir esta tarea con un grupo de profesionales jóvenes y de distintas disciplinas.
Los avances se notan, pues los estudiantes reflejan el cariño que los profesores comparten en la sala de clases. Es, como dice Patricio Martínez Llanos, “una labor de enseñanza que se demuestra en el amor y el concepto de educar con alegría”.
“Creemos que los niños se sienten protegidos y eso es simplemente porque se entiende que hay un compromiso más allá de instruirlos en un salón de clases”, afirma.
Son 45 personas que tienen a cargo la tarea de educar en el Colegio Gloria Méndez Briones, entre docentes, paradocentes y el grupo de profesionales compuesto por una psicóloga, fonoaudióloga, paramédico, psicopedagoga y de otras especialidades que complementan la tarea formativa. Pero lo que más enorgullece al fundador del Colegio es que su propio hijo, Patricio Martínez Méndez, sea también parte de esta misión de enseñar. Él, que está vinculado al mundo de la Arquitectura y como futuro profesional del área, regresó al colegio donde estudió y creció para fomentar la creatividad de los niños con talleres en los que hace un trabajo lúdico y liberador. Ellos están agradecidos y entusiasmados, y prueba de eso es la gran convocatoria que tienen sus clases.
“Para mí es muy gratificante entregar algo a un lugar que es como mi casa, porque aquí crecí, estudié y me recuerda a mi madre. Yo no soy educador, pero les doy herramientas para que ellos puedan hacer lo que quieran con su imaginación. El taller es de ellos, yo soy un guía nada más, pero se sienten tremendamente importantes con la oportunidad”, destacó Patricio Martínez Méndez.

“El ánimo no decayó tras el terremoto”

El sostenedor del colegio, Patricio Martínez Llanos, relata que es muy inspirador ver cómo este grupo de jóvenes profesionales enfrenta su trabajo. Hay un desafío permanente mezclado con la pasión por enseñar y aportar a los niños, que hace que el Colegio tenga hoy una mística especial. “Vienen a trabajar contentos y proyectan eso en los alumnos. Esto ha sido producto de un exhaustivo proceso de selección y de una disposición especial de las profesoras, que han generado una relación muy bonita con los niños. La motivación también ha sido esencial en este proceso”, dice.
Pese a los acontecimientos del 27 de febrero, el ánimo del Colegio no decayó. Se pospuso el inicio de clases para certificar y arreglar los problemas ocasionados por el sismo, tanto en la estructura del establecimiento, como el daño emocional en las personas. El sostenedor indica que hubo terapias para el equipo de docentes para ayudarlos a superar las situaciones emocionales que podría afectar su vida y, por ende, su desempeño como educadores. “Nada comenzó antes de que estuviéramos seguros que estaba todo bien”, indicó, remarcando que el terremoto demostró también la fortaleza espiritual de este equipo de profesionales y de la importancia que tiene su misión educadora con los estudiantes.

Un equipo comprometido

Giannina Oneto es psicóloga infantil y trabaja hace un año en el complejo. Explica que es fundamental su labor en un Colegio de las características que tiene Gloria Méndez Briones. Por la cantidad de alumnos es necesario resguardar la salud mental y orientar sobre problemas conductuales y emocionales del niño, lo cual se complementa con la participación de la psicopedagoga y la fonoaudióloga. “Que los papás vean que hay un equipo que puede solucionar problemas y que esto derive en un mejor comportamiento es fundamental para la confianza en el desarrollo de los niños y en las metas que ellos quieran lograr”, explicó.
Karin Pérez, profesora de tercero básico, enfatiza que el ambiente en que se mueven los niños dentro del colegio es fundamental. “Hay un respeto mutuo, pero no miedo a desarrollar las cosas, porque son muy creativos, preguntan mucho y se sienten en confianza para decir que no entienden”. Lo mismo recalcan las educadoras de párvulos Nicole Mardones y Patricia Morales. “Lo que pasa es que el niño es el eje del Colegio y por ello hay mucha participación de los padres tanto en talleres, reuniones y otras actividades que se realizan dentro del aula. Es decir, hay una integración muy fuerte con la familia”, señalaron.
Cumplir un sueño. Así califica Patricio Martínez Méndez el hacer clases en el Colegio que su mamá creó prácticamente a causa de él. “Yo estoy muy ligado a esto, fui el primer alumno, estoy desde los cinco años deambulando por aquí y volver después de un tiempo a hacer clases es algo muy potente. Patricio es el hijo mayor de Gloria Méndez, fundadora del Colegio que lleva su nombre. Falleció hace algunos años después de una larga enfermedad, pero dejó un legado muy desafiante y hermoso para su familia.
De alguna manera es la quimera que tenía mi madre y siento que hacer un taller es quizás la prolongación de sus deseos. Me satisface mucho ver la alegría con que se trabaja aquí y creo que de alguna forma mi mamá está presente en esa manera que se ha conseguido educar y en el cariño que los alumnos devuelven a todos los que estamos haciendo algo por enseñar”, dijo.

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