Katherine Salosny: “Tanto en la tele como en las noticias se muestra un Chile sesgado”

/ 19 de Mayo de 2011

Hace rato que quería volver al teatro, unas de sus máximas pasiones, y lo consiguió: hoy es protagonista de “Contracciones”, una obra que, de forma cruda, trata el abuso de poder de los empleadores y la sumisión total de sus subalternos. “Saqué mi lado más duro, más frío y menos emotivo, porque este personaje al parecer no tiene una vida, sino que más bien trabaja”, cuenta la carismática comunicadora. Sobre este rol, y su preparación para el anunciado estelar que conducirá junto a Ignacio Franzani, habla en entrevista exclusiva para Revista Nos.


Katherine Salosny (47) nos recibe en el Teatro del Puente, una de las salas de moda de la escena nacional, ubicada sobre el río Mapocho. Vestida y maquillada de acuerdo con su personaje -una ruda ejecutiva de alto cargo de una empresa- se nota que está un tanto ansiosa, con nervios. Pronto habrá una presentación de un extracto de “Contracciones” -su nueva obra- para la prensa, y hace casi cuatro años (desde “Menos Emergencias”, en 2007) que no incursiona en las tablas.
Y es que aunque gran parte del público chileno la conoce por su extensa carrera televisiva, Salosny confiesa que su gran pasión siempre fue el teatro. Una búsqueda que ya sintió desde sus inicios, cuando a los 19 años, y forzada por las circunstancias, debió buscar su independencia como promotora, vendedora, y participando en spots de televisión que derivaron en el famoso comercial Pepsi Challenge de 1982. De ahí, el salto a la televisión vino solo, y a los 20 años ya animaba su primer programa propio, el recordado “Extra jóvenes” de Canal 11.
El resto es historia conocida: la llegada de la democracia y su cambio a TVN, su experiencia en el vanguardista formato juvenil Ene TV, en el programa Siempre Lunes junto a Antonio Vodanovic, su regreso a Chilevisión para hacer un fallido matinal junto a Juan Guillermo Vivado y el actor Felipe Izquierdo, y su decisión, a comienzos de los 90, de abandonar la TV. Era el momento del teatro, tenía 29 años, y la decisión de matricularse en la academia de Fernando González estaba tomada. “Para mí no era tan osado; era algo natural porque lo tenía pendiente. Pero estaba como en el peak de mi carrera, entonces nadie entendió mucho”, recuerda.
-Has dicho que en ese momento no pensaste mucho el asunto, porque si lo hacías, “te volvías loca”. Dejar la televisión significaba perder un Estatus económico y social, además de ser una figura pública, me imagino…
-Claro, decían “esta mina se volvió loca”, o sea cómo. Era volver a la austeridad misma. Pero la vida te recompensa cuado tomas decisiones un poco más osadas, cuando hay una cuota de riesgo, y para mí estudiar teatro ha sido una de las grandes decisiones que he tomado.
-¿Y por qué lo hiciste en ese momento y no antes?
-Yo siempre quise estudiar teatro, de chica, pero por circunstancias de la vida fue algo que tuve que postergar hasta que se dio en un momento en que me sentí más apoyada y más contenida. La persona que en ese minuto estaba a mi lado me dijo: “dale, hazlo, vamos juntos en esta empresa.” Renuncié a la tele y a los 30 me metí a estudiar teatro, que fue una tremenda decisión, porque hoy el teatro también me da recursos desde otro lugar como para estar en el escenario de la televisión, sin dudas. Ser una mejor comunicadora, o cumplir el rol social que a mí me interesa cumplir en la tele, porque para mí significa eso.
Hoy, la animadora y actriz regresa a las tablas acompañada de un equipo que conoce, la Compañía de Teatro Real, que bajo la dirección de Constanza Brieba presentará “Contracciones” en el Teatro del Puente hasta el 11 de junio. La obra muestra la relación laboral entre la gerente de una empresa, encarnada por la comunicadora, y Emma, una de las empleadas, interpretada por Taira Court. A través del diálogo de los dos personajes se conoce la historia de ambas mujeres y cómo la empresa se apodera de la vida privada de las personas que trabajan en ella. El relato –compuesto por un total de catorce escenas- se inicia con pasajes de humor negro, hasta avanzar -según reza la reseña- “de forma vertiginosa hacia un desenlace impactante”.
