O´Higgins, el guerrero enamorado

/ 19 de Noviembre de 2015
columna-mablanco2
María Angélica Blanco Periodista y escritora.

A mediados de 2014, recibí un llamado telefónico de la periodista de Mega, Mirna Schindler, quien estaba recabando antecedentes sobre la vida de Rosario Puga y Vidaurre, la bella colorina penquista que durante su largo romance con el Libertador dio a luz a su único hijo, Demetrio O´Higgins Puga. Preparaban un reportaje sobre Las mujeres olvidadas, aludiendo también a Mercedes Fontecilla, esposa de José Miguel Carrera, y Paula Segura y Ruiz, mujer de Manuel Rodríguez. Me dijo: “En Chillán no he encontrado a nadie que me hable de Rosario Puga y sé que escribiste un libro en que te refieres a ella. ¿Podemos ir a tu casa?”.

Fue así como aterrizó en mi living junto a su equipo. Mirna comenzó a preguntar y yo, libro en mano, aparecí en el programa narrando lo que sabía de la mujer que el prócer amó. 

Corría noviembre de 1817 y O´Higgins, Director Supremo, se instaló en Concepción para repeler los ataques del jefe realista Ordóñez, apostado con sus tropas y su flota en Talcahuano. 

Frente a la plaza principal penquista se alzaba el Palacio Directorial, donde residía el caudillo. Por las noches se realizaban tertulias a las que acudía lo más granado de los criollos de la ciudad. Al son de acordes de piano, bebiendo mistelas y saboreando alfajores preparados por las monjas del convento Las Trinitarias, ambos se conocieron y se enamoraron. 

Rosario, de apenas 21 años, era bastante liberal. Se había separado del militar José María Soto Aguilar y Rioseco tras una depresión gatillada por la muerte de sus dos pequeños hijitos que enfermaron de difteria.

Ella descendía de don Alonso de Puga Novoa Laso y Mogrovejo, capitán alcalde de Concepción en 1658. En los círculos sociales sobresalía por su hermosura y educación aristocrática. Aposentada junto al Director Supremo en el Palacio, pronto quedó embarazada. El niño de cabellos rojizos recibió el nombre de Demetrio, y muchos años más tarde acompañó a su padre al destierro en Perú.

Hace unos días, una de las periodistas que estuvo en mi casa, Jéssica Bahamondes, me llamó para contarme que Mega ahondará en el romance de O’Higgins y doña Rosario en una miniserie de cuatro capítulos que tendrá como director a Ricardo Larraín. 

Me parece una excelente noticia que la televisión chilena se aventure en aspectos íntimos y desconocidos del hombre que firmó el Acta de la Independencia de Chile en 1818, y que muchas escenas se grabarán en Concepción.

Me alegra que a través de series como El guerrero enamorado se recupere para las nuevas generaciones parte de lo que constituye memoria, raíz e identidad del existir pencopolitano y de su glorioso e histórico pasado.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

SÍGUENOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES