Si el estudiante mostró dificultades, entonces es bueno comenzar el año consultando con los profesionales adecuados. El psicopedagogo, por ejemplo, puede ofrecer herramientas para fortalecer la concentración y técnicas de estudio adecuadas con las características particulares de cada niño, que les entregarán más seguridad para enfrentar el año escolar. Lo ideal es buscar apoyo a tiempo, pues las dificultades académicas acarrean no sólo malas notas, sino que, además, daños emocionales como baja autoestima, inseguridad o miedo al fracaso.