Poniendo a los habitantes de la comuna como centro de su administración y gestión, José Antonio Rivas avanza en su primer periodo como alcalde de Chiguayante, trabajando arduamente por lograr engrandecer y modernizar a la comuna.
Convencido de que “la sola opinión no genera cambios, y que éstos deben llevarse a cabo por medio de la acción”, José Antonio Rivas, alcalde de Chiguayante, junto a su equipo, trabaja día a día por dotar a la comuna de una identidad propia, a la vez que lograr avances y mejoras que vayan en directo beneficio de sus habitantes y del incremento cualitativo en su calidad de vida.
Así, en estos tres años, el alcalde ha centrado su accionar en cuatro grandes ejes: educación, salud, seguridad y conectividad, logrando a la fecha alcanzar una inversión pública histórica de más de 30 mil millones de pesos. Sin embargo, su meritoria gestión no sólo se ve reflejada en la realización de macroproyectos de infraestructura, sino también en su forma de relacionarse con la comunidad, haciendo eco de un sello alcaldicio marcado por su carácter social, cercano, participativo, “de diálogo y respeto”. Prueba de ello es el trabajo realizado con las organizaciones comunitarias, donde se ha logrado -en tres años- pasar de 20 juntas de vecinos activas a la creación de 37, hoy formalizadas y en pleno contacto con el municipio. “Esperamos que estos avances sean una suerte de radiografía que muestre nuestra responsabilidad política y el gran compromiso que sentimos, como gobierno comunal, con nuestros vecinos. Son ellos el sujeto con el cual interactuamos a diario y nuestra principal motivación para seguir creciendo, pues estamos convencidos de que estas obras son el inicio de un salto cualitativo que ya hemos iniciado en Chiguayante”, sostiene José Antonio Rivas.
Y así parecen notarlo los habitantes de la comuna, pues en la última encuesta, realizada a fines de 2015, el municipio obtuvo altos puntajes en credibilidad, con un 65 % de los ciudadanos aprobando la gestión municipal y un 55 % apoyando la reelección del alcalde. “Estamos bien evaluados por la ciudadanía, no sólo por lo que muestran las encuestas, sino porque así me lo dice la gente en la calle, cuando me felicitan por lo logrado y por el buen servicio que prestan nuestros funcionarios. La gente ha constatado que, de verdad, buscamos representarlos, que las cosas que ofrecemos es porque pensamos cumplirlas, y que somos consistentes en nuestro quehacer. Cuando ganamos las elecciones municipales la gente quería grandes cambios en Chiguayante, querían recuperar su ciudad, verla crecer, y hemos hecho todo lo que está en nuestras manos para lograrlo. La gente lo sabe, y por eso me respalda. Esto no es sólo mérito mío, sino también de cada uno de nuestros colaboradores que realizan, día a día, un trabajo altamente profesional y comprometido con la comuna y sus necesidades”, afirma el alcalde Rivas.
Cultura y Educación, claves del crecimiento
En estos últimos tres años, el despegue de Chiguayante ha sido notorio, pero no sólo ha crecido en obras, sino también en temas intangibles, como el potenciamiento de actividades culturales y recreativas, lo que ha traído aparejada una fuerte inversión en habilitación de espacios públicos. De hecho, el Índice de Calidad de Vida Urbana 2015 posicionó a Chiguayante en el primer lugar regional en el ítem Condiciones socioculturales. “Creemos que la ciudad debe crecer teniendo como centro el desarrollo integral de las personas. Por ello, no sólo hemos trabajado en mejorar la salud o la educación, sino también la socialización de nuestros habitantes, buscando que se dé en un contexto cultural. Chiguayante no sólo es cuna de liderazgos, como nuestro intendente o el Presidente de la Corte Suprema, y de grandes emprendedores, como Ángelo Cares, creador de una empresa dedicada al desarrollo de proyectos tecnológicos y que, incluso, ganó un concurso de la Nasa, sino también de grandes artistas. Esto nos obliga y compromete a generar espacios para que esos talentos se desarrollen. En este sentido, próximamente comenzaremos la construcción de un centro de artes escénicas para 250 personas, con una inversión de $ 1.200 millones”. Agrega que, además, gracias a la creación de la oficina de la Cultura, han logrado generar una nutrida y variada agenda cultural que ha cambiado el estándar de Chiguayante, que pasó de ser una ciudad dormitorio a una comuna en la que sus residentes y visitantes pueden disfrutar de múltiples actividades culturales y artísticas, de alto nivel, todo el año. Pero el alcalde y su equipo piensan en grande, y ya proyectan la creación de un teatro, una corporación cultural y un gran estadio ecuestre, que permita recuperar esta tradicional disciplina para la comuna. Además, siempre preocupados de alcanzar un desarrollo sustentable, siguen trabajando para recuperar plenamente la Reserva Nonguén, la que en un futuro próximo se erigirá como Parque Nacional.
