Aunque la distancia entre Concepción y Rancho Mirage, en Estados Unidos, es extrema, los Bravo han sabido dar coherencia a los proyectos que mantienen en ambas ciudades. Los une el lujo, la calidad constructiva y un estilo de obras enfocado en clientes exigentes y que gustan de la vida en ambientes premium.
Exclusividad y calidad son dos conceptos que inmobiliaria Bravo maneja como carta de presentación y espíritu de su negocio. Esas mismas características son las que buscaron para el emplazamiento de su nuevo proyecto, que comenzará a construirse en los próximos meses en el tranquilo y exclusivo barrio de Villuco. Pablo y Claudio Bravo, los jóvenes propietarios de la Inmobiliaria, comentan que una vez más optaron por una ubicación que complementa la sofisticación de sus construcciones con una imponente vista.
“Se trata de Jardines de Villuco, proyecto que consta de dos edificios de seis pisos, emplazados en cinco mil metros cuadrados de superficie, y que tiene la particularidad de estar en primera línea hacia el río Bío Bío. El terreno es realmente espectacular, porque hoy es muy difícil encontrar un paño plano y de esas características en Concepción, y menos en un barrio tan consolidado, privilegiado y con un microclima tan espectacular como Villuco. Es un entorno precioso, que elegimos con mucho cuidado, pensando en las familias que buscan tranquilidad y cercanía con la naturaleza pero, sobre todo, que valoran el diseño y el tipo de construcción que nosotros hacemos”, explica Claudio Bravo.
Como siempre, los hermanos Bravo proyectan edificios poniendo énfasis en espacios que permitan la versatilidad de una vida moderna. Son 18 departamentos por edificio (sólo tres por cada piso), con amplias terrazas, dos estacionamientos por departamento y, además, cuatro departamentos tienen quinchos privados. El proyecto también consta de amplias áreas verdes, salas multiuso, piscina y gimnasio. Es por ello que, aún cuando el proyecto comenzará a ejecutarse a fines de este año, ya cuenta con el 20 % de ventas en blanco.
En cuanto a la extensión de cada unidad, Jardines de Villuco consta de tres tipos de departamento. Uno de 140 metros cuadrados, con tres dormitorios, tres baños y escritorio; el segundo, de 180 metros cuadrados, consta de cuatro dormitorios, cuatro baños, una amplia sala de estar y dormitorio de servicio. Por su parte, el magnífico tercer tipo de departamento, que se extiende en 300 metros cuadrados, cuenta con cuatro dormitorios, cuatro baños y una sala de estar, además de estar implementado con un espectacular quincho privado en el último piso, lo que le otorgará una soberbia vista. La inversión en este moderno proyecto por parte de inmobiliaria Bravo será de US$ 14 millones, y los valores de los departamentos de Jardines de Villuco van desde las 9.500 UF hasta las 18.000 UF.
“Nos sentimos muy orgullosos de poder realizar este tipo de construcciones, pues sentimos que nuestras obras son un gran aporte a la ciudad, tanto urbanística como estéticamente. Con este hermoso proyecto, le cambiaremos la cara a Villuco, pues el lugar donde estará emplazado le dará un carácter especial y le brindará valor al entorno. Pensamos que, de la misma forma, lograremos una obra única para los propietarios del sector”, destaca Pablo Bravo.
Claudio agrega que esta vez se atrevieron a innovar con un tipo de departamento de un poco menos metraje, pensando también en las necesidades de familias pequeñas o profesionales que están comenzando su vida en solitario. “Con esto nos adaptamos a las tendencias de los compradores, muchos de los cuales quieren tener una propiedad Bravo, pero creían que el metraje que hasta ahora habíamos proyectado era demasiado para iniciarse como propietarios. Así, proyectamos un tipo de departamento que cumple con todos nuestros estándares de calidad, de terminaciones y de comodidad, pero enfocado en ellos, y sabemos que será un éxito”, recalca.
Los hermanos Bravo explican que una vez más se sienten agradecidos de la confianza de sus clientes, pues sus proyectos se venden en verde, incluso en blanco, lo que es el mejor indicador de la calidad de sus obras. “Nosotros tenemos un estilo de construcción, una forma muy minuciosa y detallista de hacer las cosas. Es como si se tratase de una obra de autor. Nuestros proyectos hablan por sí mismos, y de mano de la experiencia de quienes hoy viven en alguno de nuestros departamentos”, enfatiza Claudio.
La imponencia de San Ignacio
El último edificio que construyeron los Bravo fue San Ignacio, en Pedro de Valdivia. Su arquitectura dialoga con el imponente entorno natural frente al río Bío Bío. Son sólo 18 los exclusivos departamentos de 280 y 300 metros cuadrados totales, además de un imponente penthouse que ocupa la planta completa del último piso, en una extensión de 600 m2 totales. Éstos fueron diseñados pensando en el desplazamiento de la luz natural y en gozar de una asombrosa vista.
Sus valores, que van desde las 16.500 UF, no han sido impedimento para que el edificio, que se entregará en diciembre de 2017, ya tenga el 80 % de su capacidad vendida.
Entendiendo las necesidades de seguridad y privacidad de los propietarios, el edificio cuenta con accesos independientes a cada departamento (el ascensor llega al hall del departamento). Destaca también en este proyecto su mobiliario y equipamiento, todo procedente de Europa, así como sus espaciosos dormitorios en suite, baños y family room, y su zona de servicio, con acceso independiente. Sus cocinas, en tanto, vienen equipadas en un ciento por ciento con artefactos de la reconocida marca Miele.
San Ignacio cuenta, además, con 1.200 metros cuadrados de espacios comunes, destinadas a áreas verdes y equipamiento, destacando en él un gimnasio, una sala multiuso, quincho y piscina. Cada departamento incluye, además, dos estacionamientos y bodega; a su vez, el penthouse contempla cuatro estacionamientos más bodega.
