Experiencia, madurez y desafíos se entremezclan en las dos décadas de una compañía que generó un estilo propio, que le permitió crecer y proyectarse a nivel nacional. Sus principales ejecutivos se conectan con esta historia de tenacidad y audacia, que hoy se expresa en una oferta diversificada e innovadora.
Partió en 1996 como un emprendimiento familiar que, rápidamente, desplegó rasgos que le permitieron ocupar una posición relevante en el mercado inmobiliario penquista.
Ese “lugar querido” –en mapudungún, Aitue- se transformó en una compañía sólida y reputada que en 2007 recibió un importante impulso. Ese año, la familia Stengel adquirió el 50 % de la propiedad de Aitue, y abrió una nueva etapa de crecimiento. “Teníamos suficiente conocimiento del mercado local, sumado a una capacidad para traducir las necesidades en productos competitivos. Entonces apostamos a ir más allá de las fronteras de Concepción, la Región y el propio mercado habitacional”, recuerda Felipe Schlack, director de Empresas Aitue.
Andrés Arriagada, fundador y actual presidente de la compañía, recuerda que esas decisiones generaron nuevos barrios y estimularon el desarrollo inmobiliario. “Nos atrevimos a construir un barrio como San Pedro del Valle, que terminó siendo pilar del crecimiento de San Pedro de la Paz; luego, con Parque Urbano, apostamos por departamentos en Alessandri, y se generó un polo habitacional en esa zona de Concepción; instalamos el concepto de barrio integral en Los Ángeles, nos atrevimos a renovar el mercado de las oficinas a partir de Centro Sur, con lo que se activó un mercado que termina en un centro de negocios como Centro Costanera”, detalla.
Momento actual
Los 20 años encuentran a Aitue en un momento de crecimiento y diversificación. Comercializa una cartera de 16 proyectos en tres regiones, abarcando distintos segmentos con productos que incorporan innovaciones y aportan valor a la actividad constructiva.
“Nos arriesgamos a seguir una ruta poco usual, una inmobiliaria penquista que se instala en otras regiones y ‘se para de igual a igual’ en un mercado tan competitivo como el capitalino. Nos fue bien y ahora estamos trabajando en aumentar nuestra presencia fuera del Biobío y en detectar oportunidades que nos ayuden a seguir creciendo”, adelanta el directivo que representa a la familia Stengel.
Este año, Aitue invertirá UF 2 millones –más de $ 51.600 millones-, uno de los montos más importantes en su historia. Es un plan ambicioso, considerando el ambiente restrictivo que presentará la industria, luego del importante crecimiento previo a la entrada en vigencia del IVA.
En los últimos meses presentó tres iniciativas habitacionales de departamentos para distintos segmentos, entre ellas una que marca su retorno a Huertos Familiares. “En el transcurso de este año sumaremos tres nuevos proyectos en el Gran Concepción: Edificio Valle Las Monjas, Edificio Nahuelbuta, en la Península de Andalué, y Edificio Nuevo Orompello en el centro de Concepción. Además, reforzaremos nuestra presencia en Santiago”, anuncia Rodrigo López, gerente general de Inmobiliaria Aitue.
El ejecutivo agrega que los nuevos proyectos recogen la experiencia de 20 años y conocimiento del mercado, “eso implica incorporar innovaciones en el diseño de los productos o las opciones de financiamiento, pero también ser fieles a nuestros valores fundacionales, lo que se refleja, por ejemplo, en la generación de barrios integrales como San Andrés del Valle”.
Esa capacidad para entender las necesidades, y traducirlas en productos inmobiliarios que terminan generando tendencias, es un rasgo que esperan mantener. 2016 es testigo de la consolidación de Centro Costanera, su apuesta más importante en el rubro de los centros de negocios, con la apertura de Atton Concepción y pleno funcionamiento de sus tres torres. Sin duda, un símbolo de la solidez y posición competitiva que ocupa actualmente.
En cada detalle
Aitue es un emprendimiento que se sigue cultivando como el primer día. No en vano su presidente declara que “emprendimos con cariño, entusiasmo y con un sello de cuidar los detalles en todo ámbito”. En su opinión, esos detalles siguen estando en la calidad del producto y la relación del cliente, pero reforzados ahora por un sentido de responsabilidad social.
Javier Prüssing, gerente general de Constructora Aitue, señala en este sentido que “nuestro principal esfuerzo es realizar proyectos en armonía con el entorno. Nos caracterizamos por implementar buenas prácticas constructivas y mantener una buena comunicación con el vecindario, bajo el alero de las políticas de la Cámara Chilena de la Construcción que nos asesora en estos temas”. Concuerda en ello Rodrigo López, gerente general de Inmobiliaria Aitue, para quien “la relación con la comunidad y nuestros clientes es fundamental. Procuramos que las constructoras que desarrollan nuestros proyectos integren las buenas prácticas que forman parte de nuestra política de responsabilidad social, y nos esforzamos para mantener una relación valiosa con nuestros clientes. De hecho, muchos de ellos nos han acompañado durante estos 20 años, en las distintas propuestas que hemos generado”.
Cerca de 4 mil 400 familias e inversionistas reconocieron esa preocupación por cada detalle. Parte de la épica de este aniversario, sin duda, es renovar el compromiso con ese espíritu fundacional y plasmarlo en nuevos lugares. “Estos 20 años son una historia de tenacidad y audacia para desafiar distintas situaciones, atreverse y crecer. No habría sido posible sin el aporte de buenos socios y buenos colaboradores, para acumular aprendizajes y un conocimiento excepcional del mercado”, reflexiona Andrés Arriagada.