“Contracciones” fue escrita por el dramaturgo británico Mike Bartlett, y forma parte de una línea de investigación teatral que la directora Constanza Brieba trabaja desde hace un tiempo con autores ingleses contemporáneos que proponen nuevas formas dramáticas, como “la dramaturgia del lenguaje”. “Esta obra fue escrita primero para la radio, para la BBC de Londres. Entonces, es como una partitura musical, con pausas determinadas por el autor que te van dando la tensión, y que son de una largura que él determina. Hay momentos en que hay detenciones de texto, entonces suena de una forma mUy particular”, explica la comunicadora.
-¿De qué se trata tu papel en “Contracciones”?
-Esta obra, lo que pone en escena, es la temática del abuso de poder de los empresarios, de los gerentes, con sus subalternos, el hasta dónde se puede violentar la intimidad de cada uno. Pero también está la participación de ese empleado que por terror de perder la pega, o por ambición, va cediendo. Mi rol, precisamente, es ser la gerenta, la manipuladora. En el fondo, es cómo uno va perdiendo los espacios de libertad en un sistema que nos absorbe porque lo que más importa en una sociedad de libre mercado es, finalmente, producir. Y el exitismo. Y el tener.
-¿Cuál fue tu primer acercamiento a esta obra, cómo llegaste hasta ella?
-Lo que pasa es que yo tengo un grupo de teatro con el que he trabajado durante más de siete años: la Compañía Teatro Real, donde está la Constanza Brieba, que es la directora de esta obra. Lo que nosotros hemos propuesto siempre es instalar textos europeos contemporáneos. Ella vivió muchos años en Londres, y de hecho Ésta es una obra que está fresquita, se estrenó hace dos años en esa ciudad, el autor tiene 30 años, y dejó la escoba con esta obra porque es muy contingente al mundo actual. A nosotras lo que más nos gusta es un buen texto, y acá tenemos un tremendo texto, está muy bien escrita (…) es vertiginoso y sorprendente a lo que se llega, hay que verla para disfrutarla y descubrirla.
-¿Cómo te preparaste para este rol, te basaste en experiencias personales en que te sentiste intimidada en el trabajo?
-…O puede que uno intimide a otros. Bueno, yo nunca he sido empresaria ni gerente, ni he tenido a mi cargo personas a esos niveles. Pero uno tiene un lado manipulador o tal vez más perverso que sale a la luz en este tipo de propuestas.
-O sea, sacaste tu lado bruja para tu personaje.
-Saqué mi lado más duro, más frío y menos emotivo, porque este personaje al parecer no tiene una vida, sino que más bien trabaja. Y claro, sus objetivos son que el resto también cumpla exactamente lo que ella quiere que se cumpla.
-En esta obra, esa empleada sometida tiene por nombre Emma, y tu personaje juega con su intimidad ¿te pasa eso en la vida real, que el ser un personaje público sea una especie de carga que abuse de tu intimidad?
-O sea, sí, me siento un poco como Emma (ríe), pero no desde la manipulación, sino que en verdad porque estoy bien trabajólica. O sea, trabajo y trabajo mucho. Últimamente he estado con cuatro cosas al mismo tiempo, en la radio (Romántica FM), el teatro, dos programas de televisión –el estelar y el docureality- y es suficiente. Me queda poco tiempo.

“Me enamoré televisivamente de Franzani”

Hay temas de los que a Katherine Salosny le gusta hablar y que menciona a menudo, como su capacidad de resiliencia que le ayuda a superar obstáculos en su vida. “Yo creo que tiene que ver con mi estructura de personalidad, que soy como el carnero ariano que llevo adentro, que voy pa’ adelante. Pero también soy hiperreflexiva, soy hipersensible… altamente reflexiva, más bien. Me gusta indagar, profundizar en todo”, reflexiona. Y al mismo tiempo, existen otros tópicos que le cargan, como recordar aquellos episodios que justamente le han ayudado a construir su “actitud pro”: los problemas familiares en su infancia, su vida amorosa (soltera y sin hijos) o su polémica salida del Buenos días a todos en octubre de 2010.
