DIAGNÓSTICO

/ 15 de Octubre de 2008

Los avances tecnológicos en las herramientas de diagnóstico modificaron rotundamente las formas de determinar las enfermedades. Los juicios basados en pruebas subjetivas, como las sensaciones del paciente y las observaciones del médico, fueron paulatinamente sustituidos por estudios objetivos apoyados en procedimientos de laboratorio y por aparatos mecánicos, electrónicos y digitales que hoy son vitales para el desarrollo de la Medicina.
En esta edición conoceremos su evolución, su historia y las últimas novedades tecnológicas al servicio de la medicina.

Luz de la ciencia médica

La imagenología surgió hace 113 años por un accidente de laboratorio. El físico alemán Wilhelm Roentgen trabajaba en rayos catódicos cuando por casualidad descubrió una energía que no era visible ni conocida en la época. La llamó Rayos X y fue el comienzo de la radiología, técnica madre del diagnóstico por imágenes.
Hacia finales del siglo 19, el diagnóstico médico se realizaba por interrogatorio al paciente, por la palpación y la auscultación. Pero, el descubrimiento de Roentgen fue de tal magnitud que a los pocos meses de conocido en el resto del mundo se comenzó a usar exámenes radiográficos con fines médicos. Se había inventado y popularizado la fluoroscopía. En las siguientes décadas esta especialidad se desarrolló rápidamente. Hernán Flores, Gerente Técnico del Centro de Imágenes del Hospital del Trabajador, explica que además de ver los huesos en patología traumática u osteoarticular “se comenzó a estudiar -con la evolución de las sustancias de contraste- otras estructuras internas como el tubo digestivo, el sistema urinario, los vasos sanguíneos, etc.”
El avance fue radical para la medicina de la época ya que marcó el desarrollo de la radiología. “Esta técnica permitió estudiar al paciente por dentro y con ello el médico pudo hacer cada vez más preciso el diagnóstico de las enfermedades”, puntualiza.

Nace la imagenología

Con los años, los primeros equipos de Rayos X fueron mejorados para hacerlos más eficientes y seguros. Al mismo tiempo se iniciaban otras modalidades de imágenes. Pero fue el progreso de la informática lo que tuvo -y seguirá teniendo- una gran influencia en la radiología.
En 1972, el británico Hounsfield presenta en Londres el primer tomógrafo computarizado (tomografía axial computarizada, también conocida por la sigla TAC o por la denominación escáner), cuya imagen no es analógica como en la radiología convencional, sino digital.
Más tarde, las distintas especialidades médicas comenzaron a aplicar la técnica para sus respectivos diagnósticos. En este contexto aparece el mamógrafo, craneógrafo, cardiógrafo, etc. Cada especialidad fabricó un equipo de acuerdo con sus necesidades.
La resonancia magnética (RM) es la última revolución en este campo. Su gran diferencia con todas las otras técnicas radica en que en lugar de radiaciones utiliza un pulso de radiofrecuencia.
En esta era digital, la placa de Rayos X y su revelado quedaron en el pasado. Hoy los resultados, es decir, las imágenes obtenidas en estos exámenes, pueden ser transmitidas al médico y al paciente mediante un mensaje de correo electrónico o ser grabadas en un CD o DVD. Sin embargo y por costumbre, se siguen imprimiendo.
En cuanto al desarrollo de los equipos, los avances e innovaciones apuntan a la mejora del rendimiento mediante la amplitud de la potencia (medido en unidades Tesla) y aplicaciones de software asociados que permiten obtener más información en tiempo real en forma rápida. Hasta dónde va a llegar la imagenología. Según Hernán Flores el destino de esta técnica está incluso más allá de la imaginación y es muy probable que sigan apareciendo nuevos equipos, más potentes, rápidos y de mayor provecho y beneficio médico.

