Los personajes y paisajes de este pintor penquista logran, cada vez, más reconocimiento local y de países vecinos, por estar en consonancia con el movimiento artístico que busca darle identidad a las obras.
La carrera artística del penquista Rodrigo Retamal Jara (34) sigue consolidándose, fortaleciéndose y haciéndole crecer como ser humano y pintor. Ello desde que expuso por primera vez, a los 17 años, y con más certeza a partir de 2010, cuando decidió apoyar con su arte a personas afectadas por el terremoto y maremoto del 27/F. También ha sumado a su trayectoria su itinerancia por países vecinos con sus creaciones, aventura que proseguirá en 2014 y que le dio un fuerte espaldarazo a su modo de crear, usando el óleo para plasmar temas de estilo costumbrista realista.
Entre los logros de 2010 en adelante, el pintor destaca el proyecto del mural Renacer, que trabajó durante un año en caleta Tumbes, de Talcahuano. “En conjunto con la Fundación Chile te quiero feliz, de Concepción, y Levantemos Chile, de Felipe Cubillos, hicimos el mural como apoyo a las mujeres que habían perdido su fuente de trabajo. Se pidió apoyo al Sernam y pintamos con la idea de evidenciar lo que pasó con el terremoto y las ganas y el empuje que tiene la gente”.
Era la primera vez que emprendía una obra de la envergadura de este mural: “Me gustó porque abordé un tema delicado y por las enormes ganas y tiempo que le dediqué; fue hermoso ese lapso de 2010 a 2011. Me asesoré por un ingeniero y un arquitecto para utilizar los materiales; la pintura está con todos los impermeabilizantes que se requiere, pero no hay pintura que dure más de cuatro años a la intemperie y a orillas del mar. Ha resistido bien dos años, pero en algún momento habrá que hacerle mantención”, explicó.
Exposiciones
Mientras trabajó en el mural no detuvo la creación en su taller. Así, tras la inauguración comenzó a exponer fuera de Concepción. Había ido ya a Santiago, siguió con la Galería Pablo Neruda de Calama, y el Centro Cultural de Valdivia. Después en la Galería Scolor de Temuco y participó en el remate de pinturas en Casino Marina del Sol.
Desde 2009 Rodrigo no exponía en Concepción, su ciudad, su plaza, así es que en 2012 se dijo que ya era tiempo: “Un amigo y colega peruano, Felipe Coaquira, me propuso hacer una exposición itinerante. La iniciativa se concretó con una exposición binacional De Sur a Sur, de 20 cuadros, 10 de cada artista, durante julio pasado, en la sala de la Universidad Católica de la Santísima Concepción”.
Comenta que la presentó el director del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de la Región del Biobío, Juan Eduardo King, al que agradece el gesto, así como la asistencia de autoridades de la representación diplomática de Perú en Concepción, y el apoyo de Ángel Calderón, el empresario gastronómico del Fina Estampa, el que se sintió identificado por representar ese aspecto de Perú en esta ciudad.
Al extranjero
En septiembre las obras de Retamal y Coaquira, De Sur a Sur, se montaron en la Galería Vinatéa Reinoso, de Arequipa. Todo el contacto para exponer en Arequipa lo hizo Felipe Coaquira, artista con estudios en Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Artes Carlos Baca Flor, Arequipa, quien ha realizado un taller de grabado en Lima, y desde 2000 está instalado en Santiago, donde desarrolla sus actividades pictóricas en acuarela y óleo enfatizando el sincretismo y el significado popular e inmaterial del mundo precolombino.
La exposición se tituló De Sur a Sur por ser Concepción y Arequipa, ciudades del sur de sus respectivos países. El doctor Alfredo Zegarra, alcalde de Arequipa, dijo respecto de las obras que expusieron Retamal y Coaquira, que ambos elevaban la poesía visual de naciones hermanas, sobre todo por el rol que producen al mostrar desde su paleta una propuesta de semejanzas culturales.
Inevitable fue la consulta de la prensa local respecto de las controversias entre Chile y Perú: “Pero yo dije que la pintura no ve política ni religión, que unifica, no divide”, señala Rodrigo Retamal.
Allí el penquista reafirmó su certeza de no haber errado la senda al mostrar paisajes de campo, huasos, campesinos, el arado, la vendimia, la parva, escenas de su entorno como la Feria de Collao, el Cerro Caracol, la Plaza de la Independencia, la Catedral y paisajes costumbristas, en general.
“Perú es un país muy culto, muy respetuoso y acogieron extremadamente bien mi obra. Muchos artistas talentosos de allá se sorprenden de que la pintura que se promueve en Chile sea tan diferente a lo que ellos transmiten, básicamente identidad. Tienen arraigo indígena, algunos se dedican sólo a pintar rostros de indígenas; otros, casonas antiguas o el paisaje de su entorno. Le dan mucho énfasis a la pintura figurativa, con identidad, algo que hemos perdido acá y allá es un valor agregado”, cuenta.