Atractivos naturales y una infraestructura que crece hacia el turismo de intereses específicos es el nuevo escenario que la Región ofrece para encantar a sus visitantes.
Como la región de la frontera, puerta de entrada al sur chileno. Así se ha definido históricamente a la Región del Biobío. Sus valles, bosques, lagos y cordillera conforman un atractivo entorno natural con un potencial todavía dormido, pero que de a poco comienza a revalorar su sentido y a despertar a los requerimientos actuales.
Así lo cree Andrés Parker, de la consultora Austral Solutions, quien trabaja hace varios años en el rubro y hoy se atreve a comentar que gracias al trabajo desarrollado por la Agencia de Desarrollo Regional y a la asociatividad emprendida por las empresas del sector reunidas en un cluster (PMC de Turismo) se trabaja para lograr un solo gran objetivo: una mejora competitiva en los servicios para atraer al turista de intereses. “El PMC es un programa de mejora competitiva que se convirtió en una gran estrategia para fortalecer las ventajas del turismo MICE (Meeting, incentives, congresses, exhibitions), para que la Región ofrezca a quienes la visitan, especialmente a los que se vinculan al área productiva, un par de días extra con rutas turísticas. Se trata de extender su estada con una interesante oferta”, aclara el profesional.
Un ejemplo que lleva la delantera en el tema es el Valle de Las Trancas, en la provincia de Ñuble, cuyos operadores trabajan para convertirse en expertos en el entrenamiento al aire libre. Se trata de un viaje a la montaña en cualquier época del año a una zona con exuberante vegetación nativa, ríos, caídas de agua, acantilados, farellones y mucha nieve en invierno.
Un empresario con varios años de trabajo en el Valle, Jorge Mozó, del complejo Rucahue, lo cataloga como un destino verde y blanco que invita al descanso y a la entretención protegiendo al medio ambiente. “Recibimos turistas los 365 días del año. Especialmente a pasajeros con intereses especiales que buscan ‘descanso activo’. Para ellos tenemos la mejor infraestructura hotelera, acompañada de todas las actividades out doors imaginables, guiadas por profesionales, para entregar un descanso seguro y alegre”, puntualiza.
Volver a la raíces
En el sur de la Región del Biobío, una ruta diferente es la que ofrece la Ruta Moguen Che, colectivo del Operador Quelén Centro Turístico que involucra el rescate del turismo étnico, rural y aventura de la zona de Arauco gracias una interesante iniciativa. La invitación incluye acercarse a nuestras raíces de una manera especial y en su propio territorio. Y las alternativas para hacerlo son múltiples: un hotel minimalista de ambientación étnica que permite pasar una primera noche en la zona en conexión con la naturaleza y luego dar paso a la experiencia de una rogativa y compartir al interior de una ruka en el denominado “Ruka Lebún”. Después conocer el trabajo artesanal en telar y joyería tan característicos de la zona y las iniciativas que ofrecen al visitante hierbas medicinales deshidratadas en el sector “Cuyinpalihue”, en la comuna de Cañete, o los instrumentos musicales tradicionales elaborados por el artesano y músico Armando Marileo. Si de gastronomía se trata entonces no se puede perder los sabores tradicionales de los catutos, café de trigo, mate tradicional y sopaipillas preparadas por Bernarda Añinir, así como los productos de miel de Luz Contreras.
En el lago Lanalhue el canopi, kayaks de Turismo Monteverde y el Arca Quelén -un Catamarán con bar y Boutique- muestra toda una experiencia de navegar entre los juncos. En la Región del Biobío, ciudad, montaña o lago: usted decide.