Nelson Águila, alcalde de Castro: “La construcción del mall cumple con la ley”

/ 24 de Mayo de 2012

Una mole que se aprecia desde distintos puntos de la ciudad, eso es el mall de Castro. La edificación aprobada por la municipalidad ha sido duramente criticada por su impacto estético. Hay sospechas y se habla de irregularidades. En medio de la polémica, el alcalde Nelson Águila se defiende de las críticas y asegura que “es lo que la gente quiere”.


Se ha dicho que su construcción es parte de una mala cultura empresarial, donde amparándose en resquicios y vacíos legales se permite violentar a una ciudad. El mall de Castro había pasado inadvertido hasta que a través de las redes sociales comenzó a circular masivamente una foto de su edificación durante el verano. Esa imagen sirvió para que las críticas fueran despiadadas en contra de los dueños del “negocio” -el grupo Pasmar de la familia Mossa de Puerto Montt- y de la municipalidad por permitir una obra “tan violenta” desde el punto de vista estético, en pleno centro y, peor aún, minimizando la Catedral de Castro declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Aprobado para su construcción el 2008, tiene prácticamente terminada su obra gruesa. Por lo mismo llamaron la atención las declaraciones del ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, y del ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, criticándola e incluso opinando sobre una eventual demolición. Resulta que hasta antes de la “foto” nadie se había preocupado por su impacto. Los grupos que se oponían comenzaron a tomar fuerza “mediática”, provocándole un problema al alcalde Nelson Águila, un militante demócrata cristiano -que busca su quinta reelección-, que apoya totalmente el proyecto, y quien tras las críticas ha insistido en que no tiene responsabilidad en la aprobación del centro comercial. A su favor argumenta que de forma autónoma las direcciones de obras otorgan los permisos de edificación y que eso fue lo que ocurrió con la autorización del mall de su ciudad.
Águila se ha empeñado en dejar claro que la gente de Castro quiere el mall. De hecho realizó una consulta donde participaron más de 5 mil personas, cuyos resultados determinaron que el 95% apoyaba el proyecto. Los detractores del emplazamiento del centro comercial, la organización Cómo Vamos Chiloé y el Colegio de Arquitectos, han insistido en que no critican su construcción, sino que el lugar de su emplazamiento porque abruptamente rompe con la estética de la ciudad.
En medio de este escenario, la disputa que se remitía sólo a las declaraciones, pasó a la Contraloría. La municipalidad, defendiendo lo que se ha hecho, pidió que se investigara la actuación de la dirección de Obras y del abogado de la Corporación. Los opositores han hecho lo mismo, pero para que se declaren ilegales los permisos de edificación y así lograr que la empresa elimine todo lo que habría construido de forma adicional, “más de 7 mil metros cuadrados”, acusan.
El alcalde Nelson Águila ha catalogado las críticas como “injustas y mentirosas”, porque no se ajustan a la verdad. Sostiene que la obra se excede mínimamente de acuerdo con los permisos de edificación y que incluso está desarrollándose según el proyecto original. De todas maneras, mientras se espera el resultado de la Contraloría, el Concejo Municipal de Castro ya aprobó un acuerdo extrajudicial con los dueños del mall para asegurar su construcción. Águila conversó con Nos y explicó su posición:
-Luego de esta polémica, ¿siente que se equivocó en su apoyo a la construcción del mall?
Yo no me he equivocado, yo no doy los permisos. Ni la municipalidad ni el Concejo Municipal otorgan los permisos de construcción, los otorga la dirección de Obras sin consultarle a nadie, porque está dentro de las autonomías que le otorga la ley General de Urbanismo y Construcción. A nosotros como municipio nos interesa conocer cuáles fueron los aspectos en los cuales posiblemente se haya fallado, en la falta de fiscalización, pero yo no tengo ninguna responsabilidad.
¿O sea que aquí sólo se equivocó la dirección de Obras?
