20 años de entrega educativa hacen de este colegio, ubicado en la privilegiada zona de Vilumanque, un referente en la comunidad que además de buenos resultados académicos busca crecer en un clima de compañerismo y respeto.
Una de las etapas más recordadas y significativas en la vida de una persona es la época escolar. Son los primeros pasos fuera del hogar, donde se abren las puertas del conocimiento y donde surgen también los primeros talentos y habilidades.
El rector del colegio The Wessex School, Terrence Martin Hodge, explica que en este proceso el apoyo de los padres es fundamental puesto que los niños deben acudir a estudiar con real disposición para aprender. “El colegio puede tener la mejor infraestructura, las mejores bibliotecas, pero si el niño no está preparado para aprender no logramos nada”, puntualiza.
Por lo mismo, cuando hay disposición, agrega el directivo, la formación académica se desarrolla en plenitud, aunque recalca que la visión que tienen como organismo respecto de la educación de calidad, va más allá de las cifras y se centra en la formación valórica. Por ejemplo, a través de la participación en actividades de acción social que buscan conectar a los pequeños con la realidad que los circunda y desde ahí desarrollar una capacidad reflexiva, indispensable en un proceso de aprendizaje.
Este compromiso con el desarrollo integral de los niños y las niñas, a través de los valores y el desempeño académico, ha convertido al Wessex School en un colegio prestigioso a través de sus más de dos décadas de existencia mediante un proyecto de excelencia en educación bilingüe en inglés.
Su rector comenta también la importancia que le dan a la práctica de los deportes dentro del proceso de formación, la cual tiene beneficios no sólo físicos sino emocionales y psicosociales, “claves para un proceso de crecimiento equilibrado”.
El proceso educativo se inicia en los primeros niveles con el Método Montessori, el que permite que los niños aprendan por sí mismos, según su propio ritmo y trabajando desde el inicio la autonomía. Cada uno de estos elementos prepara a los estudiantes de manera óptima para las exigencias académicas de los cursos superiores.
“Esto les sirve para el resto de su vida”, dice Terrence Martin, y agrega que en los niveles más altos, los pequeños también estudian filosofía para niños, lo que les permite desarrollar la capacidad de reflexionar y pensar con mayor agudeza, sacar sus propias conclusiones y ser fieles a sus convicciones.
La educación bilingüe que entrega el Wessex, según comenta el headmaster, tiene un sentido amplio que va más allá de lo meramente lingüístico, pues busca que los niños se formen en un ambiente de respeto a la diversidad cultural, a las distintas maneras de pensar y actuar. “Si ellos son capaces de captar las diferencias, entenderlas y respetarlas, estamos muy bien, pues ese es uno de nuestros objetivos”, afirma.
Por su parte, el vicerrector y jefe del área senior del colegio, Gerardo Quiroz Muñoz, comenta que el modelo que han implementado es eficiente, lo que además se nota debido a la alegría que muestran los niños cuando están en el establecimiento pues vienen contentos a compartir con sus compañeros.
Explica también que cultivan las raíces chilenas entre el alumnado realizando diversas actividades de índole recreativa y académica, que les permiten conocer y vivir, desde edades muy tempranas, las diferentes expresiones culturales del país a través de la historia, el arte y otras manifestaciones.
“Que éste sea un colegio inglés, no implica que los niños no se sientan identificados con sus raíces”, dice el directivo.
Aprender en un ambiente adecuado
La estructura de cursos que tienen en el Wessex está establecida sobre la visión de su proyecto educativo. Los alumnos más pequeños pertenecen al área Infants, donde están agrupados en los niveles Tiny Tots, Play School, Pre Kinder y Kinder, desde los dos años en adelante.
En el área Junior están los cursos de que van desde el primero al sexto básico y en nivel Senior, desde séptimo hasta cuarto medio. Esta división busca integrar los objetivos pedagógicos, de manera eficiente, a la manera en cómo los niños se van desarrollando, dándole un énfasis específico en la formación de los valores, como el respeto y la solidaridad.
“A nosotros nos interesa que exista un equilibro entre lo valórico y lo académico, pues eso nos permite desarrollar el potencial de cada alumno”, dice el vicerrector, y agrega que cada niño o niña que forma parte de la familia Wessex no se le considera un número más, sino que una persona con todo lo que ello implica.
Cuenta que incluso el equipo de profesores está articulado a través de un perfil que calza con esta idea del niño visto como un ser humano integral, donde se fomenta el trato cálido y acogedor, teniendo en consideración tanto las fortalezas como las debilidades de cada uno.
Los resultados son claros, agrega Martin, pues el Wessex es un colegio donde los niños son disciplinados y se mantiene una convivencia escolar cordial y respetuosa.
“Son alumnos muy despiertos y preguntones, que no se quedan con una respuesta sólo porque sí; les gusta justificar y discutir, siempre con respeto, lo que para todo profesor representa un desafío”, aclara.
Es en ese clima de amistad y aprendizaje en el que los alumnos realizan su viaje de estudios en segundo medio, donde entrenan su inglés a través de un recorrido por diversos lugares del Reino Unido, y tienen la oportunidad de compartir con una familia local para conocer la cultura desde dentro y de visitar diversos lugares históricos, incluso cruzan el canal de La Mancha para pasear por París antes de volver a casa. Una verdadera aventura.
“Es un viaje que les abre los ojos al mundo”, finaliza el rector.