Muchas personas padecen de dolores crónicos para los que la medicina tradicional no siempre puede ofrecer una solución satisfactoria. “A veces es muy desilusionante”, sentencia la doctora Dagmar Ramm Meyer, quien hace años inició la búsqueda de nuevos conocimientos y técnicas que le permitieran entregar ese alivio que buscaban sus pacientes.
Su primera opción fue la acupuntura, pero el 2004, en un seminario en Argentina, se enteró de una técnica que la llenó de esperanza respecto del futuro de quienes padecían de dolores crónicos. Se trata de la Terapia Neural, nacida en Alemania en 1925, gracias al desarrollo investigativo de los hermanos Ferdinand y Walter Huneke. “Nuestro cuerpo tiene una historia, un verdadero mapa formado por cicatrices, infecciones, estrés, que rompen nuestro equilibrio natural, pero un simple pinchazo con un anestésico local en el lugar correcto puede devolvérselo”, comenta la médico cirujano, quien explica que este tratamiento consiste en inyecciones que se realizan en puntos específicos del cuerpo para equilibrar “eléctricamente” lo que se ha alterado, gracias a una pequeña dosis de anestésico local diluido que reordena el sistema. “Lo que hace el anestésico es hiperpolarizar, en sólo segundos, el punto donde se inyectó para aliviar el malestar. En la mayoría de los casos el dolor desaparece y mejora la calidad de vida”, especifica la doctora Ramm, quien agrega que es en la boca en donde se encuentra el 70 por ciento de los bloqueos.
“El uso de braquets y los metales, en especial el mercurio en las amalgamas, transforman la zona en una verdadera batería, con desordenes eléctricos que deben volver a su equilibrio, y eso sin olvidar las amígdalas que, por su parte, son un real campo de interferencias que se debe desbloquear”.
Comenta que también que las cicatrices son áreas sensibles del cuerpo, como por ejemplo, la que origina la formación del ombligo, o la marca del brazo dejada por la vacuna de la BCG. “Lo mismo ocurre con el área ginecológica de la mujer, con sus partos y cirugías. Por eso, antes de iniciar el tratamiento es muy importante una muy completa historia clínica del paciente además del examen”, afirma la profesional, que atiende en su consulta ubicada en Janequeo 187, en Concepción.
A través de la Terapia Neural -que consiste en la aplicación de un anestésico local diluido que entrega un ajuste “eléctrico” en diversos puntos del cuerpo- busca mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Puntos gatillo
Otra patología en la que Dagmar Ramm se ha involucrado es el Síndrome Miofascial, en donde busca aliviar el dolor crónico originado en los conocidos “puntos gatillo”, zonas hiperirritables en el músculo esquelético que no responden a ningún analgésico.
La cirujano comenta que la norteamericana Janet Travell mapeó más de 400 músculos donde se puede presentar esta enfermedad y la cual se trata pinchando estos nudos de contracción con agujas, logrando liberarlos y así eliminar el dolor y la impotencia funcional que ocasionan”, puntualiza Dagmar Ramm.
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