De la misma forma, con inversiones que superan los $ 1.188 millones en infraestructura, el municipio ha hecho grandes esfuerzos para mejorar la educación, donde no sólo ha logrado fortalecer el nivel medio, especialmente la educación técnico profesional; mejorado implementación e infraestructura de escuelas y liceos de la comuna y actualizado mallas curriculares, sino que, siguiendo su sello social, ha invertido en potenciar la organización de Centros de Padres y de Alumnos. Asimismo, el municipio aspira a instalar en la comuna niveles de formación superior. “Hemos establecido alianzas y convenios con algunas universidades en la búsqueda de instalar ciertas carreras del área tecnológica y de turismo en la comuna, o ayudar a que jóvenes chiguayantinos estudien en Concepción y luego vuelvan a trabajar acá, lo que nos permitiría tener capital humano especializado que trabajara aquí mismo, en distintas áreas. Hoy, gracias a la Reforma, 45 % de los estudiantes que ingresan a la educación superior estudiarán con becas, lo que implica un salto cualitativo en la historia de Chile. Eso es algo que hay que valorar, apreciando la real relevancia de esta medida, que viene a darle un sello integrativo, democrático y social a la educación”, enfatiza.
El jefe comunal también quiso referirse a la aprobación en el Congreso del proyecto de ley que crea el Plan de Formación Ciudadana y Derechos Humanos en todos los establecimientos educacionales del país, que conlleva el regreso de la asignatura de Formación Ciudadana a terceros y cuartos medios. “La historia nos ha enseñado que las sociedades se mueven con liderazgos y, si bien muchos nacen con ciertas cualidades o sueños de mejorar las condiciones de sus semejantes, a los líderes hay que formarlos y potenciarlos, y son las sociedades las encargadas de hacerlo. En ese sentido, este proyecto es una buena respuesta a esa necesidad. Creo que en la medida que los jóvenes tengan claras sus responsabilidades sociales, tendrán mayor convicción de que votar es un deber cívico y acudirán masivamente a las urnas o, mejor aún, se sentirán llamados a ser parte del proceso y optarán a cargos públicos. En este ámbito, debo reconocer que soy partidario del voto obligatorio, es un deber patriótico, nadie puede quedar ajeno a lo que pasa en su país, en su Región o en su ciudad, dependemos de los otros e incidimos en las estructuras sociales. Por tanto, todo lo que sirva para crear conciencia de esta trascendencia es una tremenda oportunidad para alcanzar un desarrollo pleno. Debemos romper el centralismo político y formar líderes regionales, porque no podemos seguir dependiendo de las decisiones tomadas en Santiago”, afirma José Antonio Rivas.
Desarrollo pleno
El alcalde reconoce que sus expectativas para Chiguayante son altas. “Tengo la convicción de que es posible una sociedad de desarrollo pleno para la felicidad de todos. Esa ciudad es posible, es un concepto ideológico. No es posible que una ciudad tenga un porcentaje de gente feliz y otro que no lo es, porque eso no genera salud mental, ni social. No hay desarrollo pleno si no se desarrollan todos los ciudadanos. Para ello necesitamos buenos servicios: salud, educación, seguridad, vivienda, vialidad pero, más que nada, debemos tener una ciudad con un sentido que se expresa en cada una de las actividades sociales que realiza. No habrá sociedad destinada a perdurar si no pone a las personas, y a su bienestar, como centro de su gestión”, sostiene.
Así, dice, todos los proyectos que ejecuta el municipio apuntan en esa dirección: a mejorar cuantitativa y cualitativamente la vida de sus habitantes, habilitando para ello la ciudad y brindándole una identidad propia. “Lo tenemos como una obligación. En estos tres años hemos trabajado en dignificar la carrera funcionaria, hemos creado y consolidado un departamento de Bienestar e incentivado la 
conformación de nuevas organizaciones de trabajadores y sindicatos, además de organizaciones sociales, promoviendo más cabildos y parlamentos”.
También, cuenta, han asumido un fuerte compromiso con la Oficina de la Mujer, que ha aumentado a 62 los talleres laborales, apoyando así a más de 1.200 mujeres, y con la Oficina de la Discapacidad, que hoy presta asesoría constante a cuatro organizaciones con talleres kinesiológicos, manualidades y alfabetización. Asimismo, sus oficinas de Seguridad, Senda, Emergencias, Asuntos Religiosos, Adultos Mayores, entre otras, muestran logros en cantidad y en calidad. “Incluso hemos mejorado la propia municipalidad, creando Oficinas que antes no existían y capacitando a nuestros funcionarios para que su atención sea de excelencia, con un profundo sentido de transversalidad, servicio y respeto”.
