Ñuble, ¿hasta luego?

/ 19 de Enero de 2016
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Por Mario Ríos Santander.

El alcalde de Chillán, Sergio Zarzar, reía alegremente en la pantalla de la televisión local tras la figura de la Presidenta Bachelet, quien inclinada sobre una mesa, firmaba el proyecto para dar vida a una nueva Región, mejor dicho, a la desaparición de la antigua Región del Biobío.

Deberán convencer a 22 senadores y 69 diputados para su aprobación. Figuras relevantes del servicio público, Ricardo Lagos, entre ellos, ya se han opuesto. A nuestra gobernante, quien no ha tenido “buena mano” en proyectos anteriores, pareciera importarle bastante poco que la totalidad de los estudios realizados por entidades serias se han manifestado en contra de esta división. “No importa, el Congreso lo resolverá”, pareciera expresar en el acto que comentamos.

Por su parte, la gente de Ñuble, especialmente Chillán, sigue echándole la culpa de su bajo crecimiento a Concepción. Estiman que el centralismo santiaguino se trasladó a la capital regional y los dejó marginados del desarrollo nacional. Pero también creen que sus autoridades no son las responsables de esta falta de futuro que cada vez se hace más patético. Estiman que sus diputados son brillantes, y los senadores también. Lo mismo sus gremios productivos y de servicio, y que en realidad es Concepción el “malo de la película”.

Tampoco alcanzan a comprender por qué en Los Ángeles, otrora bastante más modesta que Chillán, se construye el 32 por ciento de los metros cuadrados de vivienda de toda la Región, considerando que allí vive sólo el 18,5 por ciento de la población de Biobío.

¿Qué está ocurriendo en Los Ángeles que no sucede en Chillán? Y lo más preocupante, ¿Por qué Los Ángeles no ha levantado la voz para ser capital de Región?

Más bien los angelinos se han sentido tranquilos creando sus propios caminos de desarrollo. Poco les interesa Concepción, aunque en estos últimos años, miles de penquistas se fueron a Los Ángeles a trabajar, invertir, vivir.

Pero volvamos a Ñuble. ¿Cuáles son sus proyectos de desarrollo que no les han permitido crecer? En verdad, la gente de Ñuble es gente magnífica. Lo que fue Colchagua, huasos y cueca, es hoy Ñuble. Cada semana hay un rodeo, cada día una sonrisa, cada hora un momento de paz. ¿Qué falta? Mucho, y siempre será así, pero separarse de una Región es autoproclamarse pobre y eso no lo debe alentar la Presidenta de Chile.

Por el contrario, debió haber puesto en marcha decenas de normas que favorecieran el desarrollo de Ñuble, partiendo por la entrega de potestades a sus autoridades que la ley contempla.

 

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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