Nuevo Centro de Fertilidad Asistida en Clínica Biobío

/ 19 de Junio de 2009

ClinicaBioBio-9558.jpgEn 1978 nació la primera guagua mediante fertilización asistida. Desde ese entonces más de 300 mil nacimientos se han registrado en el mundo gracias a una técnica que hoy explora nuevas oportunidades para los matrimonios penquistas.
La infertilidad no distingue raza ni bolsillo y cada vez aparece con más frecuencia en las parejas que buscan un primer embarazo a partir de los 35 años. El único estudio publicado en Chile se realizó en los años 90, en el sector oriente de Santiago, y arrojó un dato no menor, 15% de infertilidad.
Hoy, las cifras indican que una de cada seis parajes es infértil. En términos proyectivos nuestro país refleja tasas similares a las de Francia y España, esto es, tasas de fecundidad de 1.9 por familia, lo que equivale a decir que está naciendo menos de una mujer por mujer, por lo que somos un país que está envejeciendo. Lo mínimo para indicar crecimiento poblacional es un 2.2 por familia, y Concepción no se aleja de esta realidad, más bien la encabeza, junto con Punta Arenas. Ambas son las poblaciones más envejecidas, y la proyección de aquí al 2018 es una tasa de 1,8. Se suma a esto que en el país no hay políticas públicas que muestren cómo revertir esta situación y el escenario que se viene, y sólo existe una comisión Auge que está trabajando en el área de baja complejidad. Sin embargo, falta un trabajo legislativo serio.
Las soluciones de reproducción asistida son varias, pero lamentablemente no todas están al alcance de la mayoría de quienes las necesitan. Los altos costos económicos y emocionales son factores relevantes, a lo que se suma que en Chile hay muy pocas unidades de medicina reproductiva. En Concepción, hasta hace poco una y, a partir de julio, una segunda alternativa brindará la posibilidad de apoyo a quienes busquen una Fertilización In Vitro (FIV) o alguna otra técnica de reproducción asistida. Se trata de la Clínica Biobío y su nuevo Centro de Fertilización, donde un equipo de docentes pertenecientes a la Universidad de Concepción, encabezados por los doctores Carlos Henríquez, Emilio Díaz y Alessandro Olivari, jefe del Policlínico de Fertilidad del Hospital Regional; y un equipo multidisciplinario darán la respuesta necesaria a las parejas que decidan someterse a este tipo de tratamientos.
El Centro estará equipado con tecnología de última generación, como por ejemplo, microscopios especiales, que son micromanipuladores para hacer ICSI, inyección de esperma introcitopasmática que permite tratar el factor masculino severo; también de una incubadora y un espacio para la congelación de espermatozoides y óvulos y vitrificación de óvulos, pensado, especialmente, para pacientes oncológicas que podrían ver afectada su fertilidad debido a la quimioterapia, o para pacientes que han decidido atrasar su fertilidad. Se considera también el proceso de FIV para la vitrificación de óvulos remanentes para mujeres en tratamiento.
“Desde 2006 hemos trabajado en este proyecto, en conjunto con la UdeC, y ha sido difícil. Todos somos docentes y médicos del Hospital Regional, lugar donde se generó la necesidad de continuar con un centro especializado. Había una disociación de lo que se hacía en el hospital y el resultado final, pero desde diciembre, cuando la Clínica Biobío nos abre sus puertas, este proyecto se materializará con nuestra primera in Vitro en la Clínica”, comenta Carlos Henríquez, quien agrega que la idea es hacer del centro un lugar muy integral, incorporar profesionales que acompañen a la pareja desde el inicio del proceso. “Sólo el 20% de las parejas llega a una In Vitro, pero hasta ahora es autofinanciado, por lo que es un problema complejo de resolver por las parejas. A veces no se conversa, se aplaza, hay infelicidad y deterioro en la relación”, reflexiona. El profesional agrega que la idea de trabajar, por ejemplo, con nutricionistas y endocrinológos, es que existe un porcentaje que no se embaraza por problemas de ovario poliquístico o la mujer presenta una insulino resistencia. “Mi objetivo es hacer que este sistema sea más accesible para la clase media, para los pacientes Fonasa, la idea es abaratar los costos para que sea más cercano a la población general y, por sobre todo educar. Las tasas de embarazo exitoso disminuyen con la edad y por ahora la única forma de saber si uno es infértil o no, es con un embarazo. Si pasado un año no hay embarazo ya se habla de infertilidad, debido a que hay muchas pacientes que presentan pocos óvulos. Otro objetivo es prevenir la claudicación emocional, ya que un 40% de las parejas abandona el tratamiento sin haber llegado a término”. Sin embargo, el ginecoobstetra especialista en infertilidad es claro en destacar que en la Fertilización In Vitro no hay garantías de éxito, pero que son muchas las mujeres que hoy pueden acceder a la maternidad gracias a las técnicas que ahora están al alcance de todos.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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