En estos días, en que se discute en la Cámara de Diputados la pertinencia o no de crear una nueva región para el país, disgregando la actual Región del Biobío, creemos pertinente detenernos a pensar si continuar dividiendo el territorio en pequeñas regiones es el camino correcto.
Como gremio, en conjunto con las organizaciones Cidere Biobío, Asexma Bío Bío, Socabio, Irade, Corbiobío y Colegio de Arquitectos de Concepción, nos hemos unido bajo el nombre: Mejores Regiones para Chile con el propósito de abrir una discusión, más allá de la contingencia, sobre nuestro desarrollo desde las regiones.
Desde nuestra perspectiva, Chile tiene una necesidad urgente: renovar las ideas para una estrategia de futuro que descentralice y a la vez integre a las regiones, provincias y ciudades con la lógica del siglo XXI, basada en las sinergias, colaboración y la riqueza de sus diferentes identidades.
Estamos convencidos de que la actual distribución regional del país está acentuando nuestras deficiencias para generar prosperidad. Esta distribución carece de un impulso modernizador, dificultad que se hace aún más evidente en estos momentos de bajo crecimiento.
Desde esta constatación, también vemos con preocupación que la agenda nacional no advierta las graves consecuencias de nuestro centralismo y, más aún, que se persiga impulsar cambios que no constituyen una propuesta conectada con los problemas reales del país. En específico, consideramos que la discusión respecto de la creación de nuevas regiones, fragmentando las ya existentes, no aporta soluciones al problema de mayor crecimiento económico, humano, social y cultural de los territorios.
Todo indica que las provincias y comunas tampoco mejorarán si se mantiene la actual distribución regional y las limitadas atribuciones de su administración. Por el contrario, pareciera razonable pensar que el camino descentralizador debiera apuntar a menos regiones, más potentes y empoderadas, con una mirada de futuro en torno a objetivos compartidos y un claro enfoque en la eficiencia del gasto público. Éste es un camino que creemos debe explorarse.
Es por ello que hacemos un llamado a la comunidad regional, a nuestras autoridades y al gobierno para iniciar un intercambio transversal de ideas y visiones, con una mirada de largo plazo, que permita repensar las iniciativas en curso y nos abra a definir una política de mayor envergadura que nos permita superar las dificultades actuales y genere un nuevo estímulo para el desarrollo futuro del país que todos esperamos, pero particularmente de las regiones, provincias y comunas en que vivimos.