La infraestructura cumplirá con los altos estándares de construcción existentes a nivel internacional y aumentará la seguridad operacional de las instalaciones para carga y descarga de combustible; la seguridad ambiental y contribuirá al ordenamiento del sector, en la bahía de San Vicente.
E n tres frentes simultáneos trabaja Refinería Bío Bío para construir el Terminal y Muelle Petrolero de San Vicente: el muelle propiamente tal, las interconexiones entre éste y el terminal terrestre y la nueva sala de control. Las instalaciones reemplazarán los dos terminales multiboya y cañerías submarinas que opera actualmente Enap Refinerías S.A. en esta bahía.
El muelle tendrá una longitud aproximada de 1.000 metros, incluida la plataforma de carga y el sistema de amarre de los buques. Considera dos sitios de atraque para atender, en forma simultánea, buques tanques de hasta 280 metros de eslora en el sitio norte y de 250 metros en el sitio sur.
Una de las principales ventajas del proyecto es la seguridad, ya que contará con ductos de superficie, localizados sobre un muelle, los que podrán ser inspeccionados visualmente en todo momento, a diferencia del diseño con ductos submarinos.
La infraestructura incorpora tecnología de punta y las mejores prácticas de diseño y de operación, tales como seis brazos de carga y descarga de productos, sistema de detección temprana de fugas con medición de flujo, temperatura, densidad y presión, que permiten controlar la operación adecuadamente y posibilitar la inspección interna de las líneas con el llamado sistema de “conejo inteligente”, que consiste en la introducción de un dispositivo a lo largo del caño, para verificar el estado en que se encuentra el material y prevenir fugas y/o roturas.
Contará también con un sistema cerrado de drenaje en la plataforma de operación del muelle, red contraincendio, sistemas de respaldo eléctrico para garantizar operación continua de las instalaciones, puente de acceso plano habilitado para la circulación de vehículos menores y sistema de vigilancia por cámaras.
Las interconexiones abarcan también el sistema de detección de fugas y las instalaciones de energía eléctrica; el sistema de recolección de derrames en el cerco perimetral y la vigilancia remota de las mismas, a través de circuitos cerrados de televisión.
La nueva sala de control tiene una superficie de 490 metros cuadrados, distribuidos en 2 pisos y contará con consolas de control, sistema de detección de fugas y los espacios destinados a salas de reuniones e instalaciones completas para el personal que operará el terminal.
Las obras del Muelle Petrolero propiamente tal son ejecutadas por la Constructora Comsa Dragados S.A. A su vez, los trabajos entre el Muelle y el Terminal Terrestre, denominado Interconexiones, los lleva a cabo la empresa Bettoli S.A. Y la construcción de la nueva Sala de Control en el Terminal Terrestre son ejecutados por la empresa Fabián Robuschi y Cía. Ltda. El desarrollo del proyecto ha dado empleo a entre 200 y 400 personas, dependiendo del tipo de obras a ejecutar.
Plazos y compromisos
Las obras de construcción deben culminar en 2009, cumpliendo con los compromisos adquiridos con las autoridades y la comunidad, luego del incidente ocurrido por una avería en el Terminal B de San Vicente, en mayo de 2007. A la fecha, ya está terminada la ingeniería básica del proyecto; la ingeniería de detalles se encuentra en etapa final y en plena ejecución de las obras de construcción.
A fines del año pasado se comenzó con la instalación de pilotes en el sector del estribo del muelle y se realizó la prueba de carga en tierra, lo cual permitió corroborar los modelos verificando la profundidad de los pilotes. Del mismo modo, se está en la etapa final de instalación de pilotes para realizar la prueba de carga en el mar y con esto corroborar también los modelos usados en este sector.
Actualmente se trabaja hincando pilotes en el mar, en el sector de la plataforma de operación y una vez finalizada la prueba de carga en el mar, en paralelo a esta ejecución, se ha trabajado en la preparación para abrir todos los frentes de trabajo contemplados en el muelle.
El proyecto considera también la realización de diversos estudios complementarios de seguridad y operacionales, coordinados con los demás usuarios de la bahía de San Vicente, para obtener la ubicación y orientación óptima del Muelle Petrolero. Esto ha significado, entre otras obras, ejecutar trabajos de dragado en el área de operación de las naves en el sector del Muelle, lo que permitirá el ingreso con los calados requeridos por las naves petroleras. Estos trabajos finalizaron en febrero pasado.
Ya se ejecutan los trabajos de construcción de las interconexiones entre el Muelle y el Terminal Terrestre de San Vicente y se iniciaron las obras de construcción de la nueva sala de control.
Cuando a fines de este año concluyan las obras de construcción, la bahía de San Vicente contará con un moderno terminal de carga y descarga de petróleo y combustibles, y permitirá a Enap Refinerías seguir adelante con sus planes de desarrollo industrial, en armonía con el entorno social y ambiental.