Víctor Sandoval, coordinador de Futuro Madera: “No podemos caer en la trampa de pensar que el sector forestal se tiene que acabar”

/ 14 de Julio de 2023

Para el directivo de esta organización, que agrupa a seis gremios del sector maderero forestal, la idea de que ya no debe haber monocultivos o que las plantaciones tienen que estar todas orientadas a bosque nativo para evitar incendios forestales podría llevar a la industria a una crisis que afectará mayormente a las pymes del rubro, y por eso aboga para que las políticas de fomento productivo para esta actividad se diseñen escuchando las voces de todos.

 

Movidas estuvieron las dos primeras semanas de julio para Futuro Madera, la red que en el 2021 agrupó a seis gremios del sector forestal maderero con el objetivo de visibilizar el quehacer de la industria y generar acercamientos con las comunidades donde desarrollan sus operaciones. Los incendios forestales del verano del 2023 que, según cálculos de la entidad, arrasaron con alrededor de 163 mil hectáreas de plantaciones productivas, les impusieron nuevos desafíos, especialmente relacionados con la búsqueda de instrumentos de fomento para los pequeños y medianos propietarios de terrenos afectados por estos siniestros.

A inicios del mes, Futuro Madera participó de las audiencias públicas que considera la etapa de Participación Ciudadana del actual Proceso Constituyente.  Días más tarde, directivos se reunieron en Santiago con el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela, para darle a conocer el trabajo de la red, pero también, para presentar a la autoridad las inquietudes que hoy apremian al sector.

Víctor Sandoval, coordinador nacional de Futuro Madera -representante de la Asociación Gremial Pymemad en esta agrupación- explica que están realizando un trabajo a largo plazo para robustecer a esta industria, que está enfocado fundamentalmente en las pequeñas y medianas empresas. “Necesitamos visibilizar que somos un sector que está con riesgos importantes, sobre todo el rubro maderero pyme”, señala. Califica como gigantesco el daño que el fuego de los incendios del verano causó a las plantaciones de pinos y eucaliptus destinadas a actividades productivas. Algo que, asegura, no solo afecta a las grandes forestales, sino que también complica enormemente a las pymes madereras porque su abastecimiento futuro se ve en peligro. “Hoy estamos hablando que las pymes madereras todavía pueden trabajar con los bosques siniestrados, que se tendrán que cosechar tempranamente. Ese periodo puede durar hasta un año y medio, pero después de eso prevemos un déficit de proporciones de esta materia prima”.

-En la versión 2022 de Expocorma, el ministro de Agricultura anunció una ley de fomento forestal para este año ¿Qué noticias tuvieron sobre esta iniciativa?

“La verdad es que no hay una propuesta clara por parte del Gobierno. De cierta forma todo quedaría sujeto a la aprobación de la reforma tributaria. Nos explicaron que actualmente no hay recursos para desarrollar una política de fomento. Sin embargo, el tema no está cerrado, sino que aún está condicionado por una cuestión de presupuesto”.

“Nosotros planteamos que si actividades como la apicultura o la vitivinicultura, que también se vieron muy afectadas por los incendios forestales, van a recibir fomentos y apoyos para que sigan haciendo lo mismo, por qué debería haber diferencias con el sector forestal”.

-¿Y qué podría suceder con el apoyo que ustedes buscan en el Gobierno para los pequeños y medianos propietarios de terrenos afectados por los incendios?

“La verdad es que se planteó, pero esto es algo que se evaluaría en el Consejo de Política Forestal que se realizará prontamente. Ahí se van a establecer lineamientos un poco más claros en términos técnicos de qué es lo que significaría fomento a futuro. Ya se deslizó en términos generales de que esto tiene que ser manejado de una forma distinta. Preliminarmente se habló de políticas de fomento 70/30, o sea, que se destine 70% de un terreno a agroforestería y plantaciones de especies nativas, y un 30% a plantaciones productivas, pero eso es algo que todavía tiene que discutirse”.

-¿Y esa política de 70/30 los convence?

“Lo primero es escuchar. Al parecer hay algunas voluntades, no las que nos gustarían, pero al menos hay voluntad de escucha. Sin embargo, antes de definir si es que la forma nos conviene o no, necesitamos comprender qué significa lo que tiene que ver con las plantaciones productivas, que es lo que la industria puede utilizar para seguir desarrollándose”.

-¿Esperaban que este fomento fuera sin condiciones?