Sobre esto último, asegura estar feliz en TVN, y concentrada a full en sus nuevos proyectos: el trabajar en la tercera temporada del docureality “Esta es mi familia” (cuyo estreno se proyecta para el segundo semestre) y preparar lo que será oficialmente su primer estelar, “Fruto prohibido”, donde compartirá el rol de conductora junto a Ignacio Franzani. Se trata de un programa misceláneo de entrevistas, y que marcará el debut de la pareja en la estación. Por lo demás, será un espacio que promete lanzar “toda la carne a la parrilla”, pues contará con la experiencia de Guillermo Muñoz como productor ejecutivo (“Animal Nocturno”, “De pé a pá”) y contemplará entrevistas en terreno, humor y curiosidades. Y aunque aún no se ha confirmado, fuentes del canal han trascendido que el pool de invitados será de primera línea, en áreas como la política, deportes y espectáculos.
-Se dice que se evaluó de forma positiva el fiato que tuviste con Franzani cuando fuiste invitada a A/Z ¿Estás de acuerdo?
-Eso es nomás, no se necesita explicar. Desde la primera vez que prendí la tele y lo vi en Vía X, me enamoré de Franzani, en el buen sentido de la palabra (ríe). Pero mi admiración y mi empatía con él fue inmediata. De ahí no me perdí su programa hasta que un día me invitaron. Dije que sí altiro. Fui, y lo pasamos muy bien juntos. Recuerdo cuando terminamos ese programa que dijimos “tú y yo deberíamos trabajar alguna vez juntos”. Y nos acordamos cuando nos ofrecieron este proyecto, dijimos “ok” en llamas. Y era mutuo, o sea, él también me ha declarado su amor televisivo y tenemos una textura parecida con Franzani, tenemos un sentido del humor muy parecido. Tenemos diferencias de edades importantes: por primera vez hay una mujer mayor y un hombre más joven. Pero somos muy yuntas con el Nacho, y no sé, somos bien citadinos, nos gusta el teatro, nos gusta el cine, nos vamos en bicicleta a la radio, hacemos radio los dos. Somos bien simples y corrientes.
-Además, se ha anunciado que será un estelar con invitados de primera línea, la ex presidenta Michele Bachelet; Claudio Borghi, hay recursos invertidos…
-No hay ninguna confirmación sobre los personajes que van a estar en el programa, son sólo rumores, pero nosotros pretendemos tener, sin duda, al personaje de la contingencia presente cuando lo amerite, y la idea también es ir a los lugares de esos personajes connotados en el extranjero, en Chile, a sus casas. Vamos a salir harto a terreno, es como abrir el estudio de televisión. Hoy día la televisión es distinta, no es encerrada en el estudio, es mucho más que eso, es más reality. Desde que se instaló el reality en el mundo, ya a la gente le gusta ver a los personajes de la tele más cercanos.
-¿Te gusta como ha cambiado la televisión de hoy, que es mucho más competitiva e hiperkinética?
-Uno tiene que aprender a quererla. En un momento fue tremendamente violenta la irrupción del people meter. De hecho, no todos los países tienen people meter, nosotros todavía lo tenemos, en algún momento se renunció, pero volvimos. Es como un vicio bien adictivo, pero claramente eso te implica arriesgar menos, te implica que la inmediatez es lo que vale, y bueno, hay que aprender a quererlo. Como te digo, yo trabajo ahí, y las cosas son así y hay que aprender a adaptarse a los cambios. Yo soy bien “pro” para las cosas, si bien puedo tener críticas u opiniones sobre respectivos temas, trato de ser lo más propositiva porque si no, te vas quedando atrás. Y si las cosas son así, yo no las voy a cambiar. Pero al menos dentro de ese sistema espero hacerlo lo mejor posible. Y a mí me gusta el contenido, es lo que vamos a tener en este programa y que hace falta, la producción nacional, la conversación. Creo que hace falta nuevamente en pantalla eso, y estamos apostando.
