A principios de octubre, en la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción analizamos, junto a los medios de comunicación, el comportamiento de la economía regional, desde una perspectiva optimista, pues creemos que tenemos condiciones para seguir avanzando. Si revisamos los datos del PIB regional, entre 2008 y 2013, vemos que nuestra economía durante el 2011 tuvo un crecimiento importante en todos los sectores de la economía, como Manufacturas, Electricidad, gas y agua; Servicios, Construcción, Comercio y Pesca, buenos índices que se debieron, entre otras razones, a la recuperación tras la caída del 2010 (por el 27F), y que da cuenta de nuestra capacidad de levantarnos rápidamente.
Tras ello, nuestra Región ha sostenido positivamente el nivel alcanzado en 2011, al estar viviendo un proceso de transformación productiva, donde la industria manufacturera, principal actividad económica regional, presenta problemas, pero que, sin embargo, recibe inversiones de otras áreas, como la agroindustria, el sector forestal, la generación de energía y los servicios, los que logran impulsar a la Región. Por esto, es prioritario impulsar inversiones que permitan compensar a los sectores que pierden fuerza, y que son fuente de empleo y bienestar en la zona.
Actualmente, existen cinco proyectos de empresas dispuestas a invertir en la Región, cuatro de los cuales ya han realizado sus estudios y cuentan con aprobación ambiental, las que consideramos tremendamente importantes para el desarrollo regional. Se trata de la construcción de MAPA, Modernización y Ampliación de la Planta Arauco; de Santa María II, de Colbún, y de la Central Hidroeléctrica Ñuble, de Eléctrica Puntilla; el funcionamiento Bocamina II, de ENDESA, y la aprobación -tras ingresar a evaluación ambiental- de la Terminal de GNL, en Penco-Lirquén, que incluye la termoeléctrica en Bulnes, de BioBio Genera.
Estos proyectos, altamente tecnológicos, que suman poco más de 4.200 millones de dólares de inversión, siguen la tendencia mundial en cuanto al cuidado del medio ambiente, es decir, se trata de industrias sustentables, generadoras de empleo (cerca de 1.200 puestos permanentes y un promedio de 8.200 empleos transitorios en la etapa de construcción), y benefician a un sinnúmero de pymes en la cadena productiva.
Alcanzar un mayor desarrollo regional es tarea de todos, públicos y privados, de quienes debe emanar el interés real de concretar estas inversiones, por lo que no nos queda más que alentarlos a iniciar lo más prontamente estos proyectos.