Por mucho tiempo el tema se había discutido soterradamente, hasta que el Senador Camilo Escalona anunció que propondrá un proyecto de ley para crear un royalty o impuesto territorial a los salmoneros que tienen una alta rentabilidad.La noticia no cayó nada de bien entre los empresarios del sector, quienes aseguran que su industria no es comparable a la gran minería. Pero la principal interrogante que se abre en esta discusión es si el presidente del PS tiene el suficiente “piso político” para llevar adelante la iniciativa.
¿Royalty o impuesto territorial a las ganancias de las salmoneras? como sea, el tema ya provocó las primeras discrepancias entre el sector político, el empresarial, los organismos técnicos vinculados al área y los dirigentes de la pesca artesanal.
Durante este mes el Presidente del Partido Socialista y Senador por la Décima Región Sur, Camilo Escalona, considerado uno de los políticos más cercanos a la Presidente Michelle Bachelet, hará público un estudio que será la base de un proyecto de ley que permitiría aplicar un impuesto a las ganancias de las empresas acuícolas más lucrativas.
Actualmente la industria del salmón -la segunda en exportaciones después del cobre- entre la décima y undécima regiones da trabajo a 53 mil personas, 45 mil de esos empleos son de forma directa. Sus retornos el año pasado sumaron 2 mil 300 millones de dólares y es en esa cifra en la cual se piensa cuando se habla de aplicar un impuesto local, como una especie de royalty, tal como el que opera en la industria minera.
Anunciado el proyecto de ley, el debate se abrió y su viabilidad está por verse. Mientras que para el Senador Escalona el asunto pasa por cumplir con una promesa de campaña, para la industria salmonera ni siquiera hay tema. En las organizaciones gremiales de la pesca artesanal hay diferencias no menores, y en los organismos técnicos se opina tratando de “no decir nada” que los afecte a futuro.
La Propuesta
“Este proyecto es de mi exclusiva responsabilidad. Cuando las personas se preguntan qué hacen los parlamentarios con la plata que les pasa el Senado, yo tengo una respuesta concreta”, dijo Camilo Escalona.
El estudio para aplicar un impuesto parcelado a la industria acuícola está siendo realizado por un equipo de técnicos, entre ingenieros, abogados y consultores “del más alto nivel y con prescindencia política e institucional, aunque entre ellos figuren algunos socialistas”, afirmó el parlamentario.
Pero ¿qué busca Escalona con la presentación de este polémico proyecto de ley? primero que las empresas “grandes” paguen de acuerdo a sus ganancias y luego, que la mayor cantidad de esos fondos recaudados se queden en la décima región. El proyecto, según lo ha concebido el parlamentario PS, dejaría exento de tributos a los pequeños productores y establecería un pago mínimo para las empresas medianas.
La probabilidad de que el anuncio de este cambio en las reglas moleste o descincentive a los inversionistas extranjeros no es un argumento para Escalona. “Yo veo que la inversión día a día aumenta, empresas noruegas y holandesas adquieren otras compañías. ¿Pregunten cuánto pagan de impuestos en sus países? 50%, para que tengan una idea de que el nivel de tributación es muy diferente y la verdad es que aquí llegan a un paraíso”, asegura.
“El royalty no se justifica”
74 empresas, entre ellas algunas de servicios, asociadas a SalmónChile representan el 85% de la producción total de la industria salmonera en el país. El 60% es de capitales chilenos. ¿Cómo aportan al desarrollo nacional y regional? El 5% de las exportaciones totales de Chile es por salmones. Localmente suman el 73% de las exportaciones de la región de Los Lagos y el 44%, en un área con un rápido crecimiento en la región de Aysén.
Como era de prever el eventual “royalty” -o impuesto territorial, el nombre está por verse- no gustó en la industria. “Para ser responsable en la respuesta hay que ver la propuesta en su integridad, porque si no se comienza a especular y eso no es sano”, indica Raúl Arteaga, gerente y representante de SalmónChile para la Décima y Undécima regiones. Aunque igual deja entrever que la propuesta no será bien acogida por el gremio: “el royalty es para productos finitos como los de la minería, pero en la salmonicultura se está frente a un producto renovable”, sostiene.
Lo cierto que es que frente al tema la opinión general de los salmoneros de la zona es una: en la industria no está la lógica del royalty. Para ellos no hay un tema de fondo y tampoco hay elementos básicos para plantear una discusión en esa línea.
¿Y si la aplicación del impuesto territorial fuera una compensación por el eventual daño ambiental que provocan? ¡No se justifica! señala Raúl Arteaga. Afirma que aunque sea duro de oír, toda actividad humana genera algún grado de contaminación y que si se piensa en esa lógica debiera aplicarse un impuesto especial a todas las actividades productivas.
La opinión de los artesanales
Poca fe le tienen las dos agrupaciones más importantes de la pesca artesanal de la región al anuncio de Camilo Escalona.
José Fundez, secretario ejecutivo de la Federación Regional de la Pesca Artesanal (FEREPA) y Eric Varas, presidente del Consejo Regional de Pesca Artesanal (COREPA) y recientemente nombrado como representante titular del Consejo Nacional de Pesca, no están muy convencidos de los beneficios ni tampoco de la viabilidad de imponer un royalty a la industria del salmón.
“Creemos que el tema va a quedar en el olvido. Como ocurre siempre, pero esta vez no será por responsabilidad del senador (Escalona), sino porque los salmoneros tienen mucha influencia en el Gobierno”, vaticina Faúndez, considerado como uno de los dirigentes duros del gremio.
A ellos más que un royalty les interesaría debatir sobre una propuesta para aumentar el valor de las patentes acuícolas de acuerdo a los niveles de producción y metros cúbicos de agua utilizados. “Actualmente se pagan 2 UTM anuales por há concesionada y más encima en Santiago. Nosotros creemos que este dinero debería quedar en la región y son estas dos sugerencias las que deberían discutirse junto o en paralelo al proyecto de Camilo Escalona. Por ahí creemos que hay más posibilidades de hacer un cambio”, explica Vargas.
El “piso político” de Escalona
Técnicamente en el Ministerio de Economía no hay elementos para una discusión de esta naturaleza. Pero asesores vinculados a esta cartera sugieren que la cercanía entre el parlamentario y la Presidente podría darle un piso importante al proyecto. “Hay que reconocer que la propuesta de un royalty o impuesto territorial a la industria salmonera no la está planteando cualquier senador”, enfatiza uno de ellos.
Esta tesis es reforzada por el Secretario Regional de Economía, Richard Villegas, quien asegura que por el momento el tema no es parte del debate en el ministerio ni en la región, pero que éste debe comenzar a canalizarse. “No olvidemos que Camilo Escalona va a asumir la presidencia de la Comisión de Hacienda en el Senado, con lo que seguramente su propuesta podría concitar más apoyo”, argumenta.
Por su parte la derecha ya señaló que un nuevo tributo claramente cambiará las reglas del juego a una industria que da trabajo y que continua creciendo, lo que eventualmente podría descincentivar la inversión en la región.
Así las cosas ahora habrá que esperar para ver si la Concertación respaldará su discusión en el Congreso y si el Ejecutivo le dará su apoyo o preferirá dar un paso al lado para no importunar el desarrollo de este creciente sector de la economía nacional, cuando todo indica que el debate será parte de la campaña municipal en la zona.
Por Rodrigo Aguilera.