-Justamente, éste es un programa de aquellos denominados “con contenido”. Sin embargo, no siempre le va bien a este tipo de formato, sobre todo considerando lo que actualmente triunfa en el horario prime ¿les da temor esta situación, lo han conversado como equipo?
-Sí, lo que pasa es que ahí tenemos un tremendo productor que es Guillermo Muñoz, que hizo “Animal nocturno”, que hizo el “De pé a pá”, y acá la contingencia toma un protagonismo importante. Y yo creo que también la dupla, el feeling de cómo vaya fluyendo nuestra relación en ese escenario con Franzani también es una novedad. Ahí ya hay un 50% en el cual tenemos que confiar.
-Respecto a tu paso por el Buenos días a todos, aún es recordada la ocasión en que defendiste el uso de la píldora del día después, protestando que nueve personas (Nota de la R: El Tribunal Constitucional) decidieran su uso “por todas nosotras”. Esa vez dejaste un tanto incómodo a Mauricio Bustamante y a Felipe Camiroaga… te hiciste fama de “opinante”…
-Fue muy gracioso, un gran momento ese. O sea, verme al día siguiente en la portada de LUN, como la férrea defensa de Kathy Salosny a la píldora. Fue una situación espontánea, porque yo soy una persona que opina, es un ejercicio permanente en la vida. Creo que hoy día en la televisión uno tiene que tener opinión, y el ejercicio del diálogo o del debate como se dio en ese momento con Mauricio fue delicioso. Claro, siempre los diarios lo van a poner en una forma como que estamos poco menos que peleados y nada que ver en realidad, fue un debate muy entretenido, la verdad.
-Al día siguiente de la muerte de Osama Bien Laden, sintonicé el matinal y vi que paraban en seco una acotación a Carolina de Moras sobre ese tema. Hasta ahora, ha sido la integrante más criticada del espacio, en un momento en que la pelea por el liderazgo del ráting en ese horario se volvió mucho más peleado ¿Es machista el matinal en su trato con las mujeres?
-Yo no voy a hablar del Buenos días a todos porque me parece poco ético. Es una plataforma que me dio la oportunidad de estar en contacto con la gente durante más de un año cuatro horas al día, donde lo pasé increíble. Ahora sí, la televisión en general -y eso todas las mujeres que estamos en televisión lo entendemos- tiene una cuota de machismo. Hy más exigencia, que si te sale una arruga poco menos que vas quedando afuera, ese tipo de cosas. Está más puesto en la imagen que en el tipo de contenidos que uno pueda entregar, a no ser que seas periodista, y estés en el nicho de las periodistas; tal vez ahí tengas más posibilidades de envejecer en pantalla. Pero en los programas es distinto. Ahora, esta apuesta que hace TVN de ponerme a mí -yo soy mayor que Franzani, tenemos quince años de diferencia- me parece súper interesante, es una apuesta distinta, y al final es cómo uno se vaya plantando en el escenario, y yo no tengo pudor en como plantarme en el escenario, con mis opiniones, y con lo informada que pueda estar. No tengo para qué ser periodista para estar informada o para hacer una buena entrevista. Soy actriz, y eso sí me da recursos como para entrar en otras diferencias.
-Leí qué ves la idea de familia desde una perspectiva más amplia, que habías adoptado un concepto de familia propia, de alguna forma no tradicional en el sentido de casarse, tener hijos, sino que más bien compuesta por tus amigos ¿Cómo ha influido en esta idea tu experiencia como conductora de “Ésta es mi familia”?
