Nuestros valores, nuestra identidad, nuestro patrimonio

/ 23 de Septiembre de 2008

Hace un tiempo, un grupo de organizaciones sin fines de lucro, fundaciones y empresas  dedicadas al trabajo solidario en diversos temas, tales como la pobreza, los niños en situación de riesgo, emprendimiento social, personas con discapacidades, entre otras muchas causas necesarias en nuestro país, se organizaron en torno a una comunidad que llamaron Comunidad de Organizaciones Solidarias.  El propósito que los animó fue el compartir e intercambiar experiencias en temas comunes para todos ellos, en la creencia de que para un mejor hacer de sus respectivas misiones, el compartir con otros era fuente de muchas satisfacciones y aprendizajes.  Al poco tiempo y con gran entusiasmo de sus miembros,  la Comunidad había avanzado en definir temas de interés, mesas de trabajo, seminarios y talleres para aprender nuevas cosas y perfeccionar otras.  El 1 de agosto de 2007, la Comunidad fue oficialmente lanzada al público en una hermosa ceremonia en el cerro Santa Lucía de nuestra capital.  En el evento participaron representantes de todas las organizaciones socias, estuvo la Presidenta de la República y muchas otras destacadas personalidades.  A la fecha, la productividad no para y los proyectos comunes suman y siguen, lo que confirma la creencia de que la unión hace la fuerza.  Hoy la Comunidad agrupa a 77 organizaciones solidarias de todo el país.
Entre las muchas ideas que han surgido, una de ellas merece especial atención.  Se trata de la iniciativa de hacer algo que fuera mas allá de los alcances de sus respectivos intereses y trabajo, algo que fuera un regalo para todos los chilenos. Inspirados en la evidencia de estudios que señalaban que a los chilenos nos gusta decir que somos solidarios. No obstante, al mismo tiempo los hechos demuestran que la solidaridad se asocia principalmente a dar dinero y que nos movilizamos solamente para los grandes momentos y catástrofes; relegando los actos de solidaridad a hechos puntuales de la agenda nacional.
Con esta evidencia, la Comunidad buscó aliados para llevar a cabo  su propósito; una campaña que nos estimulara a ser más solidarios, o dicho en jerga publicitaria una campaña para “desestacionalizar”  la solidaridad.  Fue así que reclutó como voluntarios a una agencia de publicidad, a una empresa de comunicaciones estratégicas, a una empresa de investigación de mercado y a muchos otros profesionales destacados para estudiar los antecedentes y diseñar una buena estrategia que permitiera poner la solidaridad en la discusión pública, de modo de sensibilizar a diferentes grupos.
Después de meses de trabajo en equipo, entrevistas a personas de distintos sectores relacionados con el tema general,  muchas discusiones y evaluaciones, nació la campaña “Enamórate de dar”, cuyo logo con el corazón atravesado por una flecha, propios de los enamorados, ha sido visto en muchas piezas publicitarias y lugares de Chile.
La campaña se centró en dos ideas fuerza, una que dice que “hacer el bien hace bien” y la otra, que “para querer al otro, primero tengo que verlo”. Fue lanzada el 1 de abril de este año, en una hermosa ceremonia en la Plaza de Armas de Santiago y en cinco ciudades de Chile simultáneamente.
Hasta el momento los resultados son los siguientes:  77 organizaciones se han unido por el sueño de un Chile más humano; 200 proveedores de la industria publicitaria y de los medios de comunicación donaron su trabajo de manera voluntaria para que la campaña no sólo se produjera, sino también para que fuera puesta gratuitamente en los medios en los meses de abril y mayo; 1000 personas corrieron por “Enamórate de Dar” en la maratón de Santiago; 250 personas se involucraron en la construcción de 3 murales y una instalación para regalar a la ciudadanía; 19 colegios se ha unido a la campaña participado en un festival de teatro cuyo tema central fue precisamente la solidaridad; muchas empresas se unieron activamente a la campaña y muchas más están empezando a preparar sus propios programas; 80% del grupo objetivo fue impactado por la campaña; 1 de cada 5 personas en Chile la recuerda a más de dos meses de su lanzamiento y el 52% la evalúa  con notas entre 6 y 7.  Los resultados son abundantes y se multiplican cada día.  Muchas personas e instituciones han demostrado su interés en participar, el equipo detrás de la campaña no descansa y sigue buscado nuevos aliados para mantener el mensaje vivo y seguir conquistando los corazones de muchos chilenos.  En mi opinión, muchas energías positivas son responsables de llevar adelante este hermoso regalo que la Comunidad soñó con darnos todos, pero sin duda la explicación más contundente de tanta abundancia de ideas y colaboración se explica en la alianza entusiasta y desinteresada de personas, organizaciones y empresas que se unieron solidariamente para darle vida a esta iniciativa.  Por esta razón, destaco la campaña “Enamórate de dar”  como un muy buen ejemplo comunitario de marketing con causa.  Preguntémonos entonces ¿cómo puede mi empresa, colegio, universidad, familia, grupo de amigos unirse a esta campaña?
www.enamoratededar.cl; www.comunidad-org.cl

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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