Otro septiembre para Chile

/ 27 de Septiembre de 2017
contreras
Prof. Dr. Marcelo Contreras Hauser. Master y Dr. en Derecho y Ciencias Políticas y Sociología.

Por cierto que se nos vienen a la memoria en primerísimo lugar nuestras Fiestas Patrias, cuecas, empanadas, vino tinto y del otro, volantines, banderitas chilenas y demás. Pero también recordamos el aciago 11 de septiembre de 1973, como asimismo en lo internacional, el 11 de septiembre de 2001.

En lo relativo a la chilenidad, el aroma de nuestra gastronomía criolla así como las ramadas en los campos y ciudades de nuestro bello territorio adornan lo más hermoso de nuestra alma. Mirando por el espejo retrovisor de la historia se nos aparecen rostros de bisabuelos, abuelos, padres y familiares que han dado vida a nuestros corazones. Más que nunca y con mayor nitidez los recordamos entre letras de tonadas, risas y alegrías que han nutrido la larga historia familiar.

Sin embargo, además de estos aires de libertad, también vivimos un horroroso desencuentro al que muchos apuntan con el dedo como expresión de un singular y único responsable. Falsa premisa puesto que para existir desencuentros y conflictos al menos se necesitan dos. Es aquí donde nosotros los sociólogos distinguimos cuadros indiscutibles que de mayor a menor caminarían por las veredas del conflicto desde los antagonismos hasta la contradicción. Como dicen los colegas cientistas políticos y politólogos: si usted quiere que no resulte, entonces no hay más que agudizar esos antagonismos, conflictos y contradicciones. Así, como en el asado del 18, estará avivando el fuego sin más.

En la escalada del terrorismo internacional, aquellos aviones que a primera hora de un 11 de septiembre del 2001 eran desviados rumbo a Washington D.C y a New York City, en dirección al Pentágono y a las Torres Gemelas, se encargarían de subrayar para siempre en el alma de los pueblos hasta dónde la maldad humana era capaz de herir con fines espurios tras ideas de un ilegítimo poder concebido con las peores armas que podemos imaginar.

Hoy los protocolos de aquel entonces siguen teñidos de rojo y aventados como amplios males de humanidad. En lo próximo y muy próximo, la península coreana subsume miedo y locura en aquel viejo lenguaje misilístico que desde los antiguos SS-24 y Pershing 2 dejan en nuestra mampara contemporánea a las bombas de hidrógeno capaces de explosionar el mundo varias veces.

Qué distinto el septiembre que los viejos alguna vez tuvimos de la mano de nuestros padres y abuelos, en que caminando por uno y otros parques y plazas de armas de nuestro país, aperados de una bolsita de barquillos en una mano y de un remolino en la otra, mirábamos asombrados un mundo que sin comprender todavía agradecíamos.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

SÍGUENOS EN NUESTRAS REDES SOCIALES