Concepción, una ciudad para jugar

/ 6 de Agosto de 2022

 

Ofrece grandes alternativas para explorar la diversión y la conexión social, donde todas las edades pueden participar, probando desde grandes tableros, cartas que se pueden llevar en el bolsillo, hasta el streaming y las comunidades online. En medio de una revolución digital y una crisis sanitaria, donde el confinamiento es la opción más segura y las telereuniones no cesan, los juegos de mesa y videojuegos comenzaron a ocupar más estantes en los hogares y a recobrar la felicidad de encontrarse solo con el fin de pasarlo bien.

Por Rayén Faúndez/Fotografías: Rodolfo Orrego.
En su natal Alemania, Sarah Bernges recibió su primer juego de mesa, Sagaland, como regalo navideño a los 7 años. Un par de décadas después, aún conserva el tablero, que forma parte de la ludoteca con cerca de 50 títulos que poco a poco ha formado junto a su esposo, Juan Guzmán, en Concepción.
Ambos son fanáticos de los juegos de mesa, y cada fin de semana buscan el momento para, en pareja o junto a invitados, compartir alguno de sus favoritos. Suelen comenzar con juegos sencillos y rápidos, donde explota la risa y la sorpresa para romper el hielo y conocerse un poco más entre los convocados. Son los conocidos party games. Una vez finalizados, la tertulia puede continuar con uno alguno de estrategia, que incluyen tableros, fichas, dados y cartas como parte del pequeño mundo que invitan a conocer en partidas algo más extensas.
Su amor por los tableros y las cartas no es casual. Alemania es considerado la cuna de los juegos de mesa modernos, donde incluso existe el premio Spiel des Jahres (Juego del Año en alemán), una especie de Oscar para estos títulos, y el galardón más antiguo de su tipo, que desde 1978 premia la excelencia en el diseño de estas creaciones.
Para Sarah, los juegos de mesa fueron parte de su cotidianidad, como empezó a ocurrir también en todo el mundo, a propósito de los confinamientos obligados por la pandemia de Covid 19. En esa dinámica, estos se abrieron espacio en muchos hogares. De hecho, al primer trimestre de 2021, un año después de declarada la pandemia, en España se había disparado la venta de juegos de mesa en 20%, aproximadamente. Para la misma fecha, en Chile, según datos de Asmodee Chile -uno de los principales distribuidores a nivel nacional de estos títulos- se registró un crecimiento de un 55% en la adquisición de juegos.
Bien lo dice Pablo González, uno de los fundadores de la tienda de juegos de mesa y puzzles penquista, Planeta LoZ. “Las clases las tenías online, la pega, las reuniones, las juntas con amigos. Todas las interacciones eran virtuales, frente a una pantalla. Y en esa idea de desconectarse y hacer una actividad con quienes vivías, ya fuera familia o amigos, los juegos de mesa fueron una súper buena alternativa. Distraen, son lúdicos, son variados y renuevan el contacto”.
Esta tienda creada en Concepción, en el 2015, marcó pauta a nivel nacional en la popularización de los juegos de mesa. No es la única, porque la ciudad también cuenta con espacios para aquellos fanáticos de las cartas coleccionables, donde la tienda El Calabozo tiene un lugar especial en el corazón penquista, ofreciendo un espacio seguro y amigable para configurar los mejores mazos y luchar frente a frente en torneos organizados de manera diaria. Y si de jugar ser trata, la carrera de Diseño de Videojuegos del Instituto Profesional Santo Tomás abrió en la capital del Biobío un campo y una posibilidad de constante actualización para jóvenes soñadores y gamers, que se conectan en comunidades a través de plataformas de streaming y redes sociales.
Así, la ciudad se posiciona como un territorio ampliamente lúdico. Ya sea mirando una pantalla y en línea, o intentando huir de la virtualidad, con cartas, dados o figuras.

Tarde lúdica
Los juegos de mesa abren un mundo. Puedes ser un pirata, un aventurero, un comerciante, y en otro, simplemente, lanzas un dado y cuentas historias, dice Pablo González. Una de las cosas interesantes, agrega, es que nivelan la cancha para los jugadores, ya que independientemente de la edad o experiencia, un juego de mesa parte usualmente con las mismas condiciones para todos. “Y eso acerca a las personas”, reflexiona.