“Nosotros planteamos que si actividades como la apicultura o la vitivinicultura, que también se vieron muy afectadas por los incendios forestales, van a recibir fomentos y apoyos para que sigan haciendo lo mismo, por qué debería haber diferencias con el sector forestal. Si tenemos un pequeño o mediano propietario que quiere volver a plantar pinos y eucaliptus, porque ve que su sustento está basado en soluciones productivas, tenemos que buscar la forma de ayudarlo. Obviamente, debe haber condiciones, porque entendemos que no se pueden cometer los errores del pasado y que hay que evitar que siniestros como los ocurridos a inicios de este año, o como los del verano de 2017, vuelvan a repetirse, pero creemos que se debe garantizar la libertad que tienen los pequeños y medianos propietarios de poder plantar especies productivas si es que ellos deciden que sea de esa forma”.

Sandoval agrega que estos pequeños propietarios son los que abastecen a las pymes madereras. Pero que a raíz de la drástica disminución de hectáreas disponibles, producto de los incendios forestales, se hará cada vez más difícil contar con esa materia prima. “En dos años empezaremos a tener problemas graves, con cierres de plantas y pérdidas importantes de empleo, porque los números no van a dar”. E insiste en que hay que mirar al futuro, “pensando en lo que vamos a poder hacer en lo que demora un ciclo de plantación. Aquí estamos hablando de entre 18 y 20 años, y eso es lo que estamos tratando de colocar en la vitrina, para que se logre visualizar realmente cuáles serían los efectos de no estar tomando hoy las previsiones que se necesitan”.

Hacer las cosas bien

El 1 de julio, Víctor Sandoval llegó hasta la Universidad de Concepción para dar a conocer los planteamientos de Futuro Madera en las audiencias públicas del Proceso Constituyente. Su objetivo era claro, explica. “Propusimos complementar el artículo 204 del anteproyecto que hoy analiza el Consejo. Este estable que el Estado debe fomentar el desarrollo sostenible, armónico y solidario del territorio nacional, instando a la colaboración privada en dicha tarea”. La propuesta de Futuro Madera fue añadir a continuación la idea de que el Estado también debía impulsar las actividades renovables y sustentables que contribuyeran a la protección de la biodiversidad y a la mitigación del cambio climático.

No podemos darnos el lujo de hacer las cosas mal. Las plantaciones productivas se deben desarrollar de forma adecuada, y ninguno de los gremios que forma parte de Futuro Madera está en contra de aquello. Sobre todo, porque tenemos claro cómo los incendios afectan a las pymes. Las grandes empresas tienen planes de desarrollo, tienen planes de plantaciones para seguir funcionando, pero las pymes que nos abastecemos de los pequeños propietarios, de las pequeñas plantaciones, no tenemos ese respaldo”.

-¿Cuál es el objetivo de esta propuesta?

“Lo que sucede es que el artículo 204, así como está planteado en el anteproyecto, deja demasiado abierta la forma de interpretarlo. Es de nuestro interés, y no solo hablando desde el mundo de la madera, sino que incluso para conseguir los objetivos y compromisos de carbono neutralidad del Estado para 2050,  que se establezcan compromisos que sean un poco más concretos, que fue lo que nosotros intentamos expresar en este complemento del artículo”.

-¿En qué sentido?

“Porque para cumplir con estos compromisos debemos tener una industria sostenible, y tiene que ser a partir de materiales que logren desarrollarla. Uno de esos materiales es indiscutiblemente la madera, y eso en realidad no lo decimos nosotros como Futuro Madera, sino diversos estamentos que establecen específicamente que, para poder llegar a ese tipo de metas, la madera es fundamental. Los países nórdicos tienen tasas del 80 por ciento de construcción en madera. Canadá y Estados Unidos también han tenido avances importantes. La mitigación del cambio climático está de cierta forma condicionada a esos compromisos, y para llegar a ellos, una de las vías es fomentar actividades renovables como la forestal”.

-Los recientes incendios forestales dejaron muchas críticas hacia el sector. ¿Cuáles son las lecciones que ustedes sacan a casi seis meses de estos siniestros?