Más que una opinión personal o si yo creo que me equivoqué, le puedo decir que nosotros pedimos la intervención de la Contraloría para que hiciera una investigación sumaria. Prefiero que sea el ente fiscalizador el que determine eso para que no nos basemos en percepciones personales.
-¿Qué le pidieron a la Contraloría?
Que realice una investigación sumaria por los casos, específicos y bien acotados, que tienen que ver con la actuación de la dirección de Obras y del asesor jurídico en las infracciones que fueron cursadas ante el Juzgado de Policía Local.
-¿No había otro lugar donde ubicar el mall? Quizás no hubiese habido tanto problema si no se hubiese escogido un área histórica de la ciudad, cerca de una iglesia que es un monumento nacional
Mire, no existe ningún instrumento donde se diga a los inversionistas que antes de hacer un proyecto vayan al Concejo Municipal u otro organismo municipal a preguntar. Eso lo expliqué en la comisión de la Cámara de Diputados, donde señalé que si los parlamentarios realizaran una modificación a ley de Urbanismo y Construcción o a la ley General de Municipalidades se podría hacer algo. Pero hoy día no existe, no hay en ninguna ciudad de Chile un instrumento que efectivamente obligue a eso. El privado compra en un sector y ahí desarrolla un proyecto, pero no le pregunta antes al municipio, lamentablemente. Ojalá fuera diferente, sería lo ideal, pero no es así.
-¿Se sintió sorprendido, sobre todo por lo que está ocurriendo ahora?
No, para nada. Conocíamos el proyecto desde el año 2008. Todo el mundo vio que se estaba construyendo el mall y nadie dijo nada, hasta que apareció una foto en una red social en Santiago y estalló el problema, porque encontró una caja de resonancia en algunas personas acá en Castro. Se rasgaron vestiduras, pero ellos también lo vieron y nadie hizo nada con respecto al tema. Le aclaro que antes que estallara esta polémica la municipalidad ya le había cursado a los dueños las primeras infracciones. Aquí se pudo haber hecho algo mal, pero eso no importa, porque las infracciones se cursaron igual, antes que saliera como noticia en los medios nacionales.
-¿A usted le gusta el emplazamiento del mall? ¿No tiene críticas?
Efectivamente pudo haberse construido en otro lugar, eso lo puedo compartir, pero insisto en que nosotros no tenemos instrumentos para obligar a un privado a desarrollar estas iniciativas en otro lugar.
“Confío en la probidad de mis funcionarios”
-Respecto de los planos originales del mall ¿en cuántos pisos se excede?
En ninguno. Lo que se ha dicho es una exageración. La directora de Obras explicó ante el Concejo que estamos hablando de menos de un metro.
-¿No eran dos pisos subterráneos y cuatro en altura los autorizados?
No, están autorizados tres subterráneos, el permiso así lo dice, y cinco, en verdad cuatro y medio en altura, pero hablemos de cinco porque esa parte de arriba, que termina en punta, permite un quinto piso….ése es el permiso original. Y hoy día lo que está construido es un poco más de lo autorizado en el permiso original.
-El Colegio de Arquitectos dijo que estaban autorizados para construir 23 mil metros cuadrados y la obra tiene más de 30 mil.
No, insisto en que eso es una exageración. A mí lo que hablan no me interesa, porque me estoy remitiendo a lo que dijo la directora de Obras en el Concejo. Lo que se sobrepasó es un porcentaje que ellos incluso lo habían calculado, porque la ley lo permite. Si se aprueba el estudio de impacto de transporte urbano por parte del Ministerio del ramo, ellos pueden ampliar la construcción hasta un 5% más del permiso original. Pero se tiene que aprobar el estudio.

-¿Pero el proyecto originalmente no consideraba eso?