Democracia plena
El jefe comunal trabaja con un equipo conformado por profesionales comprometidos con el desarrollo de Chiguayante que, en su mayoría, no superan los 45 años, lo que imprime a su gestión un sello moderno. “Los caudillismos a los que obliga la figura jurídica y política están en retroceso, sólo en equipo, con todos, podemos avanzar. Por ello anhelamos una democracia representativa, descentralizada, participativa, que utilice mecanismos de consulta permanente, liderazgos compartidos. Necesitamos ir avanzando para que Chile tenga una democracia más plena, más social, focalizada en la participación de los ciudadanos, donde los liderazgos se reconozcan y se tomen en cuenta para la configuración de temas políticos, y en la que no sea sólo un sector social, geográfico o económico, sino toda la ciudadanía, la que participe, validando los cabildos y las consultas ciudadanas como instrumentos que no sólo le dan sentido a la gestión, sino que también sean consideradas para la promulgación de leyes y la definición de políticas de Estado”, sostiene.
Agrega que, desde su cargo, aboga por una democracia plena, de mayor deliberación, participación y corresponsabilidad, “y eso se está logrando. Debemos avanzar hacia un país en que nos escuchemos más para llegar a soluciones de manera consensuada. Por ejemplo, a Chile le hace falta reflexionar sobre la actual Constitución, crear una que sea real y simbólicamente democrática, que sea de todos, y que reconozca y dignifique la diversidad y que glorifique la libertad, una Constitución para los próximos 50 años, que se adapte a los cambios que ha vivido el país y a los que vendrán”.
Respecto de los casos de corrupción que han salido a la luz, señala que Chile está viviendo “la época del destape”, en la que gradualmente se han ido conociendo situaciones irregulares que se venían llevando a cabo. “Entendemos que no son buenos tiempos para la política, que está desacreditada, que hay hechos deleznables que han envilecido el rol que los partidos y el pueblo le han confiado. Pero son los menos, pues la gran mayoría sueña y trabaja por avanzar en prácticas consecuentes que lleven a mejorar la vida de los chilenos. Insto a los ciudadanos a no poner a todos quienes participamos de la política en el mismo saco, porque existimos quienes trabajamos por hacer las cosas bien, y en beneficio de todos”.
Agrega, sin embargo, que conocer estos hechos es algo bueno, porque permite instalar estructuras que fiscalicen estas conductas, y cambiar las leyes que lo permiten. “Éste es un país, legalmente, hecho a medias, existen vacíos legales que son aprovechados por inescrupulosos, que sirven para que una empresa cobre de más o para que un político se beneficie de información privilegiada o de compadrazgos. La corrupción debe acabarse, y se debe definir con precisión qué es aquello que calza con este concepto. Nadie puede quedar indiferente ante esto, nadie debe transgredir las leyes o encubrir estos actos, pero confío en que los chilenos sabremos terminar con este mal capítulo y superarlo”.
Desarrollo regional y comunal
Con el optimismo que lo caracteriza, el alcalde señala que la Región en general, y su comuna en particular, tiene muchas posibilidades de crecer y lograr el despegue definitivo. “Lo primero es definir la identidad regional, decidir cuáles son nuestras potencialidades, si somos una región industrial, forestal, agrícola, y luego ver cómo potenciarlo. Se necesita formar un equipo articulado que configure un plan de desarrollo de aquí a 20 años, eso aún no está claro y se necesita con urgencia. Necesitamos una estrategia de desarrollo que involucre el capital social que tenemos, y que vea cómo mantenerlo acá, brindándole buenas oportunidades de crecimiento. Somos un centro de desarrollo intelectual, gracias a nuestra gran cantidad de universidades. Toda esa inteligencia que podría generar conocimiento aplicado no está siendo ocupada en darle valor agregado a nuestros productos. Eso debe cambiar”.
Y como cree que pensar en grande es un deber, José Antonio Rivas ya trabaja junto a su equipo en nuevos macroproyectos que permitan crecer aún más a Chiguayante. Así, además de la habilitación de la Costanera, que posibilitará tener una segunda vía de acceso a la comuna, que atraerá más gente a sus actividades y potenciará el turismo; el hermoseamiento y habilitación del barrio comercial en su casco histórico, que planean convertir en un polo gastronómico, y la creación del primer parque urbano de la ciudad, ya tiene otros ambiciosos proyectos en mente. “Soñamos con un telesférico que suba al Manquimávida y que arriba, en la parte más alta de la provincia, haya miradores desde donde observar el mar y la cordillera de la Costa, y por qué no resorts que potencien la visita de turistas. También creemos que Chiguayante puede ser un polo de la innovación, la ciencia y la tecnología, replicando un parque tecnológico en nuestra ciudad, que contribuya al desarrollo económico, productivo y cultural de la Región y del país. Asimismo, haciendo gala de nuestra visión de ciudad biorrestauradora, gracias a nuestro microclima y aire limpio, esperamos que se materialice nuestro empeño de emplazar aquí un Hospital de alta complejidad, para el que ya tenemos dispuestas 11 hectáreas, propiedad de Bienes Nacionales y que fueron traspasadas al Servicio de Salud para los estudios, planos y evaluación del proyecto… La verdad es que nuestros planes son muchos, porque estamos convencidos de que Chiguayante, y sus habitantes, lo merecen”.