La tienda El Calabozo organiza torneos de Heroclix de manera semanal.

Fue justamente en esta necesidad de encontrarse y compartir más, en su caso, con sus hijos y su familia, que descubrió los juegos de mesa y decidió, junto a Paulina Fernández, crear Planeta LoZ, una tienda itinerante y organizadora de eventos, actividades, talleres y capacitaciones. “Descubrimos que los juegos de mesa modernos no eran tan conocidos en la zona, y dijimos, tratemos de dar a conocer esto, porque hay un valor inherente en reencontrarnos. Queríamos compartir esa felicidad con más personas”, comenta.
De esta forma, Planeta LoZ inició su vida en 2015 como tienda online de juegos de mesa. Más tarde, con el objetivo de difundir sus maravillas y hacerlos más conocidos, apostó por la itinerancia, organizando intervenciones lúdicas en diversos espacios de la ciudad. “Fuimos la primera tienda itinerante de juegos de mesa. Íbamos a distintos lugares. Los primeros que nos abrieron las puertas fueron la Biblioteca Municipal, el restaurante La Cocina, la librería Qué Leo, y colegios y jardines infantiles. Muchas personas que hoy visitan nuestra tienda física nos dicen que conocieron los juegos de mesa por esos eventos”, relata.
Paso a paso, su popularidad fue creciendo, y hoy se consagran como líderes en la ciudad en la venta de juegos de mesa y puzzles, y también, en la difusión de los mismos, con la Tarde Lúdica en la Biblioteca Municipal, y Beers & Games, en la cervecería La Pinta, actividades que se realizan usualmente los sábado. En cada uno de estos encuentros disponen de una ludoteca con cerca de 400 títulos, desde juegos de cartas, party games, hasta juegos de estrategia y tableros, todos en perfecto estado y disponible para ser probado con libertad por los asistentes.
En su tienda, ubicada en San Martín 478, también está la posibilidad de descubrir juegos o participar de demostraciones. Los más populares son aquellos de formato más pequeño, donde destacan Llama y Quién Fue; y también algunos party games, como Guatafac, un juego de mesa enfocado en adultos, cargado de preguntas incómodas.
“Para nosotros es gratificante ver que somos capaces de poner una ludoteca a disposición de las personas en Concepción, para disfrutar de forma sana, con sus seres queridos, su grupo de amigos, con su pareja. Es muy noble lo que entregan los juegos de mesa, además de su aporte en el desarrollo cognitivo. El juego de por sí es educativo, donde desarrollas habilidades como la memoria o el trabajo en equipo”, cierra Pablo.

Más que un mazo de cartas
El Calabozo, fundada en 2012, es la tienda de juegos de mesa y hobbies más antigua de Concepción. Su especialidad son los TCG, sigla con la que se conoce a los trading card games, o juegos de cartas coleccionables, donde títulos como Yu-Gi-Oh!, Magic: The Gathering, y el chileno Mitos y Leyendas, son los más populares. Tal como su nombre lo dice, son juegos de cartas que se van actualizando año a año, y cuyos jugadores pueden coleccionar formando mazos, con los que luego se enfrentan en torneos donde la estrategia es primordial.

Grupo de amigos jugando Throw Throw Burrito.

 

Alex Fariña es el dueño de la tienda, ubicada en calle O’Higgins 950 B. Llegó a ella como jugador en sus tiempos universitarios, cuando solo era una pequeña ala asociada a otro comercio. Hoy, como dueño, y con un nuevo local en el centro penquista, ha pensado en todos los detalles: desde ofrecer los mejores insumos para cuidar los preciados mazos de cartas, hasta disponer de un lugar seguro y cuidado para los enfrentamientos que se organizan diariamente. Como jugador de TCG, sabe la importancia de que las comunidades en torno a las cartas cuenten con sitios aptos. “Lo que no había antes era espacios. Se jugaba en los pasillos de malls o se conseguían salas de edificios. Muchos jugadores, que en los 2000 jugaron Magic durante su adolescencia, y ahora tienen mayores medios para hacerlo, vuelven a jugar”, relata.
De esta forma, se trata de una gran comunidad que se mantiene, se renueva y se desarrolla al ritmo de las nuevas ediciones de los juegos de cartas coleccionables. “Lo interesante es la interacción y la creación de comunidad. Acá conoces personas, les ves la cara, hay risas, hay un intercambio, y es muy sano. En mi caso, las cartas y los eventos que realizamos al iniciar la tienda me impulsaron a desarrollar nuevas habilidades comunicativas y a enfrentarme a todas mis inseguridades, incluso cuando tenía fobia social. Cada vez que llegan nuevos jugadores los veo y pienso que yo también era así, entonces me esfuerzo por considerarles y hacerlos sentir bienvenidos”, señala Alex.