Lo están haciendo ahora por la polémica que surgió. Es verdad que no lo consideraba, pero lo están resolviendo. Pero no lo consideraba porque la ley dice que cuando se hace un proyecto con 149 estacionamientos y el resto son instalaciones de bodegas, no están obligados a ese estudio de impacto vial, pero como ampliaron los estacionamientos a 193 o 194 cupos, lo tienen que hacer. Desgraciadamente no todos manejan los detalles del proyecto y a veces uno lee información no mal intencionada, pero sí mal planteada. Por ejemplo, este mall está frente a la calle Serrano, una vía local para efectos del plano regulador, pero la calle que está al otro lado, San Martín, es una vía colectora que permite equipamiento de mayor tamaño. Parece que él (Mossa) ya compró terrenos en esa vía, lo que le permitiría hacer un equipamiento mayor,Se ha dicho que su construcción es parte de una mala cultura empresarial, donde amparándose en resquicios y vacíos legales se permite violentar a una ciudad. El mall de Castro había pasado inadvertido hasta que a través de las redes sociales comenzó a circular masivamente una foto de su edificación durante el verano. Esa imagen sirvió para que las críticas fueran despiadadas en contra de los dueños del “negocio” -el grupo Pasmar de la familia Mossa de Puerto Montt- y de la municipalidad por permitir una obra “tan violenta” desde el punto de vista estético, en pleno centro y, peor aún, minimizando la Catedral de Castro declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Aprobado para su construcción el 2008, tiene prácticamente terminada su obra gruesa. Por lo mismo llamaron la atención las declaraciones del ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, y del ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, criticándola e incluso opinando sobre una eventual demolición. Resulta que hasta antes de la “foto” nadie se había preocupado por su impacto. Los grupos que se oponían comenzaron a tomar fuerza “mediática”, provocándole un problema al alcalde Nelson Águila, un militante demócrata cristiano -que busca su quinta reelección-, que apoya totalmente el proyecto, y quien tras las críticas ha insistido en que no tiene responsabilidad en la aprobación del centro comercial. A su favor argumenta que de forma autónoma las direcciones de obras otorgan los permisos de edificación y que eso fue lo que ocurrió con la autorización del mall de su ciudad.
Águila se ha empeñado en dejar claro que la gente de Castro quiere el mall. De hecho realizó una consulta donde participaron más de 5 mil personas, cuyos resultados determinaron que el 95% apoyaba el proyecto. Los detractores del emplazamiento del centro comercial, la organización Cómo Vamos Chiloé y el Colegio de Arquitectos, han insistido en que no critican su construcción, sino que el lugar de su emplazamiento porque abruptamente rompe con la estética de la ciudad.
En medio de este escenario, la disputa que se remitía sólo a las declaraciones, pasó a la Contraloría. La municipalidad, defendiendo lo que se ha hecho, pidió que se investigara la actuación de la dirección de Obras y del abogado de la Corporación. Los opositores han hecho lo mismo, pero para que se declaren ilegales los permisos de edificación y así lograr que la empresa elimine todo lo que habría construido de forma adicional, “más de 7 mil metros cuadrados”, acusan.
El alcalde Nelson Águila ha catalogado las críticas como “injustas y mentirosas”, porque no se ajustan a la verdad. Sostiene que la obra se excede mínimamente de acuerdo con los permisos de edificación y que incluso está desarrollándose según el proyecto original. De todas maneras, mientras se espera el resultado de la Contraloría, el Concejo Municipal de Castro ya aprobó un acuerdo extrajudicial con los dueños del mall para asegurar su construcción. Águila conversó con Nos y explicó su posición:
-Luego de esta polémica, ¿siente que se equivocó en su apoyo a la construcción del mall?
Yo no me he equivocado, yo no doy los permisos. Ni la municipalidad ni el Concejo Municipal otorgan los permisos de construcción, los otorga la dirección de Obras sin consultarle a nadie, porque está dentro de las autonomías que le otorga la ley General de Urbanismo y Construcción. A nosotros como municipio nos interesa conocer cuáles fueron los aspectos en los cuales posiblemente se haya fallado, en la falta de fiscalización, pero yo no tengo ninguna responsabilidad.
¿O sea que aquí sólo se equivocó la dirección de Obras?
