Velar por un adecuado equilibrio entre el valor social del suelo urbano y el valor de cambio de éste es un deber irrenunciable de cada ciudadano que aspira a una Región con mayores niveles de integración, participación y respeto de su identidad.
Muchos son los desafíos que hoy lleva adelante el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en la Región. Uno de ellos es aportar de manera real y concreta a la reactivación económica del Biobío, a través de programas de construcción de viviendas y equipamiento urbano.
En este contexto, el Programa Extraordinario de Reactivación Económica e Integración Social impulsa la construcción de 42 proyectos habitacionales en la zona, donde se privilegian emplazamientos en lugares céntricos, con acceso a servicios públicos como salud, educación y transporte, logrando disminuir la desigualdad y la segregación socio-espacial que muchas veces conlleva la dinámica del mercado de suelos.
“Los proyectos se encuentran en plena ejecución, generando 19 mil empleos adicionales para 7.855 soluciones habitacionales, y una inversión de $ 220 mil millones. De esta forma aportamos a la reactivación económica y a aspectos cualitativos, permitiendo que en un mismo lugar convivan familias vulnerables y aquellas que puedan contraer un crédito con la banca, potenciando la integración”, señala el Seremi de Vivienda y Urbanismo, Jaime Arévalo.
Los espacios públicos no discriminan a nadie
Rescatar la cultura, el patrimonio, preservar el medio ambiente, promover la accesibilidad universal y generar más áreas verdes son también parte de los grandes desafíos que definen la puesta en escena del Minvu en relación a los espacios públicos. En este nuevo enfoque, la Presidenta Michelle Bachelet comprometió la construcción de cuatro parques urbanos temáticos en el Biobío, que reconozcan la cultura y la identidad donde se emplazan. Así, el parque del Carbón, de Lebu, fue inaugurado el 2015. Los parques Estero Quilque, de Los Ángeles; Costanera Río Vergara, de Nacimiento, y Humedal Los Batros, en San Pedro de la Paz, actualmente están en proceso de diseño.
Cambio de paradigma
El Humedal Los Batros, que inicia obras en marzo de 2017, se enmarca en la nueva institucionalidad ambiental, que apunta a la protección, conservación, recuperación y manejo sustentable del patrimonio natural. El compromiso del Minvu permitirá dar un salto cualitativo en el cuidado de la biodiversidad, generando una adecuada conciencia ciudadana, principalmente en las nuevas generaciones.
En cuanto a la accesibilidad universal, Concepción posee el primer parque inclusivo de Chile: el Parque Ecuador, lugar que recibe diariamente a familias, niños y personas con capacidades diferentes, ya que está acondicionado para que todos puedan disfrutar de los juegos y el esparcimiento.
“Construir más y mejores proyectos, abiertos a la ciudadanía y con un alto nivel de participación ciudadana profundizan nuestra democracia ya que las obras se nutren de lo que nos es propio. Hay que destacar que estos espacios públicos mitigan la escasez de metros cuadrados existentes en las viviendas, permitiendo el encuentro y el diálogo, aspectos que se vinculan con mayores niveles de felicidad de las familias”, indica el Seremi.
Diez años de Quiero mi Barrio
Han pasado 10 años desde el inicio de una de las iniciativas más emblemáticas del Gobierno de la Presidenta Bachelet: el Programa Quiero mi Barrio, que tiene como objetivo recuperar el tejido social y físico de los barrios, primera unidad de las ciudades. Desde su creación, el Minvu ha intervenido 58 barrios en la Región, con una inversión de $ 55 mil millones, recursos que han permitido importantes proyectos de gestión social y mejoramiento de infraestructura urbana.
“Cada intervención resume las expectativas, anhelos y sueños de miles de personas que, a través de este Programa, sienten que son parte de un relato país que los incorpora de manera objetiva en un proceso de construcción conjunta en lo que se refiere a una política pública que promueve al ciudadano como primer motor de participación y desarrollo. ‘Estamos aprendiendo a escuchar lo que canta el lugar’ (…)”, cita Arévalo.
Hoy el Programa se potencia al incorporar el ámbito habitacional. Es decir, no sólo se trabaja en el espacio público, sino también en mejorar las viviendas que forman parte del barrio, permitiendo así intervenciones integrales que fomentan la identidad, generando una importante masa crítica de actores sociales que garantizan una proyección y sostenibilidad en el tiempo.
El aporte de este Programa fue reconocido a nivel internacional por las Naciones Unidas, a través del Premio Dubai 2015, como una de las 48 mejores prácticas de política pública a nivel mundial. Para Arévalo la distinción refuerza la idea de que “re-crear en una perspectiva más justa y solidaria nuestro país es el camino a recorrer en el siglo XXI, llamado por muchos la era de las ciudades”.