¿Qué significa alimentarse de manera saludable? El dilema del mamífero omnívoro

/ 28 de Abril de 2023

Dr. Manuel Acuña Medina
Medicina de Estilo de Vida
Medicina Integrativa.

Es probable que compartas la percepción de que durante los últimos años la idea de alimentarse de forma “saludable” se convirtió en un desafío. Nos llenamos de mensajes, muchas veces contradictorios, sobre alimentos o nutrientes en específico, y su supuesto daño o potencial beneficio para la “salud”.

Más complejo aún es cuando existe evidencia científica que supuestamente respalda una u otra afirmación. Por eso, la invitación de estas líneas será a comprender aspectos básicos de la nutrición humana para volver a lo simple.

Como todo animal, el ser humano -como especie- se caracteriza por compartir una genética particular. Nuestro código madre, forjado durante miles de miles de años en una evolución que seguimos dilucidando, entrega cierto rango de acción y características constitutivas que pueden dar simpleza a la (de a ratos) difícil interrogante de “¿qué como?”. Te planteo la respuesta de manera simple: comida para seres humanos.

Imagina que llegan seres de otros planetas o galaxias lejanas, y que entre ellos viaja un veterinario intergaláctico experto en especies diferentes y capaz de analizar seres en su genética y en su modo de vivir, cuya interacción determina la resultante de capacidades del ser.

Imagina a este veterinario intergaláctico compartiendo afirmaciones simples pero contundentes (que ya las conocemos): el ser humano es un mamífero o el ser humano es un omnívoro: los seres humanos tenemos en nuestro código genético, en las características que hemos observado como constituyentes de lo que llamamos humano, las claves para conocer el modo de vida que de alguna manera nos corresponde vivir (en pos de la reproducción de la especie y la sobrevivencia).

Reconocernos mamíferos nos da una clave de la nutrición, probablemente la más relevante para el bienestar humano. Los seres humanos debemos alimentarnos de leche materna hasta el momento que nos reconocemos lactantes. El período crítico de nutrición, conocido como nutrición de los primeros 1.000 días (desde la concepción a los dos años de edad), está determinado por la interacción madre-cría humana, y es capaz de influir en toda la vida de los humanos. Poner esfuerzos en cuidar y proteger la alimentación de las madres y la oportunidad de dar leche a las crías durante los primeros años de vida es quizás el factor más determinante para la salud nutricional de las poblaciones humanas. Acá es trabajo de todos en colaboración.

Reconocernos omnívoros nos entrega la otra clave fundamental. Estamos determinados genéticamente para comer materia orgánica (nutrición heterótrofa), es decir, que estuvo viva. Una buena manera de determinar qué puedo o no puedo comer, o qué es coherente con mi diseño genético, es preguntarme si lo que me llevo a la boca estuvo vivo o fue parte de un ser vivo. Es esta una manera de comprender mejor el concepto de comida real.

La comida real es aquel alimento que viene de la naturaleza. Según tus gustos, creencias, preferencias y posibilidades, llena tu vida de plantas o animales que están determinados por la evolución y por tu código humano para aportarte lo que necesitas para seguir viviendo. Las complejidades en este tema son y seguirán siendo infinitas. La capacidad de observar con la ciencia nos llevará a seguir debatiendo aspectos específicos sobre la nutrición humana, y esa es su labor, pero no debe alejarnos de la simpleza de la nutrición humana.

La presencia de alimentos artificiales (procesados y ultraprocesados) nubla nuestra capacidad de discernir. Por décadas hemos desarrollado sustancias altamente palatables y capaces de alterar nuestra sensación de saciedad de manera sistemática: bollería, dulces, chocolates, barras de algo, cereales de “desayuno”, masas instantáneas o galletas, entre otros. Sustancias potencialmente adictivas y que alteran nuestra actividad cerebral a niveles fuera de nuestra conciencia, generando un deseo de comer más. Esto, más la publicidad despiadada que relaciona alimentos no humanos con bienestar, complican la capacidad de millones de familias y sujetos en todo el planeta para una decisión que pudiera ser más simple.

Los humanos estamos hechos para comer comida para humanos, te invito a que inicies en este punto la conversación, la reflexión y tus futuras decisiones de nutrición.

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