Más que una opinión personal o si yo creo que me equivoqué, le puedo decir que nosotros pedimos la intervención de la Contraloría para que hiciera una investigación sumaria. Prefiero que sea el ente fiscalizador el que determine eso para que no nos basemos en percepciones personales.
-¿Qué le pidieron a la Contraloría?
Que realice una investigación sumaria por los casos, específicos y bien acotados, que tienen que ver con la actuación de la dirección de Obras y del asesor jurídico en las infracciones que fueron cursadas ante el Juzgado de Policía Local.
-¿No había otro lugar donde ubicar el mall? Quizás no hubiese habido tanto problema si no se hubiese escogido un área histórica de la ciudad, cerca de una iglesia que es un monumento nacional
Mire, no existe ningún instrumento donde se diga a los inversionistas que antes de hacer un proyecto vayan al Concejo Municipal u otro organismo municipal a preguntar. Eso lo expliqué en la comisión de la Cámara de Diputados, donde señalé que si los parlamentarios realizaran una modificación a ley de Urbanismo y Construcción o a la ley General de Municipalidades se podría hacer algo. Pero hoy día no existe, no hay en ninguna ciudad de Chile un instrumento que efectivamente obligue a eso. El privado compra en un sector y ahí desarrolla un proyecto, pero no le pregunta antes al municipio, lamentablemente. Ojalá fuera diferente, sería lo ideal, pero no es así.
-¿Se sintió sorprendido, sobre todo por lo que está ocurriendo ahora?
No, para nada. Conocíamos el proyecto desde el año 2008. Todo el mundo vio que se estaba construyendo el mall y nadie dijo nada, hasta que apareció una foto en una red social en Santiago y estalló el problema, porque encontró una caja de resonancia en algunas personas acá en Castro. Se rasgaron vestiduras, pero ellos también lo vieron y nadie hizo nada con respecto al tema. Le aclaro que antes que estallara esta polémica la municipalidad ya le había cursado a los dueños las primeras infracciones. Aquí se pudo haber hecho algo mal, pero eso no importa, porque las infracciones se cursaron igual, antes que saliera como noticia en los medios nacionales.
-¿A usted le gusta el emplazamiento del mall? ¿No tiene críticas?
Efectivamente pudo haberse construido en otro lugar, eso lo puedo compartir, pero insisto en que nosotros no tenemos instrumentos para obligar a un privado a desarrollar estas iniciativas en otro lugar.
“Confío en la probidad de mis funcionarios”
-Respecto de los planos originales del mall ¿en cuántos pisos se excede?
En ninguno. Lo que se ha dicho es una exageración. La directora de Obras explicó ante el Concejo que estamos hablando de menos de un metro.
-¿No eran dos pisos subterráneos y cuatro en altura los autorizados?
No, están autorizados tres subterráneos, el permiso así lo dice, y cinco, en verdad cuatro y medio en altura, pero hablemos de cinco porque esa parte de arriba, que termina en punta, permite un quinto piso….ése es el permiso original. Y hoy día lo que está construido es un poco más de lo autorizado en el permiso original.
-El Colegio de Arquitectos dijo que estaban autorizados para construir 23 mil metros cuadrados y la obra tiene más de 30 mil.
No, insisto en que eso es una exageración. A mí lo que hablan no me interesa, porque me estoy remitiendo a lo que dijo la directora de Obras en el Concejo. Lo que se sobrepasó es un porcentaje que ellos incluso lo habían calculado, porque la ley lo permite. Si se aprueba el estudio de impacto de transporte urbano por parte del Ministerio del ramo, ellos pueden ampliar la construcción hasta un 5% más del permiso original. Pero se tiene que aprobar el estudio.
-¿Pero el proyecto originalmente no consideraba eso?
