Cada año aumenta la expectativa de vida, tanto en Chile como en el mundo, lo que es una muy buena noticia. Sin embargo, como contrapartida, esta realidad conlleva un desafío: ahorrar más para poder financiar esa mayor cantidad de años de sobrevida, una vez que nos pensionemos.
Esta realidad demográfica tiene un alto impacto en la calidad de las pensiones de todos los trabajadores chilenos, y debe ser considerada al momento de proponer mejoras sustentables al sistema de pensiones.
La actual propuesta de reforma previsional pone al centro de la conversación al empleador, por ser quien aportará el cinco por ciento de la cotización adicional del trabajador.
El empleador es, además, quien está más cerca del trabajador, relacionándose con él en forma periódica. Es por esto que puede ayudarlo en su formación y educación en materia previsional, generando planes de ahorro, y facilitando también que las AFP puedan asesorarlo en su propia empresa.
Conscientes de esta realidad, en AFP Capital hemos comenzado a promover y reconocer el rol primordial de los empleadores en la construcción de la pensión de sus trabajadores, a través del Reconocimiento a la Gestión Previsional Sustentable.
Por medio de esta distinción, que este año tendrá su segunda edición, destacamos a aquellas empresas que cumplen con el pago íntegro y oportuno de las cotizaciones mensuales, reconociendo, además, a aquellas otras que hacen un esfuerzo adicional, que va más allá de cumplir con su obligación legal, y que realizan acciones para educar previsionalmente a sus colaboradores. Finalmente, distinguimos a las empresas que se involucran aún más en la mejora de las futuras pensiones de sus trabajadores, complementando las acciones antes mencionadas con planes de ahorro.
Nuestro propósito es destacar las buenas prácticas vigentes, y difundirlas para que puedan ser imitadas. El fomento del ahorro y de la educación previsional es un gran desafío para nuestro país, en el que el rol del Estado, de las AFP y, de los empleadores, es fundamental.
Hoy los chilenos sabemos que la pensión no se construye “a control remoto”, muy por el contrario, requiere del involucramiento activo y permanente del trabajador, quien, a lo largo de su vida laboral, debe ir tomando una serie de decisiones. Entre ellas, conocer su pensión estimada, hacer una planificación de ésta, concretar un plan de ahorro, informarse de los beneficios del actual sistema, tener los ahorros previsionales en el multifondo adecuado y analizar qué modalidad de pensión conviene elegir al final de la vida laboral, entre otras.
El objetivo de lograr mejores pensiones es transversal, pero requiere de una relación mucho más estrecha y de un rol más activo, tanto del trabajador, como de la AFP, del empleador y del Estado.