Con casi 20 años de funcionamiento, el crecimiento en cobertura y calidad de la red de salud de la provincia de Arauco es referente a nivel nacional, debido a sus avances en infraestructura, resolutividad e implementación de un modelo de salud inclusivo pensado en sus usuarios.
El desarrollo local es un proceso en el cual está involucrada una serie de actores dentro de los cuales el Estado juega un rol clave, dinamizando a través de las políticas públicas la utilización eficiente de recursos en directa consideración con los requerimientos de la ciudadanía, de manera de generar avances que sean coherentes con sus necesidades.
El Servicio de Salud Arauco (SSA) es una institución creada a partir de la compleja situación que caracterizaba a la provincia cuando fue fundado en 1997, en momentos que la pobreza más dura golpeaba la zona a raíz del desempleo, lo que motivó la reacción de las autoridades de la época, según lo explica su actual director, el ingeniero comercial, Víctor Valenzuela Álvarez.
“Nuestro servicio nació porque se necesitaban mejorar las condiciones de vida de la gente, y el acceso a una salud pública de calidad es clave en esta tarea. Así lo entendieron las autoridades de esos años, cuando estaba el presidente Frei en el gobierno”, comenta Valenzuela.
Han pasado casi veinte años y los avances son patentes en el territorio que integran las comunas de Los Álamos, Curanilahue, Tirúa, Arauco, Cañete, Contulmo y Lebu, que es la capital provincial. Hoy cuentan con una red asistencial integrada por cinco hospitales, uno de ellos acreditado (Curanilahue) y el resto trabajando para alcanzar esta meta, que es una garantía de calidad en beneficio de los casi 175 mil habitantes de la provincia, donde el 95 por ciento son usuarios del sistema público de salud.
“La decisión de formar este servicio de salud vino a hacer justicia a todas las personas que viven en la provincia, mejorando sus oportunidades de acceso a una salud más digna y con calidad”, dice el director, y agrega que si bien el camino recorrido desde 1997 no ha estado exento de complejidades, los avances son patentes considerando las particularidades de la zona, donde casi el 13 por ciento de la población es de origen mapuche.
Según datos aportados por el INE, en el año 1999 la tasa de mortalidad infantil en Arauco era de 13,8 por mil nacidos vivos, cifra que disminuyó de manera sostenida a un 6,3 en 2013, lo que coincide con el crecimiento de la red de salud provincial.
“Nos encontrábamos en una situación de ‘no desarrollo’ donde se hacía urgente la implementación de un sistema particular y autónomo, pues no existía ningún médico especialista, ni camas críticas, ni turnos de cirugía”, enfatiza Valenzuela.
Agrega que a partir de la instalación de este nuevo servicio de salud, se desarrolló “un modelo de salud intercultural, respetuoso de la sabiduría ancestral mapuche, a través de sus agentes de salud”, como “machis”, “lawentuchefes” (especialistas en hierbas medicinales) y “gütamchefes” (componedor de huesos), entre otros.
Entre los hitos importantes en la consolidación de la red provincial de salud, el director destaca la renovación del hospital de Curanilahue, el inicio de las obras del recinto asistencial que hoy tiene Cañete y los centros de salud familiar (Cesfam) de Tirúa y Los Álamos, adelantos que se realizaron durante el primer gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, pero que son parte de las transformaciones impulsadas por el expresidente Ricardo Lagos, cuando planteó al país la necesidad de realizar la reforma a la salud que comenzó el año 2002.
“En este segundo periodo de la Presidenta Bachelet quedará iniciado el proceso que dotará a Lebu de un hospital de mediana complejidad, que incluye un centro de hemodiálisis y la licitación de uno nuevo para Arauco, a lo que se suma el Cesfam Lebu Norte y un SAPU de alta resolución en Tirúa”, cuenta el director.
“Tenemos mucho más que seguir avanzando porque nuestra provincia así lo requiere, pero también hay que reconocer el aporte de parlamentarios como Mariano Ruiz-Esquide, quien impulsó la creación del SSA, y del diputado Manuel Monsalve, a quien también le tocó dirigir este servicio y que hoy desde el Congreso y en su calidad de presidente de la comisión de Hacienda, ha respaldado esta gestión”, explica Víctor Valenzuela.
Es que pasar desde no tener ningún médico especialista, a contar con más de 60 –tanto del área médica como odontológica- es un dato no menor en una provincia con alta vulnerabilidad, donde el compromiso de desarrollar un modelo de atención inclusivo es un hecho consumado y, especialmente, cuando la decisión de seguir acreditando sus hospitales ya está tomada: “Partimos con Curanilahue y nuestra meta es que todos nuestros recintos puedan alcanzar este logro, que es una verdadera garantía de calidad”, finaliza el director.