¿Cuenta con un teléfono móvil con cámara integrada? ¿Su notebook, PC o el mismo teléfono móvil tiene incorporada conexión inalámbrica a internet? ¿Se siente parte de esta ciudad, en la que todos los días suceden hechos o sucesos, que los medios de comunicación tradicionales (diario, radio o televisión) no llevan en sus informativos y a usted le gustaría difundirlos?
Estoy seguro que la mayoría de ustedes que leen este artículo responderán afirmativamente. Vivimos en un mundo globalizado. Basta con tomar su teléfono celular y fotografiar o grabar en video lo que sucede en la calle. Desde un letrero de tránsito mal ubicado, pasando por las movilizaciones estudiantiles hasta un atentado terrorista como los ocurridos en Madrid y Londres en 2005, donde el común denominador, además del dolor y la tragedia, fueron las transmisiones digitales de imágenes, texto, y audio emitidos, no por periodistas, sino que por los propios ciudadanos. Es decir: usted.
Como periodista, corresponsal extranjero y actualmente Director de la Carrera de Periodismo de la USS en Concepción, les digo a mis alumnos: vivimos en un mundo de la comunicación, la información y las tecnologías van de la mano. Y este escenario nos obliga a estar preparados. Ser capaces de interactuar –responsablemente- con nuestros públicos: la sociedad civil y la opinión pública.
Me refiero a la aparición –ya desde hace bastante tiempo- de esta comunidad informada y ávida de decir lo que pasa.
En una conversación que sostuvimos en Santiago con Dan Gillmore, académico de la Universidad de Harvard, y experto en blogs y comunicación ciudadana, nos decía que la interactividad se convierte en un elemento esencial de la información. “El mensaje informativo no está acabado hasta tener la respuesta del público, que ayuda a mejorar las noticias y a modelar el criterio periodístico. Los informadores ya no pueden ser sordos a las voces del público, porque a través de internet y de las comunidades virtuales se juegan su prestigio, y su capacidad de influir y mantener su voz en las conversaciones informativas”, me dijo durante una conferencia.
Sin duda, la ciudadanía (usted) tiene ansias de encontrar de nuevo la voz humana. Se trata de un universo de comunicación interpersonal, en la que las bitácoras personales (blogs), donde se hace pública la vida y pensamientos de sus autores, son un fenómeno que enlaza con los chats, la mensajería instantánea y las nuevas formas de relación en red (Facebook).
Ahí está la clave de esta nueva comunidad en la que todos interactuamos: ya no hay sucesos, testimonios, resultados o ideas que queden en el olvido. Basta con tomar nuestros equipos móviles, nuestra cámara digital y hacernos de una buena información para compartirla y generar así nuevas redes.
Los mensajes informativos no han finalizado hasta tener el feedback o respuesta del público, lo cual contribuye a mejorar las noticias y a modelar el criterio periodístico. Y me gusta este escenario. Una comunidad donde no sólo los periodistas trabajen en estas plataformas multimediales, sino también ustedes, los ciudadanos, que con una mirada distinta, y en el momento y lugar preciso, también son fuente de recursos y noticias importantes. Bienvenidos a este presente, que dejó de ser futuro.