“Este edificio nos emociona mucho, pues es el primero que se encuentra expuesto a la avenida Pedro de Valdivia, porque antes de San Ignacio habíamos escogido lugares más alejados de las calles principales. Apostamos con él por una vista espectacular que enfrenta al río y se une a la naturaleza que lo acompaña”, explica Claudio Bravo.
“Está pensado para profesionales consolidados que necesitan amplitud pero, a la vez, está pensado con una visión más práctica de la vivienda. Y uno de los puntos destacables que hacen tremendamente atractivos a estos departamentos son sus terrazas”, destaca Pablo Bravo.
Calidad con historia
Hay que recordar que la historia de inmobiliaria Bravo se remonta a los años ‘80, cuando Claudio Bravo Barrios inició innovadores proyectos, construyendo amplios y lujosos departamentos, algo inexistente en esa época en Concepción. Su visión era desarrollar proyectos de calidad única en el mercado de esos años, sumado a una arquitectura moderna y una exclusiva elección de terrenos.
Su estilo constructivo era un cuidadoso proceso, también muy personalizado y distinto para su época, poniendo énfasis en los detalles y terminaciones. El resultado fueron viviendas de lujo, con grandes espacios y ubicaciones estratégicas, logrando así consolidar su carácter pionero en el Gran Concepción. Fue quien visualizó el potencial de Quinta Junge, y quien consagró su urbanización y posterior desarrollo. Su gran apuesta fue la construcción de viviendas para un segmento socioeconómico alto, levantando construcciones de gran metraje, probada calidad, alto estándar estético y a un valor económico.
A 35 años de sus inicios, sus hijos Claudio y Pablo son quienes se han encargado de continuar la tradición del estilo constructivo de su padre, consolidando a inmobiliaria Bravo como sinónimo de diseño superior y construcción de excelencia, desarrollando los proyectos más exclusivos de la Región del Biobío. En estas tres décadas, el trabajo de la Inmobiliaria se expandió a Estados Unidos, donde buscan consagrar el sello de exclusividad y vanguardia por el que son reconocidos, para seguir aportando a las ciudades en que están presentes y hacer felices a más personas que viven la experiencia de una propiedad Bravo.
Estilo californiano
Quizás uno de los puntos más atractivos y relevantes de los Bravo es que han sabido proyectar su negocio más allá de las fronteras de la ciudad y el país. Simultáneamente a los proyectos que están desarrollando en Concepción, están construyendo en la exclusiva ciudad de Rancho Mirage, en California, Estados Unidos.
“La inversión de este exclusivo proyecto por parte de Inmobiliaria Bravo será de US$ 14 millones. Se trata de un condominio privado, de nueve casas de lujo, de 600 metros cuadrados, emplazadas en terrenos de 1.700 metros cuadrados cada una, cuyos valores fluctuarán entre los dos y los 2,5 millones de dólares. Para nosotros es un orgullo realizar este tipo de proyectos en Estados Unidos, donde ya llevamos 14 años de trayectoria, en los que nos hemos enfocado netamente en construir viviendas de lujo, bajo las estrictas normas constructivas americanas. Nos complace construir para este tipo de exigente público. Estados Unidos es un mercado tremendamente competitivo, pero también muy atractivo, es por eso que decidimos expandir nuestro negocio a ese país, lo que también representa un gran desafío personal para nosotros. Allí el lujo sí que se vive, porque es un estilo de vida que se refleja en todos los detalles”, sentencia Claudio.
-¿Después de todos esos desafíos cumplidos, creen que tienen competencia en Concepción?
-La mejor competencia es siempre con uno mismo, pero por el tipo de proyectos que realizamos, su calidad constructiva y nivel de terminaciones, humildemente creo que somos los mejores constructores de Concepción, y nuestros edificios así lo avalan. El poder vender cada uno de nuestros proyectos prácticamente en un ciento por ciento en verde es muy difícil de lograr en Concepción. La gente que quiere vivir la experiencia de un departamento Bravo, está dispuesta a pagar el valor de un producto premium.
-¿Eso es el éxito para ustedes?
-El éxito no viene solo, requiere de mucho esfuerzo y sacrificio. Soy un convencido de que cuando uno hace las cosas bien, de manera profesional y con dedicación, el éxito está mucho más cercano. Las cosas se deben hacer una vez, bien hechas, y no tres veces. Y lo más importante es creer en uno y en lo que se hace, porque ser empresario requiere siempre de una dosis de riesgo, ya que, a mí parecer, el negocio seguro no existe. La gente extraordinaria es simplemente la que está dispuesta a hacer lo que no está dispuesta a hacer la gente normal. Nunca hay que olvidar que el verdadero capital de uno son las personas, ya que el dinero se consigue cuando se es responsable, pero un equipo humano de buen nivel demora años en fortalecerse. Estoy convencido de que el empresario y el trabajador deben estar siempre del mismo lado, y lo principal es nunca perder la humildad a pesar del éxito, ya que si nos olvidamos de dónde venimos, no sabemos a dónde vamos.
¿Qué crees que significa inmobiliaria Bravo para el público penquista?
“Inmobiliaria Bravo es exclusividad y seguridad, es algo instantáneo que la gente sabe. También por eso nuestros edificios son únicos y de primer nivel. Los materiales que usamos son lo mejor que existe en el mercado, importamos casi todas nuestras terminaciones desde Europa. También los sectores en que construimos son estratégicos y de muy buena plusvalía. Todo eso es el resultado de un trabajo de excelencia. Son más de 35 años dedicándonos exclusivamente a este tipo de proyectos”.