No hay duda que la crisis mundial que se originó en el ámbito financiero hoy afecta varios aspectos de la gestión en las empresas, puesto que la menor demanda de los mercados hace caer como un efecto dominó las ventas, la producción, la productividad, la inversión en nuevos proyectos y también el empleo.
Pero si observamos la mitad del vaso lleno, esta crisis la podemos transformar en una gran oportunidad. Por ejemplo, querámoslo o no, se dispone de más tiempo para dedicarle al capital humano y, específicamente, a su entrenamiento. Así, cuando las turbulencias disminuyan, la ventaja competitiva la tendrán aquellas organizaciones que cuenten con las personas adecuadas, para de este modo insertarse con rapidez y lograr mejores resultados en el nuevo escenario post-crisis que se abrirá.
Valiéndose de las reformas laborales de hace dos años, las empresas pueden contratar personal aprovechando las normativas de los “servicios transitorios”, con lo cual no necesitan comprometerse con contratos indefinidos en tiempos de turbulencias; y de “subcontración”, lo que les permitirá externalizar áreas para las cuales existen empresas con mayor especialización y así concentrar sus esfuerzos en actividades propias del giro.
Llega el momento definitivo de introducir la innovación en las empresas. Nos referimos a la creación o significativa mejora de productos, servicios y procesos de producción y distribución. También a las mejoras significativas en los medios de comercialización, como diseño, promoción, fijación de precios, entre otros. La innovación también cubre el ámbito de la organización, a través de la introducción de nuevos métodos organizativos en las prácticas, la organización del lugar de trabajo o la relación de la empresa con el entorno. Para lograr innovación en las empresas, las personas deben poseer las competencias necesarias que provienen principalmente de las llamadas habilidades blandas.
La innovación que se hace hoy en el mundo, justamente es una respuesta a los cambios profundos que en la última década han estado gatillados por la globalización, y ahora este impulso se traslada a cómo enfrentar la crisis.
IRADE en su evolución se ha estado preparando en todos estos ámbitos, y tenemos una oferta concreta de herramientas, técnicas y especialistas para colaborar con nuestros asociados y clientes.