El crecimiento económico de la Región del Biobío en las últimas décadas se ha quedado rezagado respecto del resto del país. Durante décadas fue la segunda en importancia económica luego de la Metropolitana, pero en los últimos años ha sido desplazada por la Región de Antofagasta que hoy vive un boom de nuevos proyectos y actividades productivas ligadas principalmente a la minería. Los ciudadanos del Biobío, por el contrario, sólo observan cómo su economía, dominada por una industria ya madura, no logra satisfacer sus anhelos y requerimientos.
Para revertir la situación es necesario volver a dinamizar los sectores productivos regionales, incentivando la creación de nuevas actividades de mayor potencial y dinamismo, o fortaleciendo las existentes y desarrollando actividades complementarias donde existan ventajas competitivas importantes. La primera opción es riesgosa y más lenta, mientras que la segunda es más fácil de implementar, pues se basa en fomentar nuestras fortalezas.
En este sentido, el Centro de Estudios y Desarrollo Asia Pacífi- co, CEDAP, de la UCSC, ha estado desarrollando estrategias que permitan a las empresas medianas locales comenzar un proceso de internacionalización de sus productos y servicios. Se partió por un proyecto con el sector metalmecánico para maquinaria y equipo orientada a la industria forestal, proyecto que cuenta con el financiamiento del Gobierno Regional a través del Fondo FIC y que tiene por objetivo diseñar una estrategia de comercialización Latinoamericana de productos y servicios de la industria metalmecánica de la Región del Bíobío.
Esta industria regional tiene una larga tradición de prestación de servicios y fabricación de productos y partes para el sector pesquero, forestal y las industrias del hierro y del acero, que le ha permitido obtener gran experiencia y know-how, que a la hora de diversificar le dan una ventaja importante. Particularmente, el sector forestal ha comenzado un proceso de expansión a América Latina, especialmente a Brasil, Uruguay, Argentina y más recientemente a Colombia. Siguiendo el ejemplo de Canadá o los países del norte de Europa queremos diseñar una estrategia que permita que los proveedores locales acompañen a la industria forestal en este proceso. Creemos que es posible, porque el conocimiento existe tras años de trabajo desarrollando soluciones ingenieriles para una industria en expansión. Por ello, la industria forestal es un aliado importante, pues cuenta con un gran prestigio internacional.
Pero el camino no es sencillo, la industria metalmecánica chilena no es conocida afuera, por lo que debe redoblar sus esfuerzos para llegar a sus nuevos clientes y entregar soluciones y un servicio técnico apropiado. Los empresarios locales a su vez han declarado su interés en este nuevo desafío y se muestran optimistas. Después de todo, la Región del Biobío es el corazón de la industria forestal nacional, por lo que es de esperar que su industria metalmecánica profundice este camino.
El proyecto ya está dando frutos, se identificó el mercado al que hay que apostar, el colombiano, con gran potencial forestal pero muy escaso conocimiento de cómo desarrollar el negocio. Ya hay algunas empresas locales haciendo negocios allí y, próximamente, en función del proyecto, una delegación de empresarios viajará a Colombia a establecer relaciones comerciales con potenciales clientes. Esto está recién comenzando, pero los empresarios de la Región tienen mucho que mostrar al mundo.
Andrés Ulloa Oliva
Académico Facultad de Cs. Económicas y Administrativas
Investigador del Centro de Estudios y Desarrollo Asia Pacífico
Universidad Católica de la Santísima Concepción