Laboratorios Clínicos: En camino a los sistemas robóticos

No hace más de 100 años que aparecieron los primeros laboratorios clínicos en el mundo. Su reciente historia como servicio de apoyo al quehacer médico tuvo una notable evolución en los últimos 30 ó 40 años, porque hasta la década de los´60, su aporte como herramienta diagnóstica era todavía limitada. La técnica, muy rudimentaria todos los procedimientos se realizaban en forma manual y se emitían resultados no siempre precisos o confiables para los médicos, quienes seguían basándose mayoritariamente en su diagnóstico clínico y utilizaba los análisis de laboratorio tan sólo como apoyo.
En esa década se produce un cambio radical con la aparición de los primeros equipos automatizados, adelanto que cambiaría el desarrollo y la historia de los laboratorios clínicos. La automatización permitió que los resultados de los distintos análisis fueran reproducibles, más confiables y precisos. Después aparecieron los exámenes de sangre -los primeros análisis hechos en laboratorio fueron los de orina-  que hasta hoy siguen siendo de gran ayuda para el diagnóstico de enfermedades y constituyen el mayor porcentaje de análisis que se realiza en los laboratorios.
La doctora Alejandra Urizar, especialista en Laboratorio Clínico, asegura que la evolución de los laboratorios clínicos se producirá por las vías de la automatización y el desarrollo de nuevas técnicas. “En el tema de la automatización lo más reciente son los sistemas robóticos que realizan todo el procedimiento prácticamente sin intervención humana, minimizando los tiempos y disminuyendo los riesgos biológicos de quienes manipulan las muestras”, explica.
Según la Dra. Urizar, estas tecnologías son de alto costo y por eso aún no están al alcance de todos los laboratorios.  De hecho en Chile sólo hay un par de establecimientos de salud que los tienen.
El desarrollo de nuevas tecnologías, por su parte, irá muy ligado a la Biología Molecular. Se espera poder hacer análisis a través de la piel por exámenes capilares, como por ejemplo por saliva o por lágrimas. Y también se habla de llevar la tecnología al lado del paciente, método conocido como “point of care”, que permite disponer de exámenes en momentos críticos, que ocupen el mínimo de sangre y que entreguen los resultados en menos de dos minutos.

Ecoddopler y mamografías: Dos herramientas esenciales para diagnóstico mamario

La mamografía es  un estudio que utiliza bajas dosis de radiación para detectar y diagnosticar alguna enfermedad de la mama y es la mejor herramienta para identificar el cáncer en el seno antes de advertir los síntomas.
Los médicos son cada vez más optimistas, ya que este tipo de cáncer es curable si se puede pesquisar  en su etapa temprana. Uno de los equipos más modernos disponible en el mercado del diagnóstico es el Contour Plus, de Bennett. Dentro de sus especificaciones, cuenta con un sistema de rotación para mejor posicionamiento y por lo mismo permite acomodar a pacientes de gran tamaño e, incluso, en silla de ruedas.
El doctor Gustavo Díaz Cádiz asegura que éste es un excelente mamógrafo, pero “todo depende de quien lo opere”. Así que los pacientes, además de fijarse en la tecnología del instrumental, deben asegurarse de contar con un profesional experto.
El examen del mamógrafo se complementa también con la precisión del ultrasonido. Según el especialista en diagnóstico mamario, Aliro Bolados Venegas, hay mamas muy fibrosas que requieren la visión más exacta y ésa la brinda una ecotomografía digital.
La tecnología de este instrumental permite hacer capturas volumétricas en 3D y 4D. La primera identifica volúmenes en tres dimensiones y, la segunda, es capaz de captar volúmenes en tiempo real, es decir, capturar movimiento.
La resolución es tan precisa que facilita hacer procedimientos, como la toma de biopsias, sin necesidad de entrar a un pabellón y, en el caso de las ecografías obstétricas,  posibilita ver detalles de los bebés en gestación con todas sus características. Es ideal para descartar malformaciones y para ver por primera vez las facciones del feto.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

SÍGUENOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES