Investigadores del Departamento de Biología Celular lograron diferenciar a cartílago células madre extraídas de la médula ósea. Este es el resultado de un proyecto pionero en Chile cuyos alcances abren camino a la medicina del futuro.
Hace tres años, la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción (UdeC) fijó como meta crear un Centro de Ingeniería de Tejidos, es decir, contar con el conocimiento y la tecnología para trabajar con células madre, diferenciarlas a determinados tejidos y transplantarlos a pacientes con órganos dañados para conseguir su recuperación. No pasó mucho tiempo para que un equipo multidisciplinario del Departamento de Biología Celular planteara el proyecto que hoy se convierte en el primero en el área en obtener resultados positivos y con un enorme potencial de desarrollo médico y comercial.
La propuesta consistía en la generación de cartílagos articulares diferenciados in vitro a partir de células madre de médula ósea extraídas de un paciente con daño en sus articulaciones. El nuevo tejido sería trasplantado al mismo paciente (trasplante autólogo) para reparar la lesión.
Francisco Nualart, PhD. en Biología Celular y Molecular y miembro del equipo de investigación, explica que mediante pruebas en animales “se comprobó que la tecnología y el conocimiento desarrollados para generar cartílago articular in vitro a partir de una célula madre diferenciada es correcta. El siguiente paso es probar el procedimiento en humanos”. Para ello los investigadores ya están elaborando un segundo proyecto y esperan contar con el apoyo de las instituciones para continuar con este importante hallazgo que sienta las bases de lo que se conoce como la ciencia del futuro y que tiene como protagonista a los transplantes autólogos de tejido diferenciado a partir de células madre.
Solución definitiva a problemas articulares
Son muchas las personas en el mundo que tienen problemas en rodillas y muñecas. En numerosos casos se trata de daños en el cartílago articular, cuyas heridas no se pueden regenerar, lo que les provoca mucho dolor y molestias.
Existen tratamientos quirúrgicos que intentan solucionar este problema, pero son terapias que en un plazo de 3 años requerirán una nueva intervención. De ahí la relevancia de probar el cartílago auricular diferenciado a partir de una célula madre en humanos. Con él se conseguiría una recuperación definitiva porque el injerto es biológicamente compatible con el paciente.
Y ahí no paran las bondades de este proyecto. Con los recursos reunidos para su realización, se compró un equipo de artroscopia para cirugías mínimamente invasivas. El aparato fue dado en comodato al Hospital Traumatológico de Concepción -que carecía de este equipamiento- y a la fecha ha realizado más de 200 operaciones. Es decir, el proyecto de investigación generó un procedimiento y un producto que puede ser patentado con enormes repercusiones comerciales y de desarrollo tecnológico, ya que es un tratamiento que generaría recursos para los centros de salud. Sin embargo, éste ya ha generado un beneficio para la comunidad.
Apoyo al desarrollo científico
La investigación demandó recursos por 325 millones de pesos. Los investigadores presentaron el proyecto a Innova Biobío a fines de 2005 y el fondo estatal para la innovación apoyó la iniciativa financiando el 60%. El Laboratorio Recalcine sumó recursos en conjunto con la universidad.
Andrés Viveros, Director de la Agencia de Innovación y Desarrollo Productivo, comentó que cuando se presentó esta iniciativa al fondo Innova Biobío, vio con entusiasmo que académicos con alto grado de conocimiento -como los de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UdeC- quisieran vincular su capacidad de investigación con la generación de negocios y el desarrollo productivo. “Siempre hemos buscado generar mayor acercamiento entre el conocimiento que se genera en las universidades. Pensamos que sus investigaciones pueden tener un impacto económico importante para los sectores industriales o de negocios y que sea un desarrollo que se quede en la Región”.
Este proyecto es parte de las propuestas de la UdeC que han contado con el apoyo de Innova Biobío. Entre ellas, destaca la iniciativa emanada por investigadores de la Facultad destinada a crear una piel sintética, también llamada biopiel. Se trató de un nuevo producto generado a partir de una sustancia extraída de la caparazón de los cangrejos. Esa investigación permitió la creación de una empresa y un nuevo producto que actualmente se comercializa por un laboratorio farmacéutico.
“Esperamos que este proyecto supere al anterior y del mismo modo sean aún mayores los beneficios para el equipo investigador, la universidad y la comunidad”, concluyó el directivo.