Lo están haciendo ahora por la polémica que surgió. Es verdad que no lo consideraba, pero lo están resolviendo. Pero no lo consideraba porque la ley dice que cuando se hace un proyecto con 149 estacionamientos y el resto son instalaciones de bodegas, no están obligados a ese estudio de impacto vial, pero como ampliaron los estacionamientos a 193 o 194 cupos, lo tienen que hacer. Desgraciadamente no todos manejan los detalles del proyecto y a veces uno lee información no mal intencionada, pero sí mal planteada. Por ejemplo, este mall está frente a la calle Serrano, una vía local para efectos del plano regulador, pero la calle que está al otro lado, San Martín, es una vía colectora que permite equipamiento de mayor tamaño. Parece que él (Mossa) ya compró terrenos en esa vía, lo que le permitiría hacer un equipamiento mayor, construir a mayor altura y ocupar una mayor superficie. En todo caso le hemos pedido que no continúe construyendo en altura y que se limite a la actual.
-La organización Cómo vamos Chiloé y el Colegio de Arquitectos plantearon sus dudas respecto de la aprobación de este proyecto.
Que demuestren, que prueben algo, porque más allá de criticar no he visto nada concreto. Ellos llegaron al Concejo Municipal, dieron su opinión, los escuchamos, así como escuchamos a toda la gente, pero también pueden estar equivocados y en disonancia con la mayoría de la comunidad de Castro. Su opinión es respetable, pero no la comparto.
-Ante las críticas ¿usted confía en la probidad de sus funcionarios?
Confío plenamente en la probidad de mis funcionarios…lo que dicen a veces es prácticamente una calumnia. Hasta ahora son puros rumores, que más bien tienden a desprestigiar a las autoridades y a los funcionarios y eso sí que es una campaña organizada. Dijeron incluso que yo utilicé el proyecto como parte de mi campaña para ir a la reelección. Tengo un trabajo, una trayectoria en el servicio público, no la necesito
“Acordamos una transacción”
-Usted ha criticado al empresario Jacob Mossa (representante del Grupo Pasmar), ha dicho que ha tenido una actitud prepotente ¿Por qué razón?
Él llegaba a la municipalidad con sus abogados y a nosotros nos llamaba la atención. Aquí le hemos dedicado varias horas a este tema producto de los problemas que han surgido y porque él presento un proyecto original que después quiso modificar. La dirección de Obras le dijo que no lo podía hacer, y es ahí cuando sobrepasa lo autorizado. Entonces ahí uno puede decir que actúa de una forma que no es la más correcta. Él venía con un abogado, cuando nosotros esperábamos que llegara a hablar acompañado de un constructor civil o de un arquitecto, que velara para que los planos fueran los que se presentaron originalmente y que las modificaciones estuvieran dentro de la normativa vigente.
-¿Pero se va a demoler lo que se construyó de más? Aunque sea mínimo.
Es posible que se pueda demoler, pero lo que pasa es que la gente habla cuando aún el proceso (en el Juzgado de Policía Local de Castro) no está terminado, quieren condenar a alguien y el juez no ha dictado sentencia. No hay nada terminado, los procesos administrativos continúan. Además, si el empresario compró por San Martín los argumentos de la demolición ‘se van a las pailas’. Si no logran aprobar el estudio de impacto vial, se va a demoler, eso ya está determinado.
-Pero ustedes como municipalidad acordaron una transacción con los dueños del mall. ¿En qué consiste?
La comunidad quiere un mall y nosotros tenemos que dar las facilidades para que esto, dentro de un marco legal, se concrete. Se trata de un acuerdo extrajudicial, donde le solicitamos que no sigan construyendo en altura, que mejoren la fachada del edificio, por un tema de estética, como lo ha planteado, entre otros, incluso el Colegio de Arquitectos. La empresa ya se allanó a esa solución y transacción.
-O sea ya no van a demoler.
Lo que se excede es mínimo. Ahora, si no se aprueba el estudio de impacto vial que debe realizar el Ministerio de Transportes, todo vuelva a fojas cero. La transacción queda sin efecto y el empresario tiene que remitirse al proyecto original. Por ahora no seguiremos cursando multas, pero si en el futuro el proyecto es distinto, las fiscalizaciones continuarán por parte de la dirección de Obras Municipales.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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