-Sí, mira, como te digo siempre uno aprende. Y como actriz aprendí a ser más observadora de las distintas realidades de los personajes. Claro que me pasa que con las familias veo realidades que me emocionan, porque son realidades tan distintas, porque tanto en la tele como en las noticias y en todas partes se muestra un Chile bastante sesgado. Hay una gran masa que es tan distinta, y que tiene tanto que mostrar, y de la cual una tiene tanto que aprender, más que compadecerse. Hay también para compadecerse, pero hay tantas diferencias que son poco toleradas, que son ninguneadas, o que el sistema segregacional que tenemos es tan abismante en este país todavía, que las deja fuera. Entonces, como que cada vez que yo conozco una familia nueva -ya sea de bajos recursos o de altos recursos, da lo mismo- me siento orgullosa de haber estado ahí con ellos, de conocerlos, abrirme a sus diferencias, de escucharlos. Entonces, yo siento que conozco el Chile en el que vivo, y me gustaría conocerlo más. Creo que tampoco lo conozco lo suficiente al mismo tiempo, así que me entusiasma esa indagación, lo sociológico, las diferentes culturas que tenemos, los diferentes estratos que impone un sistema, eso me conmueve. Me mueve mucho la temática social, hasta podría ser política, ah (ríe).
-Estás pintada, tienes carisma, trayectoria, y acabas de improvisar un buen discurso…
-No, porque ahí tienes que ser de un partido, y yo no quiero pertenecer a un partido.
-Pero hoy se habla que es el movimiento ciudadano el que la lleva, la organización desde las redes sociales…
-Pero es que el movimiento ciudadano no tiene voz todavía. A mí me gustaría estar más, quizás. Con lo que pasó ayer (la marcha de protesta contra el fallo que aprobó construcción del proyecto Hidroaysén)… nosotros estábamos en el teatro cuando quedó la cagá aquí en el Parque Forestal con el tema de Aysén, que a mí me violeNta, cachai, ¿sabes por qué? Porque tal vez somos súper ignorantes de cómo se cumplieron los estatutos, si la institucionalidad funcionó, si es legal o no, cuáles son los estándares, no tengo idea. Tal vez cada uno debiera estudiar el tema, pero ése no es el punto. El punto es que yo conozco Aysén, conozco Chile completo, por suerte, y conozco mucho esa zona, y es de una belleza tal que a mí me violenta que vayan a instalar una antena de cinco metros de alto, y eso se duplique por no se cuántos kilómetros, o que vayan a poner estas cinco represas que violenten ese espacio ambiental. Me parece poco coherente con el discurso que hay a nivel mundial y al que Chile se suma, por cierto, donde el medio ambiente es el protagónico sí o sí en estos tiempos. Y esto es como retroceder, porque es un contrasentido ¿por qué todos esos recursos para hacer una central hidroeléctrica como ésta no se destinan a expertos que los puedes traer de afuera y con todos los recursos naturales que tenemos puedes hacer energía sustentable en el tiempo? Creo que se podrían tomar la molestia de tomar la voz ciudadana entonces y aprender a oír. Eso me pasa.
-Los políticos miran para el lado cuando se toman decisiones importantes…
-Pero si todos sabíamos que esto se iba a aprobar, si esto es un negocio, obviamente. Es cierto que se necesita más energía, pero creo, estoy convencida, que puede haber otras formas.
-¿Sigues con el proyecto de sacar tu propio vino?
-Es que a mí me encanta el vino, y soy una gran degustadora del vino. Entonces un amigo que es enólogo -Álvaro Arriagada- me invitó a hacer este vino en conjunto, entonces yo aprendí con él. Fuimos a cosechar la uva, hicimos todo. Y vamos a sacar una producción ahora a fin de año, de no tantas botellas y ahí veremos si seguimos o no. Es un gusto personal que me quise dar.
-¿Cómo realizarás esta producción, compraste un viñedo, el financiamiento proviene de ti, de tu amigo?
-No, nosotros compramos la producción de uva. Entonces, cuando yo le contaba a Álvaro como me gustaba un buen cabernet, lo que hacía Álvaro era ir traduciendo. Entonces, el dijo “ya, para ese sabor tan fuerte del cabernet que tú quieres tenemos que sacar la uva de Maipo Alto, porque ahí está el cabernet más potente. Entonces fuimos ahí y compramos una producción de uva. Esto se hace mucho en Europa, y no necesariamente tienes que tener una viña para hacer tu vino, puedes comprar tu producción de uva y después la vas mezclando, porque yo voy a hacer un ensamblaje. Es una mezcla, no es puramente cabernet. No te voy a dar los detalles hasta que salga la botella. Saldrá a fines de año, pero el nombre tampoco te lo puedo decir (ríe).

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