“Tenemos claro que el desarrollo forestal debe proyectarse en conjunto con la comunidad, con el Gobierno, con las grandes empresas, con la academia, con las pymes y con los gremios. Todos tenemos que participar de esto de una forma inteligente y bien estudiada. No podemos darnos el lujo de hacer las cosas mal. Las plantaciones productivas se deben desarrollar de forma adecuada, y ninguno de los gremios que forma parte de Futuro Madera está en contra de aquello. Sobre todo, porque tenemos claro cómo los incendios afectan a las pymes. Las grandes empresas tienen planes de desarrollo, tienen planes de plantaciones para seguir funcionando, pero las pymes que nos abastecemos de los pequeños propietarios, de las pequeñas plantaciones, no tenemos ese respaldo. Por eso no podemos caer en la trampa de pensar que el sector forestal se tiene que acabar, que ya no debe haber monocultivos, o que las plantaciones tienen que estar todas orientadas a bosque nativo, porque esas soluciones no solo no resuelven el problema de los incendios forestales, sino que también allanan la ruta para importantes pérdidas de empleo en nuestro sector pyme”.

El fantasma del royalty

Durante la última visita -en junio- del presidente Boric a La Araucanía reflotó la idea de un royalty a la industria forestal. La idea surgió desde la Asociación de Municipalidades de esa región, como una forma -dijeron sus voceros- de hacer justicia con las zonas donde las forestales tienen sus áreas de operación.

-¿Cuál es su postura frente a esta idea?

“Hoy las pymes del sector forestal maderero pagamos nuestros impuestos en aquellas localidades donde desarrollamos actividades productivas. Las grandes empresas, por su parte, están haciendo cambios de domicilio e incluso abriendo oficinas para poder pagar patentes en los lugares donde efectivamente hay plantaciones o hay desarrollo forestal, lo que demuestra que se están buscando alternativas de poder dejar riqueza en los territorios donde se está operando. Todos quienes integramos la industria maderera forestal estamos conscientes y de acuerdo que tiene ser de esa forma, sobre todo para ir contribuyendo con el desarrollo y progreso de las zonas donde operamos.  Por otra parte, el royalty como tal está pensado en industrias donde hay una explotación de recursos, pero no hay una renovación de estos mismos, lo que no aplicaría a la industria forestal, porque es una industria renovable”.

-¿Tienen alguna idea de cuántas son las hectáreas que hoy no se pueden explotar por la conflictividad que existe en la macrozona sur?

“Lo primero que hay que aclarar es que este tema aqueja tanto a las grandes empresas como a las pymes y a los pequeños propietarios de terrenos. Un ejemplo es que a comienzos de junio se supo que 25 contratistas forestales tuvieron que cerrar e irse de ciertas zonas en la región de Los Ríos, simplemente, porque no pueden acceder a las hectáreas donde deberían desarrollar sus actividades económicas. A eso se suman las cifras dadas a conocer por el gerente de la Asociación de Contratistas Forestales (Acoforag), René Muñoz, quien manifestó que existen 100 mil hectáreas donde no es posible desarrollar faenas productivas, por causa de la conflictividad que existe en la macrozona sur. Por eso nosotros insistimos en que se necesita seguridad para los contratistas y sus trabajadores, en terrenos que ya son cosechables, y que podrían contribuir al grave déficit de materias primas que se va a generar a partir de los últimos incendios”.

-En el mismo tema del conflicto en la macrozona sur, ¿de qué forma Futuro Madera espera expresar su opinión a la Comisión por la Paz y el Entendimiento?

“Como red tenemos toda la disponibilidad de poder participar en esta instancia, para dar a conocer lo que es nuestro mandato, que es el fomento del sector forestal maderero, su vinculación con la comunidad y a partir de eso realizar un trabajo que nos permita generar sustentabilidad en estos rubros. Vemos que es una iniciativa de alto valor, pero creemos que hay que trabajarla de forma adecuada con las comunidades para que podamos conseguir resultados que sean beneficiosos para todos”.

-¿Qué implica que sea adecuada y qué debería ocurrir para que esta comisión, a diferencia de instancias que la antecedieron, sí llegue a buen puerto?

“Que debe permanecer en el tiempo. Y aquí opino a título personal, pero el fracaso de otras instancias se debió a que no se realizó un trabajo consistente. Debemos entender que en este tema vamos a correr una maratón y no una carrera de 100 metros planos, pues no será fácil llegar a puntos de entendimiento. Tiene que pensarse como un trabajo que debe trascender a este gobierno, y verse como un asunto de Estado, por lo que hay que dejar claro que tiene que perdurar en el tiempo y no acabarse cuando termine esta administración. Esta es la única forma de poder llegar a los resultados que todos esperamos, en el sentido de que nos logremos convencer de que aquí hay muchas oportunidades para las comunidades que viven en los territorios, para las pymes y para el desarrollo local, pero si no nos ponemos de acuerdo y si no se trabaja de manera consistente, estas oportunidades nunca se van a concretar”.

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