Espacio público

/ 25 de Mayo de 2016
col-eric aedo
Eric Aedo Jeldres Seremi Bienes Nacionales Región del Biobío

El espacio público estructura nuestra vida cotidiana. En él nos desplazamos, nos recreamos, nos encontramos como ciudadanos. En él realizamos desde actividades necesarias, como ir al trabajo o a estudiar, hasta otras más trascendentes, como la socialización con otros distintos a nosotros e, incluso, lo usamos para debatir temas públicos. De él también nos proveemos de servicios tan básicos como el aire- espacio aéreo- o como el agua, que obtenemos de ríos, que también son espacios públicos.

Es el lugar de todos, y por ello a veces pareciera que fuera de nadie. El Estado tiene una responsabilidad principal en su cuidado y en garantizar el derecho universal de la ciudadanía a su uso y disfrute.

También, en nuestro rol como ciudadanos, tenemos el derecho de utilizarlos y servirnos de ellos, lo que implica una responsabilidad en su cuidado y protección. Cuando no los valoramos, no los cuidamos y, finalmente, los perdemos, se transforman en espacios abandonados, inaccesibles e inseguros.

Conforme ha devenido nuestra historia, hemos sido testigos de cómo también se han creado espacios pseudo públicos, que se rigen bajo parámetros comerciales, como “plazas”, “patios” y galerías de centros comerciales o malls, los que surgieron por la necesidad de dar un servicio de mejor estándar, más seguro y accesible. Ello nos llama a la reflexión sobre qué tipo de espacios públicos estamos creando y si éstos generan suficientes lazos de pertenencia con la ciudadanía, de manera tal que ésta los valore y cuide para el disfrute de todos.

Al hablar de espacio público viene a nuestra mente la plaza, el parque, la calle; pero existen otros sobre los cuales debemos también atraer la atención de la ciudadanía: las playas del mar, los cauces de los ríos y esteros, lagos y lagunas también son espacios públicos.

En el caso del Gran Concepción es de especial importancia tener presente estos espacios públicos, no sólo porque estamos rodeados de ellos, sino también porque nuestros espacios públicos construidos, por nuestra condición sísmica, se reconstruyen cada 50 años, perdiendo cada cierto tiempo el sentido de pertenencia e identidad. En este contexto cobra especial relevancia nuestra relación con los espacios públicos naturales, que conforman parte de nuestra  identidad como pencopolitanos.

El último tiempo hemos constatado que el río Bío Bío, el principal espacio público de la Región y del Gran Concepción, ha sido intervenido con rellenos que reducen su cauce, poniendo en peligro a la ciudadanía por los desbordes que éstos pudieran provocar y no permitiendo el acceso ciudadano a las playas del mismo.

Ante ello no permaneceremos impasibles, y usaremos todas las herramientas a nuestra disposición que permitan resguardar este espacio de todos.

Quiero también invitarle a ser partícipe del cuidado de lo nuestro, ejerciendo su derecho a usarlo y tomando conciencia de su valor, de manera que cuando nuestros hijos nos pregunten qué hicimos por cuidarlos, podamos responder con claridad: “Hicimos lo correcto”.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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