La cuarentena requiere contención y desahogo

La realidad que de un momento a otro nos hizo enfrentar la pandemia del coronavirus, con extensos confinamientos obligatorios y la necesidad de trasladar el trabajo a la casa, hizo surgir temores, angustias, conflictos en la familia y hasta trastornos de ansiedad que resultan difíciles de enfrentar de manera solitaria. Se requiere la intervención de especialistas y, en este desafío, el apoyo que puedan ofrecer las empresas a sus colaboradores es fundamental.

A comienzos de mes, la Organización de las Naciones Unidas daba cuenta sobre las consecuencias del coronavirus en la salud mental y en el bienestar psicológico de las personas. Como ejemplo, mencionaba que durante enero, cuando el coronavirus se propagaba con fuerza en China, en ese país se implementaron líneas telefónicas para ofrecer ayuda psicológica a la población, y que a partir de las consultas recibidas se pudo identificar las preocupaciones más importantes para las personas en el contexto de la pandemia: más del 70 % manifestó ansiedad y preocupación por su salud y la de sus cercanos. Las discusiones frecuentes y la mayor tensión al interior de la familia producto del confinamiento obligado fueron otros de los problemas reportados. En tercer lugar apareció el miedo a perder el empleo y no volver al trabajo luego de que terminara el encierro.

A 19 mil kilómetros de distancia de esa realidad, los chilenos experimentan sentimientos similares, pues el estrés y la ansiedad penetraron el tejido social de forma transversal.

“Sentir miedo, angustia o estar más irritables son respuestas esperables en esta situación. Hay que permitírselas, pues estamos viviendo una especie de terremoto, a otro nivel y de alcances desconocidos, en el que estamos aprendiendo y probando formas de enfrentarlo emocionalmente”, explica Ariela Dymensztain, psicóloga y directora de AD Consulting (www.adconsulting.cl)

Cada caso merece una intervención

Ariela Dymensztain.

Las proyecciones de entidades internacionales que advierten una grave crisis económica para el mundo también generan incertidumbre en las personas. “Hay temor frente a lo que depara el futuro en temas laborales. A los recortes que pueden producirse en lo inmediato o en dos o tres meses más. Esa incertidumbre genera mucha angustia que se ve potenciada por otros conflictos que se producen en la convivencia familiar, dada esta nueva situación de cuarentena; o por el miedo a enfermarse, a no saber que si eso ocurre irás a necesitar respirador artificial o si vas a tener acceso a uno de ellos. Son aprensiones que se potencian y generan diferentes conductas o reacciones, miedo, ansiedad, irritabilidad, agresividad, estar más sensible o, incluso, aislarse o reprimir los sentimientos, porque la persona no quiere o no se atreve a expresar lo que siente. Todo aquello repercute en las relaciones familiares y, también, en las laborales”, añade Ariela Dymensztain.

-¿Cómo se enfrentan todas estas emociones?

“Es algo nuevo para todos. Hay que adaptarse a esta realidad y, sobre todo, hay que ocuparse buscando las mejoras formas para sortear la crisis, ya sea desde la casa o en el trabajo.

Como esta pandemia es una situación nueva e histórica, lo que podemos hacer es trasladar a esta realidad la experiencia de las terapias clínicas que indican que muchos de estos problemas encuentran alivio en la contención por parte de especialistas. Específicamente, porque a través del diálogo y de la posibilidad de verbalizar un problema, una persona obtiene un alivio que puede promover el cambio que necesita”.

-¿De qué forma se puede generar este alivio en el núcleo familiar?

“Existen diferentes estrategias o tips efectivos para enfrentar una situación. Cada caso merece una intervención de acuerdo con las circunstancias que lo motiven. Por ejemplo, si temo que me despidan o hay problemas en el trabajo, probablemente voy a estar más sensible, más irritable y más agresivo con quienes tengo más cerca. Por eso ahí se aconseja transparentar lo que está sucediendo, conversar con la familia, pero cuidando la forma y el tono con los que se explica lo que está ocurriendo. Explicarle a los niños, por ejemplo: porqué papá está más preocupado o irritable.

En cuanto a los problemas que pueden surgir por trabajar desde casa, se recomienda establecer horarios para las tareas que me asigna la empresa y repartir labores en el hogar, de manera de que no caiga todo su peso en uno de los integrantes de la familia, quien probablemente, también tiene que responder en su trabajo. Y en todo esto considerar que los niños deben saber que los padres tienen que dedicar tiempo a sus deberes laborales y que habrá otros espacios durante el día para ayudarles en las tareas o para jugar junto a ellos. Pero para que esta organización funcione debe ser conocida y aceptada por todos los integrantes de la familia. No se puede pretender que los niños entiendan esta nueva modalidad familiar si no se les ha explicado cómo será el funcionamiento en el hogar durante el periodo de la cuarentena”.

-¿Trabajar desde casa también es un gatillador de conflictos que no siempre son detectados por las empresas?

“Cuando tienes a todos los trabajadores en la empresa, si hay algún problema se acude a recursos humanos, a la jefatura correspondiente o hasta a un compañero cercano. Hoy esto casi no es posible, porque son menos las oportunidades de contacto.

Esa persona que se siente estresada, sobrecargada de tareas, con miedos y distintos conflictos, obviamente va a rendir mucho menos en su trabajo porque no tiene las herramientas para separar esas preocupaciones que surgen en el mismo lugar donde está trabajando. Probablemente, tampoco se atreverá a transparentar esa situación con su jefe, porque teme mostrarse débil”.

-¿Cómo cuidan las empresas la salud mental de los trabajadores?

“Las empresas deben brindar a sus colaboradores espacios de contención. Ese espacio profesional que les permita abrirse, descargarse, que se sientan escuchados porque esa es una sensación que tienen muchos, de no saber con quién compartir sus problemas. En nuestra consultora ofrecemos una intervención psicológica a trabajadores frente a la contingencia Covid-19. Este programa se ejecuta de manera remota por un equipo de psicólogas, con experiencia en atención clínica y coaching, para ayudar a elaborar a los trabajadores sus distintas problemáticas frente a la situación que estamos atravesando”.

-¿Cuáles son los beneficios de este tipo de intervenciones para la empresa?

“Desde que comenzó repentinamente la necesidad del teletrabajo, la empresa tiene pocas posibilidades de conocer cómo se sienten sus trabajadores o cómo es la situación en sus casas. Y es en este contexto donde aparecen alternativas a cargo de especialistas para conocer esta nueva realidad de los trabajadores: tener información de su estado emocional, prevenir que conflictos menores se conviertan en problemáticas más complejas e, incluso, detectar a tiempo alguna patología que requiera una derivación. De esta manera, la empresa responde a una responsabilidad social que se hace patente en estos días, que es ocuparse por la salud mental de su gente, hecho que también va a ser valorado por los trabajadores”.

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