Concepción, la ciudad neoclásica que destruyó el terremoto del ‘39

/ 21 de Octubre de 2022

Lo dicen los historiadores y lo retratan las fotografías: la capital regional del Biobío hasta casi entrada la década de los ‘40 era una de las ciudades más bellas de Chile. Pero el terremoto de 1939 dejó en el suelo a sus principales edificios públicos y a viviendas de sofisticada arquitectura, con lo que perdió una fisonomía que por su estética la emparentaba con las principales urbes europeas. Los terremotos de 1960 y del 2010, además del daño que recibió la ciudad en las manifestaciones de la reciente crisis social, la alejaron todavía más de aquella época. A través de fotografías recorrimos la historia que los remezones de la tierra hicieron desaparecer, y la comparamos con imágenes actuales para dar cuenta de los importantes cambios que se produjeron.

+ Fotografías antiguas: Colección personal Alejandro Mihoviloch // Fotografías actuales: José Carlos Manzo.

 El terremoto de 1939 botó gran parte de Concepción. Destruyó el 50 por ciento de sus viviendas y los edificios más bellos de la ciudad, esos que se habían construido durante el periodo de la bonanza generada por la agricultura y por la explotación del carbón, emulando la arquitectura neoclásica.

“Destacaba la calle Barros Arana (que antiguamente se llamaba Comercio). Sus edificaciones tenían balaustradas (postes cortos que sostienen una barandilla, generalmente en una escalera o un balcón), con arcos de medio punto, cornisas, ventanales de madera y puertas elaboradas. Era realmente un lujo que evidenciaba el auge económico de la época”, recuerda el historiador Alejandro Mihovilovich Gratz.

Para demostrar sus dichos, Mihovilovich muestra su colección fotográfica -compuesta por cerca de 42 mil imágenes- que testimonian la riqueza arquitectónica que caracterizó al Concepción de la primera mitad del siglo XX.

Entre foto y foto, relata que de la época de su traslado, en 1751, a su actual ubicación, Concepción solo estaría conservando el pozo de agua que está en el patio de la catedral penquista y el muro de la Iglesia La Merced, ubicada en la calle Castellón. De 1800 es la Diosa Ceres, la escultura de la pileta del centro de la Plaza de la Independencia, que resistió otros terremotos, pero que se doblegó ante la fiereza del 8,8 del año 2010. “Hubo que rehacerla; se hicieron los acantos que con el tiempo se habían perdido, se repararon los tritones, los escudos, se construyeron los faroles, faenas que estuvieron a cargo de la maestranza Rojas, de Santiago, la misma que reparó el O’Higgins de los tribunales y a Martínez de Rozas del parque Ecuador”, explica el historiador.

¿Y qué pasó en 1939? “Ahí se perdieron construcciones valiosas, como los tribunales de justicia que estaban ubicados frente a la plaza; la antigua intendencia, las torres neoclásicas de la catedral, la mayoría de las iglesias: La Merced, San Agustín, Santo Domingo, San Francisco que quedó a maltraer y, posteriormente, se vino abajo. Finalmente, lo que no destruyó este terremoto, terminó botándolo el de 1960”, cuenta Alejandro Mihovilovich.

¿Por qué no hubo reconstrucción? La historia es bien clara en esto, asegura. “Cuando hubo que reconstruir, la gente de la época ya no tenía los medios que sí tuvieron quienes edificaron los más bellos edificios de la ciudad”; aunque ello, expresa, no exime de responsabilidad a quienes deberían haber velado por preservar ese patrimonio. “Ahí está el ejemplo de Dresden, de la que no quedó nada luego de la Segunda Guerra Mundial, pero que los alemanes reconstruyeron ladrido a ladrillo para levantarla tal cual. En cambio, aquí en Concepción hubo una especie de desdén por el patrimonio, no supimos cuidarlo. Por último, se pudo haber esperado a que estuvieran los fondos para reconstruirlo. Pero eso ya es otra historia”.

Primera parada: el Portal Cruz

El Portal Cruz, que se emplazaba en la calle O’Higgins, frente a la plaza de la Independencia, entre las actuales Caupolicán y Aníbal Pinto, era un símbolo de Concepción y albergaba locales comerciales, un teatro y un hotel. En él solía reunirse la alta sociedad penquista, sobre todo jóvenes, quienes, cobijados por sus arcos, departían con amigos o iniciaban sus primeros romances. El terremoto de 1939 destruyó su segundo piso y le quitó todos sus hermosos decorados. A maltraer, siguió funcionando, hasta que un incendio en 1950 le dio la estocada final.

El portal recorría la vereda de la calle O´Higgins, que está al frente de la plaza, desde Caupolicán a Aníbal Pinto.

En ese lugar posteriormente se construyó el edificio donde se ubica la galería Olivieri, un banco, cafés y, por supuesto, el Teatro de la Universidad de Concepción.

Dos caras del Banco de Chile

El terremoto de 1939 también causó estragos en el edificio del Banco de Chile, que estaba ubicado en O´Higgins, en la calle anterior al Portal Cruz, tal como sucede hasta hoy. El banco tuvo que construir un nuevo edificio para su sucursal de Concepción tras 1939. Sin embargo, los planes de ensanchamiento que se tenían para la calle O´Higgins, obligaron a que la estructura se edificara metros más atrás de su ubicación original.

Esta imagen, que muestra el nuevo banco recién construido, permite apreciar el espacio que distancia al edificio que hoy conocemos de su antigua fachada.

 

La unión hace la fuerza

Esta fotografía, tomada desde la Plaza de la Independencia, muestra cómo se realizó la demolición de edificios dañados por el terremoto del ´39. Con cuerdas y “a mano”, la gente colaboraba en la faena de borrar los rastros que esa tragedia había ocasionado en Concepción.

Intento de demolición del antiguo Banco de Chile del centro penquista.

 

La Casa Carlos Brandt

Históricamente, la calle Barros Arana ha concentrado al comercio de la ciudad. En el Concepción de los años 30, destacaban en esa arteria la casa Carlos Brandt, que era un almacén de música y librería. Importaba papel de escribir y envolver, libros en blanco, cartones y también artículos de fantasía, como sus estilosas cigarreras para señoras y caballeros.  La casa Brandt además vendía pianos, acordeones y armonios que traía desde Europa. Cerca de ella se ubicaba la casa Palet.

En la imagen se pueden ver frente a la casa Palet los rieles de la calle Barros Arana (antiguamente Comercio) por donde transitaba el tranvía.

Destrucción en Colo Colo, esquina Barros Arana

Ni siquiera los palacios escaparon de los daños que causó el movimiento de la tierra. Así ocurrió con la fachada del Palacio Hirmas, emplazado en Barros Arana, esquina Colo Colo. Su construcción había terminado recién en 1925. Era un edificio destinado a albergar en su primer nivel a numerosas tiendas y, en el segunda, a la residencia familiar

La fotografía muestra la destrucción que provocó el terremoto en la calle Colo Colo, en el actual Paseo Peatonal. La imagen además evoca los daños que 71 años más tarde ocasionó en ese mismo sector el terremoto del 27/F.

 

Gran Avenida de Concepción

La Universidad de Concepción también ha sido protagonista de los principales hechos históricos de esta ciudad. Esta sigue siendo un lugar abierto a la comunidad. Sin embargo, con el paso del tiempo, ha limitado y restringido la circulación vehicular a ciertas vías de acceso. En la primera mitad del siglo XX, su gran avenida, la calle Enrique Molina -que conduce al Foro- tenía tránsito vehicular, como se puede apreciar en esta imagen.

 

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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