MUÉVETE MUÉVETE

/ 15 de Abril de 2021

La cuarentena no debería ser sinónimo de inactividad. Si bien el confinamiento limita las posibilidades de desplazamiento y, con ello, las opciones para hacer actividad física, hay que ingeniárselas para compensar esta reducción de movimiento. ¿Por qué? Porque le hace bien al cuerpo, a nuestro ánimo y a nuestra salud en general.

“El movimiento es la base de la vida”, dice Juan Pablo Burgos, kinesiólogo- osteópata y director de Kinetic. Por ello, a raíz de esta cuarentena, una persona que no sale de su casa debería igualmente buscar instancias para ejercitarse, con el fin de mantener sus funciones fisiológicas normales, prevenir atrofias musculares, restricciones articulares y conservar una óptima condición física.

“En este confinamiento, hasta la gente que no hace actividad física, hoy está más sedentaria. Y el cuerpo acusa esa falta de movimiento con dolores de espalda, dolores articulares, de cabeza o con una mala calidad del sueño”, añade. La idea, sentencia, es sacar a nuestro cuerpo de su zona de confort para mantener aquellas habilidades físicas que la inactividad puede ir debilitando.

Pero no solo por eso. Además, la acción de someter la musculatura a un trabajo físico hace que se liberen mioquinas. Estas son hormonas producidas por los músculos, que tienen distintas funciones, entre ellas, inducir efectos antiinflamatorios y, también, regular el metabolismo, las que solo se producen en base a estímulos musculares.

Cómo

Juan Pablo Burgos, kinesiólogo osteópata y director de Kinetic.

“Si eres creativo, en un par de metros cuadrados puedes hacer lo que quieras”, asegura Juan Pablo Burgos. ¿Cómo? Con actividades simples, con objetos que se tengan a la mano o con el mismo peso corporal, tal como las rutinas que se hacían en las clases de educación física hace unos 20 años. “Puedes apoyarte en el respaldo de una silla para elevarte en punta de pies. En esa misma silla te puedes afirmar y llevar las rodillas al pecho alternando los pies, después, estirar las piernas hacia atrás, y vas a estar trabajando toda la musculatura posterior. Otra idea es hacer flexiones contra la pared, en resumen, actividades donde puedas trabajar fuerza, pero también estabilidad y movilidad”, agrega Burgos. Intentar mantener el equilibrio alzando un pie, y luego realizar lo mismo con los ojos cerrados o hacer marcha en el lugar contribuyen a esos fines. El objetivo es trabajar la funcionalidad y eso se puede lograr sin ningún problema solo con el peso del cuerpo. “Hay que ser creativos y saber qué se está haciendo”, sintetiza el director de Kinetic.

Cuánto

Lo esencial para mantener ciertas curvas fisiológicas es hacer ejercicio a lo menos día por medio. En cuanto a las rutinas, lo principal es dosificar el ejercicio. Lo recomendable es empezar de a poco. La idea es no quedar muy agotado el primer día para ir estudiando cómo el cuerpo va respondiendo y, de acuerdo con eso, luego se irá agregando repeticiones, tiempo y dificultad. La clave, sostiene Burgos, es entender al cuerpo. “Decir ‘voy empezar de a poco’, que en la primera sesión incluso sienta que no me cansé mucho, por que así voy a ver cómo amanezco al otro día, y podré evaluar la intensidad que necesito. En el fondo, es ir explorando, tanteando terreno, pero a partir de lo básico”.

¿Y las lesiones?

Juan Pablo Burgos entrega un buen dato para aprender a discriminar un dolor pasajero de una lesión. “Después de hacer ejercicio, una persona puede sentir dolor, por ejemplo, en las piernas. Y será en ambas, no en una sola. Tampoco será en un solo punto, sino en varios. Eso no es una lesión”, explica. Sin embargo, si el dolor proviene de un punto específico, se exacerba con algunos movimientos y dura más de tres días, ahí hay que encender alarmas, aconseja.

Todo el ejercicio debe sí o sí complementarse con un estilo de vida saludable, que incluya una nutrición equilibrada.

Lo fundamental es que en este encierro no sea visto como un “permiso” para la inactividad. El sedentarismo enferma y es, también, un factor de riesgo de enfermedades crónicas y de fracturas durante la vejez. Por eso, aunque cueste, hay que incorporar el ejercicio a las nuevas rutinas en el confinamiento. Eso también podría ayudar a volver a la normalidad con buenos hábitos.

Kinetic online

En Kinetic, Juan Pablo Burgos y su equipo incorporaron el servicio de entrenamiento kinésico funcional a distancia, que se realiza a través de videoconferencia. Se trata de un entrenamiento diseñado para preparar al paciente en su reintegro deportivo, funcional y laboral después de alguna lesión (luego de obtener el alta médico kinésico). También busca mantener una adecuada condición física y funcional como método de prevención de lesiones. Juan Pablo Burgos, (Consultas al 41-3250572)

Algunas de las rutinas mencionadas por Juan Pablo Burgos

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

SÍGUENOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES