Inmuebles de lujo: Tendencia en desarrollo

/ 25 de Marzo de 2019

El mercado inmobiliario se expande y esta área que si bien es más de nicho, hoy se asume en el Gran Concepción como un desafío de tendencia. El concepto involucra sumar metros cuadrados, asociar tecnología en su implementación y un entorno de excepción.

Edificio Junge, de Aitue.


El mercado del lujo también toca la puerta inmobiliaria y es, pensando en ese segmento socioeconómico, que nuevos proyectos apuntan a satisfacer aquel requerimiento particular. Entre las exigencias están más metros cuadrados, uno o dos departamentos por piso, full equipamiento interior, terminaciones y tecnología de alta gama.

Ubicados preferentemente en los sectores de El Venado o Pedro de Valdivia en el Gran Concepción, estos proyectos pueden sobrepasar los 10 millones de dólares, ofrecer pent-house de 600 metros cuadrados y un entorno natural cuyas peculiaridades cautivan a sus compradores.

Los clientes que se interesan en ellos buscan experiencias satisfactorias, espacios cómodos para disfrutar, con un diseño pensado en desplazamientos que permitan el diálogo entre una y otra habitación, y la sensación de amplitud. Por el exterior, grandes accesos, zonas de espera, áreas verdes y una arquitectura de vanguardia que sea un aporte para ciudades que de forma natural han sido privilegiadas con un entorno que permite vistas a ríos, a lagunas y al mar.

Exclusividad, estilo y amplitud en espacios

Detalles como la privacidad, seguridad y tranquilidad también son factores importantes a la hora de invertir en este tipo de proyectos. Para Francisco Aros, gerente comercial de Aitue, el concepto de vivir en un inmueble diseñado a partir del lujo está orientado a satisfacer a un grupo de clientes con gusto y estilo de vida refinado, y que tiene la expectativa de que ese gusto y estilo se transmita en su departamento.

A menudo son profesionales consolidados que buscan un adecuado equilibrio entre la comodidad de una casa y la seguridad de un departamento. Y también suele tratarse de parejas adultas que buscan una vivienda más pequeña, porque los hijos ya se fueron de la casa.

 

Edificio San Ignacio,
proyecto desarrollado
por Pablo Bravo.

Definitivamente, destaca, es un segmento que aprecia muchísimo la exclusividad de la ubicación, pero que a su vez estén conectados a servicios y con un entorno natural que es sinónimo de calidad de vida.

A modo de resumen, Aros explica que lo que se busca en un inmueble de lujo son espacios amplios, con una altura por sobre el estándar, muy bien iluminados, “que generen una percepción de estar en un recinto mucho más grande de lo que ya es”. Como descripción, agrega que las terrazas alcanzan hasta los 100 metros cuadrados, en el caso de los pent-house con vistas panorámicas, y como se trata de departamentos exclusivos, a menudo los ascensores son de uso particular.

Calidad constructiva y de terminaciones

Para el desarrollador inmobiliario, Pablo Bravo, el concepto lujo se traza a partir de la calidad. “Si no existe calidad en la construcción, en los materiales y en las terminaciones, entonces no es de lujo”, afirma categórico.

Agrega que los detalles hacen una gran diferencia y un comprador más informado hoy exige y sabe lo que quiere; por su parte, el mercado también tiene claro que existe un segmento que está dispuesto a pagar por ello, especialmente si se sitúa junto a un buen entorno, pues hoy en día se valora muchísimo la naturaleza, ya que  otorga calidez y cercanía al proyecto.

Pablo Bravo explica que en los desarrollos en que él participa destaca el uso de dos losas que dividen un departamento de otro. “También enlucimos en yeso en el ciento por ciento del departamento y del edificio, esto es, muros y losas, incluyendo la caja escala”, dice, puntualizando que el trabajo de las molduras instaladas en los departamentos en particular y en el edificio en general, son de yeso y hechas a mano. Algo no menor en el rubro, pues implica una dedicación exclusiva que finalmente entrega un elemento diferenciador. “Además, el 97 % de nuestros muros son de hormigón armado, algo que es muy caro; sin embargo, lo hacemos pensando especialmente en nuestros clientes, pues dura para toda la vida”, puntualiza.

La distribución de los espacios es otro punto a considerar, debido a que cada proyecto es distinto y está pensado en un cliente diferente. Lo ideal es priorizar la privacidad y la amplitud de éstos, dando énfasis a los lugares más transitados diariamente, como cocina, living comedor, estar familiar, terraza, dormitorio y baño principal.

 

Edificio Junge, de Aitue.

“La regla es utilizar los mejores materiales del mercado, no tan sólo de Chile, sino también de nivel mundial y, obviamente, que estén a la vanguardia; es el caso de nuestras cocinas importadas directamente de Alemania, que además vienen totalmente equipadas con la marca Miele”, agrega.

El complemento para generar la atmósfera adecuada en los espacios de lujo es la iluminación. Ésta debe ser exclusiva y elegante; por eso, se privilegia el uso de focos LED embutidos, en gran cantidad y tamaño. Se suma la utilización de termopaneles con doble laminado acústico, que muy pocos utilizan en Chile.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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