La calidad de una ciudad se relaciona con un sinfín de condiciones o cualidades a las cuales ésta debe responder, tanto tangibles como intangibles, tanto materiales como inmateriales. Dentro del primer aspecto caben, como principales condicionantes, el espacio público (que incluye las áreas verdes) y la arquitectura. Frente a la obra arquitectónica, la atención se ha enfocado principalmente en lo patrimonial, que es la herencia construida de la comunidad.
Para lograr esa condición, es importante que la misma comunidad lo perciba así: como un valor heredado y, por lo tanto, propio, lo que conlleva un sentido de pertenencia y vínculo para generar una debida valoración y consecuente cuidado.
Sin embargo, dentro del valor arquitectónico, cabe otro grupo, más complejo de fundamentar o justificar, que es la arquitectura reciente o contemporánea. Esa complejidad reside principalmente en el objetivo del arquitecto frente a lo que será la estética de la obra la que, muchas veces, sobrepasa los valores de la comunidad. Con el paso del tiempo, sea por el tardío entendimiento de la propuesta formal o, simplemente, por acostumbramiento, ésta empezará a dar un merecido o inconsciente valor.
Ahora bien, independientemente de la postura del ciudadano como observador o usuario, se estima imprescindible que esté informado antes de emitir un juicio. Y es allí donde la comunidad de arquitectos-académicos debe intervenir con mayor fuerza. La vinculación de este mundo con la comunidad debe estar también enfocada en la educación. De esta forma logrará entregar las herramientas adecuadas para emitir un juicio justo y válido, tanto del patrimonio aún existente como de la arquitectura actual.
Por dicha razón, se destaca el logro de la Escuela de Arquitectura de la USS que, apoyada por Vinculación con el Medio USS, publicó una guía de arquitectura que engloba todos los periodos, estilos y movimientos como un primer paso de crucial importancia.
Es un aporte ineludible, pues está dirigido a un lector no especializado en la materia, ofreciendo información gráfica y textual, cuyo lenguaje y estilo permiten un real entendimiento de la arquitectura.
Fruto del trabajo bien hecho, esta primera “Guía de Arquitectura del Gran Concepción, volumen 1: el Río Biobío” ofrece información sobre las 94 obras arquitectónicas más relevantes construidas en Concepción, Hualpén, San Pedro de la Paz y Chiguayante entre 1850 y 2017. Las zonas urbanas que bordean la Bahía de Concepción serán materia de futuras ediciones.
Ahora bien, el esfuerzo debe llegar a la comunidad y esto se logrará presentando la publicación a través de diferentes instituciones tanto públicas como privadas.
De este modo, queremos traspasar el contenido de la primera Guía de Arquitectura a cada visitante y habitante del Gran Concepción.