Viña Casas de Giner: Mostos con historia

/ 25 de Febrero de 2008


Ubicada en el sector de Confluencia, comuna de Portezuelo en la región del Bío Bío, la viña Casas de Giner es destino de miles de visitantes y turistas que buscan disfrutar sus vinos, apreciar sus viñedos y conocer de cerca la producción de los mostos cultivados en el corazón del Valle del Itata.
A unos 45 minutos de Concepción, por la autopista del Itata, se encuentra el Fundo Cucha Cucha, una estancia con 120 hectáreas plantadas con las mejores cepas que dan vida a la viña Casas de Giner. Sus viñedos y bodegas están rodeadas por los ríos Ñuble e Itata, condición que favorece durante todo el año un microclima ideal para producir vinos de alta calidad. De ahí que conocer los diferentes mostos que allí se cultivan es la principal atracción para miles de turistas que han convertido el lugar en un destino que combina historia y degustación.
Vinos centenarios
Hace más de 3 siglos que en el Fundo Cucha Cucha se elaboran vinos que son conocidos por su buena calidad. Los últimos 70 años la familia Giner heredó la propiedad y desde entonces combinó dicha tradición con tecnología aplicada tanto en el cultivo como en la elaboración de vinos blancos y tintos. Ambos aspectos pueden ser conocidos por quienes visitan el fundo, pues en Casas de Giner aún se conservan las herramientas y costumbres usadas antiguamente como un verdadero tesoro, trozo de historia que convive con una instalación de moderno equipamiento.
Fernando Giner, Director de la viña, explica que “nos hemos convertido en una ruta del vino con el plus de un pequeño museo que ha resultado muy atractivo para nuestros visitantes”, confirma. Agrega que tras la instalación de la empresa Celco en las cercanías del poblado, la familia y la empresa han mantenido muy buenas relaciones. Es así como surgió la venta de la hacienda a la empresa forestal, quienes junto con hacerse cargo de la producción continuarán con las puertas abiertas de la casona y sus bodegas.
Clima, aroma y sabor
Turistas nacionales y extranjeros consideran el Fundo Cucha Cucha de Casas de Giner como un destino para conocer en cualquier época del año. La ruta incluye la visita a la casa patronal, el depósito, maquinarias y bodega antigua para luego recorrer las modernas instalaciones. El circuito se realiza acompañado de un guía y finaliza con la degustación de los Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbeck, Carmenere, Cabernet Franc y Sauvignon Blanc, que son las distintas variedades producidas por Casas de Giner.
“El lugar es muy parecido a California, nos encanta el clima, pero lo mejor fue degustar los vinos que son excelentes”, comentaron Rod y Jeannie MacWhinney, quienes visitaron los viñedos como parte del tour incluido en el Crucero Marco Polo. Como ellos, Herman y Gita Tijsseling, matrimonio estadounidense, agradecieron la recepción en Casas de Giner y afirmaron que “es una maravilla poder conocer el pasado y el presente de la elaboración de estos vinos, especialmente cuando el resultado es tan sabroso”.
Al compás de cuecas y tonadas, la visita concluye en una verdadera fiesta chilena. Es el momento de compartir bocados de comida típica junto al sabor y los aromas conservados en que cada una de las botellas de Casas de Giner.
Circuito y degustación
La visita incluye 3 etapas que describen la evolución en la técnica vitivinícola. En primer lugar, el pozo de recepción donde antaño eran depositados los racimos de uvas. Estos pasaban a una máquina despalilladora que separaba el grano del escobajo. Luego, mediante bombas manuales y tuberías, el jugo era conducido a las cubas de madera. Pablo Toro, enólogo de Casas de Giner, explica que la bodega antigua tiene cubas de raulí, especie que era utilizada preferentemente para almacenar el vino. Todas estas herramientas están en exhibición
La visita continúa por las cubas de concreto, que antiguamente se ocupaban también como lugar de guarda. El cemento está revestido con una pintura especial que permite mantener la limpieza en su interior.
En tercer lugar la moderna infraestructura luce una gran capacidad de producción y un almacenamiento de hasta un millón de litros. Cuenta con cubas de acero inoxidable que garantiza la limpieza e higiene en la elaboración. “En estas cubas se realiza la fermentación para luego pasar a la crianza de los vinos en barricas de roble francés”, puntualiza el enólogo.
La instalación incluye un pozo de recepción de acero inoxidable cuyo torno permite que los racimos caigan por gravedad a la despalilladora, también del mismo material. Un aspirador separa el escobajo del jugo y las pieles. El escobajo es reciclado para convertirlo en material orgánico que es utilizado en las viñas como abono.
Además, un equipo de frío y calor conecta las cubas mediante una red de agua. Este sistema se utiliza para controlar la temperatura y humedad durante la fermentación, proceso que según la cepa, blanca o tinta, culmina con la crianza en barrica hasta obtener el cuerpo, aroma y sabor que caracterizan cada una de las botellas de Casas de Giner.
A partir de marzo, el Fundo Cucha Cucha será conducido por sus nuevos dueños. Sin embargo, en Ñuble se encuentra otro fundo de la familia Giner desde donde se seguirá elaborando los vinos Premium que le han dado fama en Chile y en el mundo a Casas de Giner. El recinto tendrá una bodega de guarda de 500 mil botellas al año y al igual que en Cucha Cucha, sus puertas estarán abiertas a los visitantes.

O’Higgins 680, 4° piso, Oficina 401, Concepción, Región del Biobío, Chile.
Teléfono: (41) 2861577.

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