Una de las repercusiones más graves de la actual crisis económica que está viviendo el país es el fuerte aumento de la desocupación. En efecto, de acuerdo con las últimas cifras del INE, la tasa de desocupación a nivel nacional subió al 9,8% de la fuerza de trabajo para el trimestre móvil febrero-abril. La encuesta de empleo de la Universidad de Chile, por su parte, muestra una tasa de desocupación de 12,8% en marzo de 2008 para el Gran Santiago.
La fuerte caída de la actividad económica en el primer trimestre de 2008, que alcanzó al -2,3% del PIB, de acuerdo con cálculos preliminares del Banco Central, y que podría revisarse definitivamente a niveles cercanos al -3% cuando se tengan los datos definitivos, indica que la economía Chilena está sufriendo en forma importante el impacto recesivo de la recesión internacional. Caídas del producto de esta magnitud producen normalmente una destrucción de empleos que podrían llegar incluso a igualar la caída del PIB. Afortunadamente esto no ha ocurrido hasta el momento. Las cifras del INE muestran una caída en la ocupación de -0,5% en doce meses, si bien el empleo asalariado muestra una caída algo mayor de -0,9%. Por su parte, las cifras de la Universidad de Chile sí muestran una caída en la ocupación de -3,1% para el Gran Santiago, a un nivel similar a la caída estimada para el producto.
Una posible explicación de la diferencia de números que presentan ambas encuestas se debe a la distinta definición utilizada de lo que constituye desocupación. El INE considera como ocupados a todas aquellas personas que han trabajado al menos una hora en cualquier actividad durante la semana anterior. La Universidad de Chile considera como desocupados a quienes se autodefinen en esta condición. Es posible que la destrucción de trabajos sea parecida a la que sugerida por la Universidad de Chile, pero muchas personas realizan otras actividades mientras buscan trabajo. Por ello son clasificadas como ocupados por el INE. Sin embargo estas personas se autocalifican como desocupados, de acuerdo con la Universidad de Chile. Esto significa que muchos empleos que se perdieron estarían siendo reemplazados por empleos precarios. Una evidencia indirecta de ello es el aumento registrado por el INE de 2% en los trabajadores por cuenta propia.
¿Que se puede esperar en los próximos meses? Desafortunadamente, las perspectivas en materia de ocupación no son buenas. Una recesión que debiera extenderse durante todo 2002, con una caída del PIB del orden de -2%, debería destruir alrededor de cien mil puestos de trabajo durante 2009. Por otro lado, una fuerza de trabajo que crece a razón de 1,9% anual, debería incorporar alrededor de 140 mil trabajadores adicionales al mercado laboral. Esto significa que a diciembre, el número de desocupados debería ser 240 mil personas adicionales a los que ya se encontraban sin trabajo a fines de 2008. Esto significa que el total de personas desocupadas a fines de año debería bordear las 800 mil de acuerdo con la definición del INE, y alrededor del millón de acuerdo a la definición de la Universidad de Chile.
Erik Haindl Rondanelli
PhD (c) in Economics
Master of Arts in Economics
Decano de Economía y Negocios
Universidad San Sebastián