Semana a semana se calendarizan los torneos, con inscripciones previas y reglas de por medio, los que se anuncian por sus redes sociales. El Calabozo busca también evocar la estética de las cartas y todo lo que hay detrás del amor por coleccionarlas. De hecho, una de las características de este tipo de juegos es que en cada título confluyen diversos elementos: una trama central, diseño de personajes, ilustraciones de excelencia e, incluso, investigación histórica. Estos elementos, unidos, forman un pequeño universo jugable, definiendo así su especial atractivo.

Videojuegos como películas
Fernanda Flores Becerra es la jefa de la carrera Técnico en Diseño de Videojuegos del Instituto Profesional Santo Tomás de Concepción, que existe desde 2016 y es la única de su tipo en el Biobío
Su gusto por los videojuegos se formó desde la infancia, de la mano de su primera consola, una Nintendo 64. Como jugadora y experta en videojuegos, bien sabe de sus atractivos y de por qué son tan populares. “Hay quienes nos gusta sumergirnos en otro mundo. Tenemos una vida, pero los videojuegos dan la opción de vivir otra, de estar en otro mundo, como leer un libro, un comic, ver una película o una serie”.
A esto se suman las infinitas posibilidades que los videojuegos ofrecen, razón por la que existen diversos géneros, desde juegos de batalla, hasta RPG (Role Playing Game o juegos de rol), e incluso juegos enfocados en el bienestar. En esta línea, el último tiempo han cobrado popularidad los llamados wholesome games (juegos saludables), que buscan apartarse de las competencias y combates para brindar una experiencia positiva para el jugador, generando paz y relajación. Aquí, títulos como Stardew Valley, Unpacking o Stray se han vuelto muy populares.

La carrera de Técnico en Diseño de Videojuegos del IP Santo Tomás existe desde 2016 en Concepción. En sus ramos, los estudiantes aprenden a crear mundos virtuales con la ayuda de softwares.

Luego, indica Fernanda, hay un segundo nivel, que es crear estas múltiples experiencias, desde el relato y la narrativa para un videojuego, hasta sus más pequeños detalles de movimiento y jugabilidad. “Los primeros tenían limitaciones, ya que era muy poco lo que se podía contener en un arcade. Sucesivamente, con el avance tecnológico se fueron agregando más cosas, hasta la actualidad, donde los videojuegos son como películas, con grandes gráficas e, incluso, soundtracks. Pero más allá de esos elementos, que son muy importantes, lo que atrapa de ellos son las historias. Esa es la razón de las ganancias que concentra el mundo de los videojuegos, incluso más que el cine o la industria de la música, ya que estos elementos están insertos en los videojuegos”, indica.
Esta amplitud disciplinaria es también la explicación para su popularidad, sobre todo en los últimos años, donde los videojuegos comenzaron a incursionar en la educación y el mundo empresarial. “Algo que me gusta mucho es su versatilidad. Antes era una forma de ocio, como los juegos de mesa, pero ahora se puede utilizar en diversas áreas, como educación vial, salud nutricional, medicina, entre otros. Aprendes jugando, y son herramientas digitales”, explica Fernanda.
Y además, comenzaron a ser valorados socialmente y se masificaron. “Un videojuego te puede rescatar. Hay algunos que han salvado vidas, justamente, porque se encuentran amistades y se forman comunidades. Incluso hoy son considerados un deporte, los llamados e-sports, y las personas pueden generar una carrera en torno a ellos, ya sea compitiendo o compartiendo la experiencia como jugador en alguna red social”, destacó la profesional.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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