Casi 200 pequeños productores agrícolas participaron en esta muestra que permitió a los habitantes del Gran Concepción acceder a los más variados productos agrícolas, frescos, con alta calidad y a bajos precios.
Traer el campo a la ciudad y generar una conexión directa entre los clientes urbanos y los pequeños productores agrícolas de diversos puntos del Biobío son los principales logros de la Expo Mundo Rural, feria organizada por la Dirección Regional del Instituto de Desarrollo Agropecuario, Indap, que registró su exitosa quinta versión entre el 30 de marzo y el 2 de abril, en el Parque Bicentenario de Concepción.
En la actividad, producida por Empresas Sono, se congregaron alrededor de 190 emprendimientos familiares, provenientes de las 54 comunas de la Región, representativos de los más variados rubros productivos. “Es la tercera vez que realizamos la Expo Mundo Rural en el Parque Bicentenario. Reunimos a más de 190 expositores, agricultores de la Región, además de algunos invitados de comunas de otras regiones. La idea es que estén representadas nuestras 54 comunas y los más diversos rubros, como artesanías, vinos, quesos, hortalizas, tejidos y muchos otros, todo en un marco atractivo, ya que concebimos esta feria como una actividad familiar y una experiencia sensorial para todos”, explicó el Director Regional de INDAP, Andrés Castillo Candia.
Expo Mundo Rural se ha convertido ya en una tradicional instancia, largamente esperada por los productores campesinos que participan de algún programa de Indap. Es por eso que, según explica el Director (s) de la entidad, Juan Hermosilla, para este año se proyecta realizar una segunda versión a comienzos de primavera. “Es una feria muy valorada por todos. Tenemos lo mejor de la agricultura campesina de la Región reunida acá para que las familias del Gran Concepción conozcan la actividad que se desarrolla en el campo. Esta feria está financiada por el 
Gobierno Regional y contribuye a un mejor entendimiento entre el mundo rural y el urbano, acercando a productores y consumidores, saltándose el intermediario de la cadena tradicional de comercialización. Los expositores son seleccionados de entre los más de 28 mil pequeños agricultores que participan en algún programa de Indap en la Región”, detalló la autoridad.
Oportunidades de negocio
Además de la positiva recepción de los asistentes, quienes pudieron adquirir a bajos precios productos frescos y con un alto valor agregado, la Expo Mundo Rural también fue destacada por sus expositores, especialmente porque, junto con poder comercializar directamente sus productos al público concurrente, también les permitió generar una serie de oportunidades de futuros negocios. “Somos una sociedad de cinco agricultores que nos dedicamos a la producción de vinos embotellados, un poco más elaborados que el pipeño que se hacía antiguamente en el valle del Itata. Ahora estamos en nuestra segunda cosecha del año, y ha sido una buena experiencia. Tenemos distintos puntos de venta en Santiago, Concepción, Santa Cruz y Curicó, además de una tienda en Viña del Mar, todos de un perfil de productos premium. Trabajamos con cepas tradicionales, de las primeras que llegaron a Chile, específicamente a Guarilihue. Esto nos permite potenciar la identidad del valle del Itata a través de estas cepas, que sólo están ahí, algunas de las cuales están presentes hace más de 500 años y nosotros las estamos rescatando. Ése es nuestro plus y, por eso, nuestros vinos no se encuentran en un supermercado, sino que sólo en tiendas especializadas de vinos boutique, de vinos de autor. Ferias como ésta nos ayudan porque podemos darnos a conocer directamente al cliente, posibilitando futuros negocios”, explicó Ronald Vera, presidente de la empresa Vinos de Patio SpA.
Por su parte, Juana Yevilao, de la Comunidad Miguel Yevilao, de Tirúa, también destacó lo beneficiosa que ha resultado la Feria para los 
expositores. “Nosotros éramos una comunidad muy pequeña unida por nuestro apellido. Hemos trabajado mucho y, con la ayuda de Conadi e Indap, hemos podido salir todos adelante, y ahora tenemos una empresa pequeña en la que vendemos mermeladas de maqui, murtilla, rosa mosqueta, arándanos, frambuesas, mora, golden berry y frutillas; además de plantines de hortalizas, semilleras de papas, arvejas y trigo. Somos como diez personas, la mayoría mujeres. Yo trabajo con mis hijas. Es primera vez que venimos a la Feria, y nos ha ido bien con las ventas, pero también hemos hecho contactos con personas que quieren comprar nuestros productos para distribuirlos acá en Concepción, por ejemplo, cochayuyo que quieren comprar por gran cantidad, y que lo cosechamos nosotras mismas en las playas de Quidico, aunque lo que más hemos vendido es la harina tostada y el mote”.
La Feria se vio complementada por una serie de actividades paralelas, como muestras de maquinaria agrícola, juegos inflables, shows artísticos musicales, además de charlas técnicas sobre temáticas de interés para los productores y el público asistente, y por una carpa comedor en que reconocidos restaurantes de comida típica dispusieron su oferta culinaria. Así se conformó una actividad integral, capaz de congregar a diversos públicos y especialmente dirigida a la familia en su conjunto.